LA REUNION DE REPRESENTANTES DE EEUU Y VENEZUELA POR JOHNNY RAMÓN GALUÉ MARTÍNEZ

NOSOTROS

(Estamos frente a un peligro de seguridad nacional)

LA REUNION DE REPRESENTANTES DE EEUU Y VENEZUELA

Por Johnny Ramón Galué Martínez

Venezuela, despierta gran interés en Occidente como en Europa por varias razones: la primera; por su importancia geopolítica, el manejo de la energía y su riqueza Mineral como de los intereses de Occidente, Europa y Asia en estas riquezas minerales. En segundo lugar, por su intención de influenciar con sus políticas el orden latinoamericano, desde el establecimiento de la República en 1999. El hecho de que fue miembro del Concejo de Seguridad, diferencian a Venezuela de otros países de la región. Por consiguiente, el cumplimiento de los principios de la “democracia” es algo esencial para Venezuela, no solo como demostración del cumplimiento de los valores internacionalmente reconocidos, sino también como garantía de una mayor estabilidad en el país. Por esa razón, el mundo occidental como europeo, siguen con interés (y ahora con preocupación) el desarrollo de los acontecimientos en Venezuela, quieren a un país democrático como aliado y también como vecino en la región Latinoamericana. No quieren un Estado fallido en la región.

Sin embargo, en estos últimos años, y desde las elecciones de 2015, han sido intensos. La democracia representativa entró en crisis cuando las élites políticas y Judiciales no aceptaron los resultados de dichos comicios, el Partido PSUV, perdió su mayoría absoluta a causa del aumento de votos de la oposición. En donde se logró formar una coalición, pero que además, en Mayo de ese año, se renovaron los enfrentamientos entre la Sociedad Civil desarmada y las Fuerzas Armadas, provocando el rompimiento del hilo constitucional y democrático en Venezuela.

El tema de la corrupción, narcotráfico y financiamiento de grupos extremistas en Venezuela es un tema tan complejo como delicado y que en verdad urge ya abordar frontalmente, para poder lidiar con ellos de manera efectiva.

Dicho tema es complejo por la cantidad de facetas o aspectos que presenta y es delicado porque la vida nacional se ha visto profundamente afectada por la omnipresencia y la omnipotencia de la corrupción, narcotráfico y subversión. Cuyas modalidades de corrupción entre algunas de ellas son, el tráfico de influencias, el contrabando, el soborno, el peculado, el uso privado de bienes públicos, el castigo al inocente y el premio a quien no lo merece. Se trata, como puede apreciarse, de prácticas por todos conocidas, de formas de conducta familiares y en las que, de uno u otro modo, incurre la inmensa mayoría de la población. Lo que, sin embargo, la gente resiente, pero no comprende, es que la corrupción significa, de manera gradual, la destrucción de la vida institucional, el desprecio por la legalidad y el triunfo de la ilegitimidad y de la inmoralidad.

Una sociedad corrupta no puede ser sino una sociedad en estado de descomposición, por consiguiente, tiene necesariamente que ser una sociedad injusta. Dada la extensión y la profundidad alcanzadas por la corrupción, no sería una exageración afirmar que estamos frente a un peligro de seguridad nacional. Es sólo con voluntad férrea que podremos desembarazarnos de ella. Pero, la voluntad por sí sola no puede acabar con la corrupción. Ésta exige ser primero comprendida. Sin embargo, el punto de partida deberá de ser una verdad evidente, que establezca una conexión intrínseca, fuerte entre la naturaleza de una acción, su evaluación como comprensión, para acabar con el mal social más insidioso y dañino de la sociedad venezolana actual.