La profesión perfecta
¿Alguna vez te has detenido a pensar si existe la profesión perfecta? ¿Sientes que debe haber una forma mejor de trabajar y ganarse la vida de aquellas que conoces y están a tu alcance? Quizás todas las ocupaciones tienen elementos positivos y negativos, pero seguro que no todas son iguales. Hay algunas mejores que otras.
Piensa por un momento en el mejor negocio o profesión posible. Piensa en una lista de rasgos que te gustaría evitar y otra lista de cualidades que definitivamente debes añadir. Tómate un minuto para escribirlo sobre un papel o al menos toma unos segundos para pensarlo antes de seguir leyendo.
¿Ya lo pensaste? Bien, el experto en Mercadeo en Red Eric Worre describe en su libro Go Pro. 7 pasos para convertirse en un profesional del mercadeo en red (2013, Network Marketing Pro) lo que él denomina "La Lista de la Profesión Perfecta". Esta lista fue confeccionada a partir de las respuestas de miles de personas alrededor de mundo con la respuesta obtenida de este ejercicio. Vamos a comentarla aquí hoy.
Los que hemos hecho este ejercicio seguramente hemos podido empezar por nombrar lo que habitualmente no queremos en nuestra profesión o negocio:
- Sin jefe. ¿Quién quiere que haya siempre una supervisión sobre lo que tiene que hacer o no? Quizás personas extremadamente inseguras. Pero cuesta imaginar que haya mucha gente que quiera tener un jefe en el trabajo.
- Sin desplazamientos al trabajo. ¿Cuánto tiempo y recursos perdemos en nuestros desplazamientos diarios a nuestros puestos de trabajo? La tendencia del tele-trabajo ha explotado recientemente por las exigencias de la pandemia del SARS-COV-2. Las empresas o negocios que no pueden teletrabajar se están resintiendo terriblemente de esta limitación.
- Sin despertador o reloj de alarma en las mañanas, sin madrugones, sin horarios fijos. Esto es, con flexibilidad de horarios, si lo queremos ver de modo positivo. Tal vez queramos trabajar en unos horarios aparentemente estrafalarios, pero que puedan acoplarse con otras ocupaciones u situaciones personales: competiciones deportivas; una pareja que viaja y regresa a casa tarde en el día o por temporadas; eres un progenitor homeschooler y todas las mañanas las dedicas a la educación de nuestros hijos; tienes una discapacidad o enfermedad limitante que no te permite trabajar con ritmos externamente impuestos...
- Sin empleados. Cualquiera que haya tenido empleados en su empresa sabe el coste salarial y administrativo de tener personal contratado al que hay que supervisar. Todo dolores de cabeza.
- Sin políticas. Toda organización humana organizada de modo jerárquico -y una empresa entendida al modo clásico lo es- conlleva una dosis no pequeña de intrigas, tácticas y juegos de poder dentro de las mismas para escalar o sobrevivir dentro de la pecera de tiburones. Para triunfar profesionalmente en cualquier ámbito de este tipo necesitas habilidades profesionales y políticas, que es cómo se denomina a la guerra por otros medios dentro de los ambientes de trabajo. Una profesión ideal debería dejar de lado todas estas intrigas innecesarias y psicológicamente desgastantes.
- Sin compromisos u obligaciones más que los o las que uno se autoimponga. No es lo mismo la disciplina impuesta que la autoimpuesta. Debemos ser disciplinados para lograr objetivos; pero estarás de acuerdo en que no es lo mismo hacerlo por los objetivos propios que por los objetivos ajenos.
- Sin discriminación. ¿Que eres inmigrante y no te contratan por extranjero? ¿Que tu aspecto físico, edad o diplomas académicos, por la razón que sea, no casan con los empleos que se ofertan y podrías hacer? ¿Que eres mujer y no tienes bajas de maternidad decentes para lactar y cuidar de tus hijos? En un trabajo ideal, o al menos mejor, todas estas discriminaciones, más o menos explícitas, no serían posibles.
