La Soledad de Mis Pensamientos: Un Clandestinaje de Ideas y Pasión
Historia detras de este articulo
"Fueron varios mis amigos que, tras leer el poema que publiqué, me llamaron intrigados para preguntar quién era ese Ser clandestino al que hacía referencia. Para todos esos que preguntaron y para aquellos que le dieron rienda suelta a sus especulaciones, aquí mi respuesta: es mi soledad.
Ese compañero silencioso que me sigue a todas partes, con quien comparto mis pensamientos más profundos y secretos. Es ella quien se entrelaza con mis suspiros y mis palabras, esa presencia invisible que acompaña cada uno de mis versos y reflexiones. Mi soledad, ese amor discreto, es el ser clandestino que habita en mis letras" Dr. Thomas Agrait
Ese Ser Clandestino
La soledad es, para muchos, un espacio que se evita, una sensación incómoda que se llena con ruido externo y distracciones. Sin embargo, para mí, la soledad de mis pensamientos se ha convertido en un objeto tangible, un refugio donde se produce el encuentro entre mi ser más íntimo y mis ideas. En este clandestinaje de suspiros, la soledad no es una ausencia, sino una presencia vibrante, creativo, innovador, atrevido, un lugar donde el diálogo silencioso entre mis deseos ocultos y mis pensamientos no expresados toma forma.
En este espacio interno, cada idea no dicha, cada fragmento de pensamiento, se entrelaza con la pasión secreta que guardo dentro de mí. Es como si la soledad misma fuera cómplice de un proceso creativo que, al igual que un amor prohibido, no puede existir a plena luz del día. Se mueve entre sombras, alimentándose de la profundidad de lo que no se comparte abiertamente. Bajo la luz tenue de madrugada que se atreve a entrar en mi "atelier mental", que ilumina los rincones más oscuros de mi mente, mis pensamientos vagan en busca de esos momentos fugaces en los que me encuentro cara a cara con mi esencia: el verbo escrito, mi verdadero interlocutor.
El Encuentro Entre la ELLA y el Verbo
Este encuentro entre mi soledad y el verbo escrito es quizás la parte más poderosa de este proceso. En el silencio de mi oficina, que se convierte en mi mundo, no hay ruidos que perturben el flujo de ideas. En este rincón, lejos del bullicio exterior, la soledad se convierte en una herramienta que realiza incisiones en tejidos blandos de mis pensamientos. No es una soledad que aísla, sino que crea espacio para que las ideas maduren, para que tomen forma y puedan ser transformadas en palabras. Es un estado de clandestinaje porque el proceso es íntimo, secreto, un diálogo entre la mente y el papel que no siempre busca ser expuesto, pero que se hace imprescindible para el ser.
La Metamorfosis de la Idea
El acto de escribir en este espacio solitario se convierte en una metamorfosis. La idea en ebullición, que en la rutina diaria apenas puede emerger como un pensamiento fugaz, toma cuerpo en el clandestinaje de la madrugada. Las ideas, inicialmente difusas y abstractas, se van aclarando, tomando forma y color en el proceso de ser plasmadas. Es como si la pasión por la escritura encontrara en esta soledad el terreno fértil donde florecer. Cada palabra, cada frase que surge en estas horas solitarias, lleva consigo el peso del deseo secreto, del pensamiento profundo que no puede salir a la luz sin antes pasar por este proceso de transformación interna.
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La escritura como Verdad
La escritura, en este contexto, se convierte en más que una simple actividad; se convierte en una forma de verdad. En la soledad, sin las distracciones del mundo exterior, puedo ser completamente honesto conmigo mismo. No hay máscaras, no hay juicios, solo la confrontación directa entre lo que pienso y lo que soy. El verbo escrito se convierte en un espejo de mi ser, una extensión de mi pensamiento que, aunque inicialmente oculto, finalmente sale a la luz a través de las palabras.
Esta verdad es tangible en el proceso de creación. Es en el clandestinaje, lejos de las miradas y de la superficialidad de lo cotidiano, donde la autenticidad del pensamiento puede emerger. El verbo escrito no es solo una representación de ideas, es la cristalización de una lucha interna, de una pasión por expresar lo que de otro modo quedaría reprimido. La escritura, por tanto, no es solo un acto de comunicación, sino de revelación, de descubrimiento personal.
La Soledad como Espacio Creativo
Este espacio de soledad, que para otros puede parecer sombrío o desolador, para mí es el escenario donde la creatividad juguetona de mi mente toma vida. Es en estas madrugadas solitarias, cuando el mundo duerme, que el clandestinaje de mis pensamientos encuentra su máxima expresión. No es una soledad vacía, sino una soledad plena de significados, de ideas que luchan por ser reconocidas y expresadas. Es el lugar donde la intensidad de mi ser puede manifestarse sin restricciones, sin las interrupciones del mundo exterior.
Aquí, en la soledad, la metamorfosis de la idea al manuscrito es un proceso vital. Cada palabra que surge en estas horas de clandestinaje es una pequeña victoria, una afirmación de que, incluso en la oscuridad, el pensamiento puede florecer. El proceso es íntimo, solitario, pero profundamente significativo y apasionado. Es un recordatorio constante de que, a pesar del aislamiento, hay una conexión profunda entre lo que somos y lo que creamos.
Por ello amigos, necesito y deseo la "Soledad"
La soledad de mis pensamientos, lejos de ser una barrera, es una necesidad para mi proceso creativo. Es el espacio donde mis ideas pueden surgir con claridad, donde mis deseos ocultos y pensamientos no dichos encuentran su camino hacia la expresión. En este clandestinaje, donde solo yo y el verbo escrito nos encontramos, la escritura toma color, forma y vida. Es en esta soledad interna, tejida con hilos de misterio y deseo, donde la intensidad de mi pasión por la creación se manifiesta plenamente, siempre presente en la profundidad de mi ser.
Dr. Thomas Agrait - tagrait@gmail.com
Tel +1 -954-258-3117
Owner of Creative Design Solutions
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