La paridad: una meta cada vez más cerca para las empresas españolas

España y sus empresas están más cerca de alcanzar la paridad de género en los órganos de gobierno de todas las compañías cotizadas en el Índice General de la Bolsa de Madrid. Así se deduce de los resultados de la XI edición del “Informe Mujeres en los Consejos de las empresas cotizadas”, elaborado por ATREVIA junto con la escuela de negocios IESE, que este año nos permite avistar un horizonte de llegada y, a la vez, hacernos una idea de la serie de tareas que aún tenemos pendientes hasta alcanzarlo. 

Una edición más, los datos apuntan a que el IBEX 35 se está convirtiendo en todo un referente nacional e internacional en temas de paridad. El selectivo alcanza ya el 37,47% de consejeras (a menos de 3 puntos del 40% recomendado), mientras el conjunto de las cotizadas rebasa, por primera vez, el 30% (32,37%). El resto del mercado continuo mejora igualmente y está a punto de alcanzar una cifra significativa, la del 30% (29,48%).  

Son, sin duda, porcentajes que invitan al optimismo y que no dejan de tener un mérito que cabe destacar, sobre todo, en el contexto actual de paulatina reducción de los sillones en los consejos al que se enfrentan las empresas para cumplir con la recomendación de tener entre cinco y 15 miembros.  

Podemos afirmar, entonces, que la presencia femenina crece imparable en estos órganos de dirección: ya son 32 las cotizadas (18 del IBEX 35) que alcanzan o superan ese nuevo horizonte de paridad del 40%, 10 más que en 2021. Además, hay ya menos empresas con una o ninguna mujer en su consejo: han pasado a ser 13 en 2022, frente a 26 el año anterior. 

El promedio de mujeres consejeras, en sintonía con los avances detectados, registra también su propio crecimiento: el IBEX 35 se aproxima a la media de 5 mujeres en sus consejos, superando por primera vez la cifra del 4,5. Y si atendemos a la evolución que se refleja por sectores, celebramos que los de Petróleo y Energía, así como Servicios Financieros, son los que se muestran más paritarios, seguidos por Tecnología y Telecomunicaciones. 

Los resultados de este año nos conducen a una conclusión muy clara: las empresas son una de las locomotoras que lideran y empujan a las sociedades hacia la ansiada y necesaria paridad. Algunas compañías, como reconoce el informe, juegan un papel fundamental como motores de cambio, decidiéndose a predicar con el ejemplo y apostando fuertemente por las mujeres; otras, por su parte, destacan en su prueba de compromiso sostenido a lo largo de los años en este mismo objetivo. Estas empresas, dando sus propios pasos, abren el camino a otras.  

Las compañías españolas lo están haciendo francamente bien. Tanto, que España supera ya, en su esfuerzo por elevar la presencia femenina en los consejos, la media de los 27 países que conforman la UE. Ocupamos la undécima posición entre 35 países de nuestro entorno, pero si solo considerásemos aquellos territorios en los que no existen cuotas obligatorias y se mueven en un mero marco de recomendaciones, ascenderíamos hasta ser los terceros. El progreso, como el trabajo bien hecho, es evidente.   

Sin embargo, y aunque nos sobren motivos para celebrar, no podemos perder el foco en todo aquello que aún nos queda por hacer. La paridad está cerca, sí, pero aún no es una realidad. Todavía es un desafío que, como todo lo que merece la pena, nos exige dedicación, prioridad y mucho esfuerzo.  

Por suerte, son cada vez menos las compañías sin presencia femenina en sus consejos, pero sigue habiendo desafortunadas excepciones. El techo de cristal está aún latente en algunas organizaciones (6 de las cotizadas en 2022, según el informe) y, si bien los consejos parecen ir siendo cada vez más accesibles para las mujeres, no así lo son tanto los comités ejecutivos, donde la brecha de género continúa bastante acentuada: solo un 15,47% de mujeres en los comités del IBEX son una clara muestra al respecto.  

Al ritmo actual de progresión, las empresas españolas alcanzarán el horizonte del 40% de representación femenina en los consejos al término de 2025; es decir, poco antes de la fecha límite de junio de 2026 estipulada por la última directiva europea para que el 40% de los consejeros no ejecutivos de las grandes empresas cotizadas sean mujeres.  

Hasta entonces, y para que dicho objetivo -solo uno de tantos en esta carrera de fondo que plantea muchas más metas- podamos darlo por logrado, solo queda continuar trabajando desde las posibilidades de cada uno, tanto a nivel corporativo e institucional como personal, para impulsar un tejido empresarial que sea un fiel reflejo de la sociedad que queremos: más diversa, igualitaria, inclusiva… y, en consecuencia, por ende, más competitiva, rentable y productiva.