La Superliga se acerca…

El lema de la Casa Stark, regentes del Norte en Westeros (Juego de Tronos), era: “El invierno se acerca…” (“Winter is coming…”). El de los Starks era un lema solemne, que auguraba la próxima llegada de un invierno feroz a la legendaria región, aunque sin mucha precisión acerca del momento específico de dicha llegada.

Pienso que el lema aplica particularmente bien a la Superliga de Fútbol Europeo (la “Superliga”), dada mi percibida inexorabilidad de la llegada de la misma, aunque con la incertidumbre alrededor del año en el que finalmente esto ocurra: en ¿uno?, ¿dos?, ¿tres años?

Este tema de la Superliga se activó en los últimos días, ya que el pasado 21 de Diciembre de 2023, el Tribunal de Justicia Europeo dictaminó que, tanto la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (la “UEFA”, por sus siglas en inglés), como la Federación Internacional de Fútbol Asociación (la “FIFA”, por sus siglas en Francés), abusan de la Superliga a través de su “poder dominante” en el negocio del fútbol en Europa.

Palabras más, palabras menos, esto significa que todas las amenazas de la UEFA y la FIFA de sancionar a clubes y jugadores que pudieran participar en la Superliga, son ilegales e improcedentes.

Las reacciones a este fallo, de parte de periodistas y varias instituciones, no se hicieron esperar. En general, aceptan que la FIFA y la UEFA ejercen un poder monopólico y poco sano. Sin embargo, están, en su mayoría, en contra del desarrollo de la Superliga. 

Quienes están en contra de la Superliga, la acusan de: 

1. Ser “elitista” e injusta: un grupo cerrado de equipos con un sistema de descensos y ascensos vago.
2. Ser poco tradicionalista… esto, ni siquiera sé explicarlo.
3. Marginar a los equipos pequeños

Todos estos puntos son totalmente rebatibles, pero no es la idea de este artículo. Quienes están a favor, hablan de:

1. Libertad de los clubes de manejar sus destinos
2. Mucho más dinero para los clubes participantes
3. Mejor espectáculo: mayor cantidad de juegos relevantes, entre rivales poderosos

Estos puntos también son rebatibles…

Para mi es obvio que las acaloradas discusiones ocurren por el hecho de que cada bando habla de algo diferente, basado en sus valores, intereses específicos y hasta en su relativa inocencia económica. Sin embargo, en ningún caso se habla de algo tangible, ni de lo que se debe estar hablando:

De Las Audiencias Globales. Sobretodo lo relacionado a su importancia definitiva y el inmenso valor que aportan al principal espectáculo deportivo de Europa.

El fútbol europeo pasó cincuenta años desarrollando un producto atractivo, originalmente para ellos mismos, pero con el pasar del tiempo, atractivo para el mundo entero. Ahora, se encuentran aprendiendo a lidiar con dicho éxito.

Por su parte, no parecen darse por enterados de que las aficiones de los grandes equipos, ya no le pertenecen exclusivamente a Manchester, Barcelona o a Liverpool: provienen de Ciudad de México, Bogotá, Sao Paolo, Tokio, Cairo, Nueva York, Seúl, Manila, Delhi, y Yakarta, por mencionar a algunas.

Esta Mega-Audiencia Global comparte ciertas características: 

1. No son nacionales de París, Manchester, o Munich. Es por ello que les será difícil relacionarse con una ciudad que les es ajena y, quizás, hasta repelente.
2. Aunque puede que den cierto peso a las “camisetas” (es decir, los equipos), están también pendientes de los jugadores. Si un Coreano juega en el Liverpool, muchos Coreanos apoyarán al Liverpool, aunque sea de manera temporal, así como muchos brasileños apoyan al Real Madrid de Vinicius, después de haber apoyado al Barcelona de Neymar (ambos Junior).
3. Lo anterior aplica también a las grandes estrellas. Este año, las tiendas de Caracas estaban plagadas de camisetas de Haaland (City), de Cristiano Ronaldo (Al-Nssr), y de Messi (Inter Miami). El año que viene, podrían estar llenas de camisetas de Bellingham, Mbappé y de Víctor Roque.
4. No van (vamos…) a ver juegos entre el Villarreal y el Osasuna, o los del Real Sociedad contra el Bilbao… No. Ni siquiera el post partido, ni el resumen de los goles, nada. No tenemos tiempo de eso. Nuestro tiempo es para el Milan, el United, el Bayern, el Chelsea, el Madrid, y en mi caso: el Ajax.

A esto es a lo que apunta la Superliga, a ofrecer a las audiencias europeas, pero también globales, un torneo mucho más interesante que, incluso, la Champions League.

La diatriba alrededor de la creación de la Superliga, y su contraposición a la FIFA, pero sobretodo, su contraposición a la UEFA, seguirá por un tiempo, y no estará exenta de cambios de dirección y negociaciones. 

Sin embargo, la Superliga está tratando de hacer lo que las “Startups” más exitosas hacen: satisfacer, de forma innovadora, las necesidades de los mercados más grandes posibles y, en este caso en particular, el mercado es gigante.

Es por ello que yo no tengo dudas: La Superliga se acerca…

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El Tribunal de Justicia de la Unión Europea

Bernd Reichart #startups