LA POLITICA SWINGER
Rizzi
El swingerismo podríamos definirlo como una práctica sexual consistente en compartir “experiencias privadas” de dos personas con otra u otras parejas. “Swinger” según el diccionario significa en una de sus acepciones: persona de mucho mundo, moderna y recorrida, sin inhibiciones en cuanto a placeres mundanos.
En política el “swingerismo” podría significar un tráfico acordado entre diversos dirigentes para compartir los “placeres políticos” para ganar elecciones y gobernar sin que la infidelidad llegue al nivel de la “traición”.
Hipólito Yrigoyen lo definió como el colaboracionismo en torno a “patéticas miserabilidades” que siempre respondía a un variado menú de principios, como solía decir Groucho Marx, tengo estos y estos otros...
Nunca falta una buena excusa para ser infiel.
La política argentina tiene bastante de “swingerismo” porque la alineación del oficialismo y la oposición se realiza solo para ganar elecciones, luego veremos que principios se aplican para gobernar, jamás los que se enunciaron para lograr el “acuerdo patético”. Sabemos que lo patético, es lo penoso, lo lamentable y lo ridículo.
El “swingerismo” de Alberto, Cristina, alias “ella” y Sergio ya no es una expresión de vida mundana, sino más bien un juego de mutuos sadismos y masoquismos que se van acomodando como los melones del carro, así el placer masoquista se responde con sadismo y con ese juego se llegó al primer año de gobierno en el que ninguno es amigo de sus amigos ni enemigo de sus enemigos.
Cristina practica su sadismo, con dosis de masoquismo mediante misivas y monólogos cuyo contenido tienen más de sátira de conventillo o chismorreo que otra cosa, que deben ser aplaudidos, según Alicia Castro, dixit. Pues bien habrá que aplaudir.
¿Se dan cuenta a dónde estamos llegando...?
Alberto, como un malevo de barrio paquete, no es de la Matanza, es de Puerto Madero, suele responder de modo indirecto y a la distancia como la defensa que hizo de su gabinete desde Tierra del Fuego, y sus dichos suenan como aquello de “animémonos y vayan” o “agárrenme que lo mato”.
Sergio es más discreto algunos dicen que es un maestro de la intriga, Mauricio Macri, lo llamaba “ventajita”, cuando parecería que más bien fue al revés, pero “ventajita” o no, en ese medio se mueve bien.
Ignacio Zuleta parece tener razón, cuando esta “trifecta” como la suele llamar, dice que seguirá así hasta el 2023 y agrego yo, su “swingerismo” no deja de atraer, porque una gran parte de la sociedad busca escarbar en las infidelidades de este trio, sin advertir que, esa mutua tolerancia es la clave de su éxito.
Qué sentido tiene decirle “infiel” a quien lucra con su infidelidad. El cuento no es que alguno será el último en enterarse, sino que el trio se enteró antes que los demás.
En fin, la porno política tiene su platea y esto vale para los dos bandos, lo grave es que no tiene horario de protección y discreción.
Por el lado de “Cambiemos”, nunca se supo que querían “cambiar”, se hace notar, también la supuesta unidad indestructible, y en 2021 más que nunca cuando se juega el pequeño capital logrado en 2017.
Por el lado opositor tampoco faltaron los mutuos agravios, como lo ocurrido entre algunos economistas, lo que pone en evidencia el poder de las “miserabilidades”.
La cuestión de las vacunas y la “molestia” causada por Pfizer, según el Ministro de Salud, alcanzó el grado de sainete cuando Román Lejtman explicó, en el portal “Infobae” cómo se logró sanar la “molestia”.
“Lo voy a poner en dos ejemplos para que quede claro qué pienso al respecto: si Pfizer me entrega suero en lugar de vacuna contra el COVID-19, ellos son responsables y negligentes. En cambio, si ellos me dan la vacuna impecable, y yo la aplicó vencida, la responsabilidad es mía. Ahí hay negligencia de nuestra parte, hay negligencia del Estado Nacional”, explicó el Presidente en Olivos cuando le preguntaron sobre las diferencias con Pfizer.”
Lo único que me queda pensar es con la cara de “docto” que el presidente habrá expuesto su sabia reflexión que nadie podrá contradecir, ni Cristina ni Sergio, ni Luis Majul.
No creo que será Alicia Castro, pero no faltará quien nos dirá que esa reflexión habrá que aprenderla de memoria.
Otro tema digno de sainete sino fuera por su propia imbecilidad, fue ese otro anuncio que la pandemia “solo nos dejó 40 mil muertos”, ¿Qué pensarán los familiares de esos muertos …?
Nos quedaría por último esta cuestión de “gobernar la pandemia”. En este momento parecería que fueron muy pocos los gobiernos que supieron hacerlo, Nueva Zelanda, parecería ser el mejor ejemplo.
Con los demás es difícil hacer comparaciones, les fue más o menos igual, no parece ético hacer una tabla de posiciones.
¿Con que parámetro podríamos decir que al gobierno de Fernández le fue mejor o peor que otro…?
Lo que si podemos pensar es si sus decisiones fueron correctas con relación a los recursos disponibles y que todos sus DNU fueron decididos solo por él, sin haberlo hecho en reunión plenaria de gabinete, como lo dispone la constitución nacional.
Es probable que si su equipo de ministros fuera idóneo, no se hubiera limitado a refrendar los DNU, sino quizás hubiera participado y poniendo en evidencia cuestiones cuyo costo no tendrían relación con los resultados que se esperaban, por ejemplo, los largos meses de cuarentena.
Un ejemplo la pérdida del año lectivo, tienen un costo imposible de mensurar y sus consecuencias se advertirán en los próximos años, pero desde ya sabemos, que buenas no serán. El Ministro de Educación,(sic) por las dudas se refugió en su silencio.
Lo grave es que ningún Juez de oficio ni el Ministerio Público, haya sancionado la ilegalidad de esta saga de DNU, como lo dispone el art. 387 del código civil y comercial. La nulidad absoluta no es sanable.
El país fue gobernado de facto durante este lapso y el Congreso ratificó normas inconstitucionales, si esto no es gravedad institucional, me pregunto con el propio presidente, ¿Qué es la gravedad institucional?
Es obvio que estos swinger del gobierno deberían estar muy agradecidos al Poder Judicial por su "mirar hacia otro lado en este tema de lso DNU", pasa que se creen con derecho a la arbitrariedad y lo que realmente les interesa, es su impunidad.