La manera de arreglar tus problemas es arreglar tus pensamientos.
Tu carácter define tu vida y si no eres lo suficientemente cuidadoso terminarás por llamarle “destino”.
La manera de arreglar tus problemas es arreglar tus pensamientos.
#1 Tus pensamientos, se convierten en palabras; tus palabras, se convierten en acciones; tus acciones, se convierten en hábitos; tus hábitos, se convierten en carácter; tu carácter define tu vida y si no eres lo suficientemente cuidadoso terminarás por llamarle “destino”.
Los “problemas” llegan a nuestra vida de dos maneras, la primera; como situaciones inesperadas, eventos no planeados que se salen de nuestro control, que no tienen un significado por sí mismos hasta que los convertimos en un conflicto por cómo reaccionamos ante ellos.
#2 La segunda; acontecimientos que antes de materializarse fueron formados en nuestra mente y que en algún punto enfocamos nuestra energía en ello hasta hacerlos reales. Ambas cosas son nuestra responsabilidad y tenemos que asumirlo.
Tomar conciencia de esto no es para torturarnos por lo que hicimos antes, por los errores o las malas decisiones, por el contrario, si lo hacemos nos permitimos utilizarlo como una lección que nos impulse a buscar un modo efectivo de superar las dificultades, podemos ahora canalizar nuestra energía en construir un futuro enfocado a lo que realmente queremos basado en nuestros pensamientos.
Ya que no hay manera de regresar al pasado y cambiar lo que hicimos tenemos que tener cuidado de no repetir patrones. Hay cicatrices que están ahí como un recordatorio de lo que no debemos volver a hacer.
Tenemos que reemplazar los pensamientos negativos por positivos. Es fácil detectar los primeros, nos causan, ansiedad, incomodidad, malestar, al sentirlos estamos creando algo que no nos conviene. Si somos honestos nos sorprenderá la cantidad de estos, una vez que los descubramos para ahuyentarlos debemos centrar nuestra atención en algo diferente.
Eventualmente los pensamientos que no nos aportan van a ser casi inexistentes y si aparecen tendremos la capacidad y la fortaleza para no permitirles que nos influyan. Tenemos derecho a sentirnos desanimados, a tener malos días, a malos ratos, lo que no podemos permitirnos es que esos momentos nos definan.
Nosotros creamos la vida que queremos, todo empieza por creer que somos capaces, que tenemos el control. Necesitamos escuchar a gente que está viviendo sus sueños, tener amigos que nos alienten (si tus amigos no lo hacen búscate otros). Quejarnos menos y agradecer más.
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5 años¡Tu estado de ánimo es tu futuro!