La sublimación de la modernidad líquida

La modernidad líquida es un concepto que acuñó el, ya famoso, sociólogo polaco Zygmunt Bauman (Polonia, 1925) para describir la sociedad de principios del siglo XXI.  Aunque con cierto retraso, el concepto ha ido calando en diferentes estamentos socialmente relevantes y está siendo empleado para describir el "lifestyle" actual por su poderosa fuerza descriptiva.  La inasibilidad que caracteriza el estado líquido, la humorosidad en la que los procesos cruciales se desarrollan en nuestros días, crean en nuestra mente una imagen indeleble de inestabilidad e incerteza.  No obstante, no deja de ser paradójico que una sociedad que se afana en encontrar las distintas aplicaciones de la memoria de los materiales, y por tanto de la "perdurabilidad", se caracterice en otros ámbitos por la casi total ausencia de garantías.   Aunque, claro está, el objetivo final de ambos casos es bien diferente.

Desde que la internet llegara al mundo de la empresa, allá por el año 1994, muchos han sido los cambios que se han sucedido en la escena tecnológica y social.  Ya desde el inicio de la etapa empresarial la internet se mostró como una tecnología transformadora de procesos y conceptos.  Aunque el estallido tecnológico definitivo se produce con motivo de la reducción de costes y la simplificación de la tecnología que permite su uso masivo.  Es entonces cuando surge el fenómeno de transformación social conocido como la internet de las personas.  Momento en el que proliferan las redes sociales, los blogs y la conversación. Al fin y a la postre, la situación no es otra que la dada por dos personas comunicándose mediante una plataforma telemática.  Es la era en la que se globaliza la capacidad individual de emitir una opinión y la exposición social.  

En la actualidad estamos ante un cambio de etapa en el desarrollo de la internet.  El abandono de la internet de las personas y su sustitución por la internet de las cosas cada vez parece más cercano.  Cambio que será el próximo, pero no el último. Este cambio viene propiciado por el "next step" tecnológico y la reducción de los costes de miniaturización.  En lo conceptual será un cambio que produzca una inversión de tendencias, ya que si hasta ahora la red se utilizaba básicamente desde lo social con el ánimo de participar, opinar y conseguir cierta visibilidad, con la internet M2M (machine to machine) la generación de datos, su gestión y su análisis se convertirán en el foco.  Esto no significa que desaparezcan los espacios de conversación, pero si que el foco se trasladará al diseño de servicios basados en los nuevos "insights" recogidos a partir del análisis de la miriada de objetos cotidianos conectados a la red.

Todo parece indicar que se abre ante nosotros una era de grandes oportunidades de negocio basadas en el análisis de la "Big Data", una vez resuelta, eso si, la creación del algoritmo que en cada caso nos haga obtener la información más relevante.  El dato y su análisis estarán señalándonos el camino por el que la modernidad dejará de ser líquida.  Como es el caso de muchos de los que empiecen a buscar nuevas oportunidades a partir de ahora, para los que la modernidad será sublimada desde el estatismo más absoluto.