La subjetividad del precio
El precio es el principal indicador de valor de tu producto o servicio. Los conceptos caro o barato son simplemente opiniones personales de quienes se exponen a la posibilidad de comprar. Para alguien, pagar cinco mil dólares por una noche de hotel en un lugar lleno de semejantes, donde nadie te va a pedir un autógrafo (salvo para pagar la cuenta) es barato. Para otros, una pizza descongelada de 3 dólares es cara.
Siempre habrá alguien que dirá que tu producto o servicio es caro, y eso no es razón para correr a bajar el precio. La fina balanza entre costo y beneficio, hacen que el consumidor decida solito si comprar o no. Su misión como dueño de la marca, es encontrar ese sweet-spot y entonces generar aun más valor para que suba el volumen de ventas.
Piense en los productos y servicios de lujo. El alto precio es de hecho uno de los elementos que le agregan valor y hacen que se venda porque lo hace exclusivo, y como no todo el mundo lo puede pagar, nos convierte en parte de ese selecto grupo de humanos privilegiados capaces de comprarlo.
Un ferrari no se vende ni por potente ni por bonito sino por caro, porque yo si lo puedo comprarlo y tu no. En cambio una libra de arroz y es fácil de conseguir, no es exclusivo ni te da prestigio, por eso es barato y los márgenes para los productores son mucho menores. Pero los dos productos tienen el mismo reto: vender más. Los del arroz se ingeniarán que es orgánico, bajo en calorías y mil otras innovaciones que le agreguen valor, y entonces a pesar de la competencia con recios más bajos, lograrán construir su propio nicho dispuesto a pagar por ese valor.
El precio no es una constante. Es un indicador vivo que se nutre de comprender el comportamiento del consumidor. No todo el mundo se comporta igual todo el tiempo. Este es un concepto que los hoteles y en especial las aerolíneas han comprendido a plenitud. Imagine que una tienda de zapatos vendiera como lo hacen las aerolíneas, y un mismo zapato le costara hasta 10 veces su precio base, dependiendo de cuando quiere usted comprar ese zapato.
De manera que la constante precio no es tan constante después de todo, más bien es una pregunta que se debe hacer toda empresa de manera constante. Cuanto vale mi producto o servicio hoy, cuanto vale mañana, cuanto vale aquí, cuanto vale allá.