La interoperabilidad como base de los gobiernos electrónicos en América Latina
Dentro de las iniciativas de transformación digital del sector público en América Latina, la interoperabilidad se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para lograr transiciones exitosas y conectar a los países de la región en temas de tecnología. Entendida como el intercambio de información, datos y conocimiento entre las diferentes entidades del Estado con el propósito de facilitar los servicios en línea (MinTIC, 2021), la interoperabilidad se convirtió en el fundamento del proyecto de la “Iniciativa de Bienes Públicos Regionales”, de la Red de Gobierno Electrónico de América Latina y el Caribe, en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización de Estados Americanos.
Uno de los tres ejes principales del proyecto es la interoperabilidad transfronteriza, en tanto los procesos de interoperabilidad y transformación digital deben ser el resultado de un proceso de concertación entre los países de la región, construyendo soluciones concretas que responden a los problemas de la región. Paralelamente, son tres los tipos de interoperabilidad que se tienen en cuenta dentro de los proyectos tecnológicos ejecutados en la región, con el fin de nivelar el conocimiento y establecer un vocabulario común para el desarrollo de las iniciativas. Estos tipos de interoperabilidad son de carácter técnico (aludiendo a los sistemas de hardware software y telecomunicaciones necesarios para interconectar sistemas computacionales y servicios); semántico (asegurando que el significado preciso de la información intercambiada se entendible sin ambigüedad); y organizacional (que define los objetivos de los negocios modela los procesos, y facilita la colaboración de administraciones que desean intercambiar información).
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De este modo, se ha construido portales de interoperabilidad en la mayoría de los países de América Latina, entre los que destacan Colombia, Perú, Paraguay, y Uruguay. Estas plataformas promueven y facilitan el intercambio de información, a través de la implementación de estándares y herramientas que, además, facilitan la reutilización de servicios digitales de gobierno mientras promueve la construcción de nuevos servicios con base en los existentes. Estas plataformas pueden ser de carácter centralizado o descentralizado, lo cual influye en la magnitud de la evolución autónoma de los servicios proveedores de información implementados en los organismos públicos. En el caso de las plataformas descentralizadas, sobresalen los casos de El Salvador y Colombia, que han ganado relevancia en los últimos años en la región, basándose en “X-Road”, un tipo de arquitectura digital que permite el intercambio de información a través de servicios web de manera segura, conectando a las entidades públicas con servidores de seguridad y autoridades de certificación de datos.
Para el caso particular de Colombia, la plataforma de interoperabilidad de X-Road tiene tres propósitos fundamentales: 1) logra la correcta distribución y transferencia de datos de una entidad de gobierno a otra, garantizando la autonomía de las entidades sobre quien accede a los servicios; 2) garantizar la flexibilidad de los sistemas de información, al no existir ninguna restricción sobre la tecnología que utilizan las entidades mediante códigos abiertos; y 3) garantizar que los sistemas de información e intercambio sean seguros, mediante herramientas como la firma digital que garantizan la integridad de los datos intercambiados; todo esto en aras de profundizar los mecanismos de transformación digital que permiten a las entidades estatales ser pioneras en la formulación de sistemas de formación y datos, que a su vez, profundizan la conexión digital entre el Estado y la ciudadanía.