- Sin requisitos educativos. No encajaste en el sistema educativo desfasado actual. No tuviste oportunidad o apoyo de joven para iniciar estudios superiores. Te formaste y sacaste un título universitario pero no sirvió para nada o para muy poco. Empezaste una carrera universitaria pero por necesidad económica tuviste que entrar apresuradamente al mercado laboral. Te seguiste formando y ahora estás sobrecualificado y no te llaman como no sea para cubrir puestos cada vez más precarios o peor pagados. Fuiste madre, el comienzo de tu carrera se resintió por ello y te "quedaste fuera". Aquello que estudiaste te llevó a una profesión que ya no te gusta o con la que no te sientes identificado. Eres de esa generación atrapada entre dos crisis económicas justo al comienzo de su carrera y no terminas de despegar profesionalmente aunque tienes la valía. En una profesión, si no ideal, al menos, mejor, estos requisitos académicos o profesionales darían igual. Siempre hay que seguir aprendiendo y mejorando, pero que los resultados hablen por sí solos sería lo ideal, sin importar costosas titulaciones cada vez más obsoletas.
Bien. Esto si nos enfocamos en lo negativo, lo que no queremos. Pero si nos enfocamos en lo bueno, en lo que sí queremos para nuestro trabajo o negocio ideal, seguro que has pensado en puntos como:
- Trabajar en algo positivo. Trabajas pero no ves el sentido de todo tu esfuerzo, no ves qué puedes estar aportando al mundo, el propósito de todo el esfuerzo más allá de pagar las facturas y participar de la sociedad de consumo. Necesitas trabajar en una propuesta afirmativa.
- Gran producto o servicio. Si al menos puedes dedicarte a aportar valor a la sociedad con un gran producto o servicio, verás el aspecto más básico de este propósito o sentido último: cómo el valor que aportas afecta positivamente la vida de otros.
- Algo significativo. Trabajar en algo con significado, sentido o propósito, lo que es una consecuencia de los dos puntos anteriores, como vemos.
- Ingresos ilimitados. Como el autor Robert Kiyosaki indica en sus libros, ser asalariado es estar en "la carrera de la rata". Como el hámster en la rueda, seguimos viviendo solo para pagar facturas e impuestos y consumir, más o menos, en función de un mayor o menor sueldo estancado. Un mejor trabajo debería poder compensarte por tus resultados y no tener un techo salarial; debería ser escalable.
- Ingreso residual. Salvo que seas dueño de una participación o acción de la empresa, no verás nada de las ganancias de la misma. Los ingresos de un salario e incluso de un negocio, son difícilmente apalancables. ¿Imaginas seguir recibiendo ingresos residuales por cada uno de las labores que hiciste en el pasado? Sería ideal.
- Disfrutar de la gente con la que se trabaja. Imagina una estructura de trabajo en la que cuanto más ganen tus colaboradores más ganas tú. Un diseño institucional que permite de modo automático el gana-gana o win-win de las partes relacionadas en la red de trabajo. No una una jerarquía pensada para luchar por la escasez de recursos en la cúspide, sino una red para ir juntos a pescar la abundancia.
No una una jerarquía pensada para luchar por la escasez de recursos en la cúspide, sino una red para ir juntos a pescar la abundancia.
- Libertad de tiempo. Trabajar sin horarios fijos, amoldado a tus necesidades o estilo de vida: si eres deportista o dedicas tiempo a cuidarte, si proporcionas cuidados en casa, si tienes una afición o hobby que aún no es productivo pero que te llena, si te quieres tomar una mañana por tu estado de salud, unas vacaciones para desconectar o para viajar y conocer mundo. Y lo mejor: que con los años las ganancias apalancadas o residuales de ese trabajo ideal te permitan completar tu pensión de jubilación o jubilarte antes que el resto de personas.
- Crecimiento personal. Ahora tendemos a hablar del empoderamiento o empowerment. Cuando hablamos de esto nos referimos a la posibilidad de tomar la responsabilidad por la propia vida y crecer asumiendo el liderazgo de un grupo de colaboradores; nos referimos a la emancipación y ampliación de horizontes profesionales y personales.
- Muchos beneficios. Un trabajo o negocio ideal no solo debería darnos recursos económicos o tiempo para disfrutarlos. Debería poder satisfacernos con muchos más beneficios, bonos o perks: una comunidad de apoyo, una formación continua y adaptada a tus circunstancias, productos gratis o con descuento, promociones exclusivas, mentorías personalizadas, etc.
