En estos momentos de desolación y tensión debido a la magnitud de la tragedia, los afectados necesitan urgentemente que sus líderes les transmitan:
- Un mensaje claro, simple y firme que demuestre que están al frente de la situación.
- Un mensaje de confianza que detalle el conocimiento preciso de la situación en cada localidad y sus necesidades específicas.
- Un mensaje realista sobre los recursos necesarios que se van a poner a disposición, así como los plazos estimados para cada fase del plan de acción, con especial énfasis en el futuro.
- Un mensaje de confianza que transmita la preocupación por las personas más vulnerables y la solución para evacuarlas de las zonas afectadas donde no se puede garantizar su atención (enfermos, ancianos, niños, etc.).
- Un mensaje de confianza que ofrezca soluciones alternativas a los afectados mientras se gestiona la catástrofe, en aquellos lugares donde las condiciones de habitabilidad son inexistentes o precarias.
- Puntos de información y comunicación continua. No podemos olvidar que, en una sociedad hiperconectada, la falta de información y comunicación genera aún más tensión y ansiedad, priorizando siempre aquellos relacionados con la búsqueda de personas.
- Un mensaje de confianza que garantice la seguridad personal de quienes no sean evacuados, así como la de sus propiedades y los pocos bienes materiales que les queden.
- Un mensaje de tranquilidad sobre el tiempo disponible para gestionar las reclamaciones de daños.
- Un mensaje que asegure que ellos son la prioridad.
- Un mensaje de compromiso para trabajar en la prevención de futuras situaciones de este tipo.
- Un ejemplo constante de liderazgo: El líder debe demostrar día a día que está al frente de la situación, tomando decisiones informadas y mostrando una presencia activa y visible para inspirar confianza y esperanza en la comunidad.