La RSE en tiempos de COVID
Momentos de encierro, el exceso de futuro, la reflexión y el insomnio me arrastraron a la máquina para intentar, solo intentar, poner mis ideas en orden y compartir algunas dudas relacionadas al tema de moda y sus caóticos efectos en la dinámica social, el papel de los gobiernos y el esfuerzo genuino, en algunos casos, de la iniciativa privada por sumar un granito a la solución de la larga lista de situaciones y problemas con los que nos enfrentaremos.
En la Universidad tuve mi primer contacto con las acciones altruistas a las que les encontré sentido y cariño, no recuerdo si buscaba obtener alguna indulgencia, el hecho es que ahora me encuentro en una profesión que me apasiona y me roba el pensamiento casualmente más en las horas de sueño.
En mis primeros días de función escuché de un conferencista y gran pensador que los involucrados en el tema social nos dejábamos llevar demasiado por el corazón y tomábamos las decisiones por intuición, no puede quitarme esas palabras de la cabeza y regularmente divago en si lo que estamos haciendo realmente es suficiente, si podríamos hacer más y si estamos preparados para el nuevo futuro y no me refiero solo a la “Nueva Realidad”.
Estoy convencido que el reto no es sencillo ante el abanico de prioridades para todos los que cohabitamos el planeta, (incluyendo el delicioso elixir creado con granos de cebada, como lo vimos hace algunos días), cada día se vuelve más complicado identificar lo que es necesario y al final de la reflexión todas las respuestas son correctas, pero…..
¿Qué nos tiene preparado el futuro? ¿Como evolucionarán los sistemas políticos, los modelos económicos y la tecnología? ¿Cómo afectará esto la dinámica social y la manera de relacionarnos en todos los niveles?
El futuro al que nos resistíamos a entrar nos alcanzó y nos forzó a cambiar; la educación en línea era difícil porque el niño no podía estar sentando frente a la maquina más de 15 minutos y los rígidos modelos laborales hacían imposible experimentar el sueño del “Work from Home”. El cambio nos recibe de distintas maneras, para entender los efectos hay que cuidar que el privilegio no nos nuble la empatía, en el país solo el 53% de los hogares tienen acceso a Internet y de los trabajadores solo el 4.5% gana más $13,000 pesos mensuales. ¿Cuál es la tendencia de la desigualdad en estos cambios?
Tendremos que abrirnos a nuevas ideas, nuevas formas ser muy creativos, tener la apertura y desarrollar la flexibilidad de pensamiento de manera empática, no sirve seguir trabajando en estrategias para sociedades y realidades que ya no van existir, si queremos lograr un cambio real, tendríamos que empezar por ser conscientes que no es lo mismo realizar acciones “buena onda” a realizar acciones que ayuden a cambiar realidades priorizando el desarrollo y la evolución de las personas, acciones bien dirigida pueden generar grandes cambios, bien dicen que el aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo.
Texto publicado a titulo personal.