- Internacional. ¿Qué ocurre si tu país cae en el caos político o en una crisis económica y social? No hace falta mencionar ejemplos, todos los tenemos presente en las noticias de cada día. Un trabajo o negocio ideal, y gracias a los medios de comunicación actuales, debería poderse mantener sin la limitación de las fronteras nacionales y podrías llevártelo contigo si tienes que moverte a un lugar mejor o más tranquilo.
- Contribuir a causas loables. Por muy legítimos que sean estos objetivos, no todo en la vida es dinero o autorrealización personal. También saber que con nuestro trabajo ayudamos a causas nobles, alineadas con nuestros valores, que el producto que representamos se produce éticamente y contribuye con proyectos de responsabilidad social o ecológica es un plus deseable en un negocio ideal.
- Bajo riesgo. Empezar un negocio propio, gastando todos nuestros ahorros, pidiendo prestado lo que no se tiene, en un entorno de incertidumbre mundial como el derivado por la pandemia y la crisis económica puede ser muy arriesgado. Un negocio ideal debería comportar bajo riesgo.
- Bajos costos de inicio. Obtener una licencia profesional es costoso. Obtener un préstamo para emprender es costoso. A veces, aunque el riesgo sea bajo, podemos no tener el capital inicial, ni los activos necesarios para un préstamo, necesarios para emprender. El negocio perfecto debería poderse iniciar sin dinero o con un costo ridículamente bajo comparado con la alternativa próxima viable. Muchos negocios, en este momento, no saben a devolver los préstamos adeudados desde antes de la pandemia.
- Resistente a los vaivenes de la economía. Un negocio o profesión dependiente de uno debería poder resistir los cambios de ciclo, o mejor, ser contracíclico: que gane dinero cuando todos los demás negocios lo pierden o no siguen creciendo. La profesión perfecta debería ser resiliente a las crisis o "antifrágil" en términos de Nassim Taleb. Imagina un trabajo del que nunca te pudieran despedir y no hubiera un techo salarial como en los puestos de funcionario. Imagina un negocio que cubre necesidades humanas haya expansión o depresión económica. Pues existen, créeme.
- Ventajas fiscales. Ejemplos de gastos deducibles en una buena profesión como empresario o trabajador autónomo: Automóvil, gasolina, computadora, internet, viajes con sus comidas y hospedaje, así como los productos de uso personal. Es necesario consultar a un contador o contable público acreditado para que conozcas las reglas precisas que aplican en tu situación y en tu país. Y cuando lo hagas, descubrirás que el costo mismo de esa visita a tu contable, ¡también es deducible!
- ¡Divertido! Hay profesiones más divertidas que otras. Pero las venta directa apalancada, el mercadeo en red, verdaderamente lo es. Los ingresos por ventas se miden en puntos y la escalada por los rangos en el plan de compensación puede verse como una estrategia de ludificación o gamification. Es divertido porque es un juego, pero uno serio y productivo, que puede ayudarte a lograr tu meta, la libertad financiera.
¿Te suena bien? ¿Y si te dijera que hay una profesión que tiene todos estas características? Convertirse en un profesional del mercadeo en red, quizás no sea la profesión perfecta, pero sí tiene todas estas ventajas que la convierten en mejor opción comparada con casi cualquier otra.
En el equipo de distribuidores de Señor Esencial & Doula Esencial hemos podido comprobar por nosotros mismos todos estas ventajas al unirnos a una exitosa red de mercadeo. Te animamos a seguirnos en redes o a preguntarnos directamente en el WhatsApp o Telegram, sin ningún compromiso, cómo sacar provecho de este pujante sector y abrirte paso profesional en las ventas directas en Márketing Multinivel (Multilevel Marketing, MLM, o Network Marketing). Lo puedes hacer desde tu casa en cualquier lugar del mundo. Agendemos una cita vía Zoom y te explicamos cómo.
Manuel y Ainara
Señor Esencial & Doula Esencial
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Juana Cojulún
3 añosSii la miaaaa,💓