La tarea pendiente de la factura electrónica
Según el último estudio de Billentis, Latinoamérica es líder en el uso de la factura electrónica…..a todas luces resulta obvio que aquellos países que históricamente han sufrido en el tema presupuestal, y me refiero a aquellos en donde la cantidad de recursos de los que disponen difícilmente es el que la sociedad necesita para satisfacer las necesidades más elementales, son los mismos que han adoptado más rápidamente este nuevo esquema de factura que facilita la fiscalización de sus contribuyentes. Por ejemplo, vemos en este estudio de 2016 que países como México, Brasil y Chile son líderes mundiales desde el punto de vista del uso casi universal de este documento electrónico como comprobante de las transacciones de negocio.
Los resultados son espectaculares, las autoridades tributarias de estos países han podido incrementar la recaudación, bajar en cierta medida la evasión de impuestos y también incrementar la base tributaria, pero se suponía que adicional a lo anterior, los contribuyentes se verían beneficiados con la adopción de la factura electrónica, ya que esto permitiría una comunicación más eficiente en sus cadenas productivas, al menos eso es lo que las autoridades nos vendieron, pero la realidad indica que esta es precisamente la tarea que nos queda pendiente.
Si bien las grandes empresas han podido abatir sus costos relacionados con el proceso de compras y cuentas por cobrar, ya que han adoptado prácticas de negocio que facilitan la integración de los documentos en sus ERP´s, con lo que además de la eficiencia relacionada, se minimizan los costosos errores, esto aún no es una práctica común en las Pymes latinoamericanas, ahí, la comunicación electrónica fluye fácilmente entre la autoridad y el contribuyente, y ya nos estamos acostumbrados a temas como declaraciones automáticas, validaciones electrónicas en línea, auditorias electrónicas y muchos otros que están relacionados con la forma en que el contribuyente se comunica con la entidad fiscalizadora.
La gran mayoría de las pequeñas empresas continúan trabajando diariamente con prácticas de negocio que tuvieron su origen antes del uso masivo de la tecnología, prácticas como:
- Captura manual de las facturas recibidas de sus proveedores en sus sistemas administrativos
- Impresión masiva de los documentos, se suponía que la factura electrónica también tenía un factor ecológico, y hoy vemos que en las empresas se imprime cada una de ellas en múltiples ocasiones, más de las que nos gusta aceptar.
- Confirmaciones telefónicas de facturas recibidas y/o enviadas, de fechas de pago y de embarques y entregas.
- La tecnología tampoco ha incidido profundamente en los procesos de cuentas por cobrar en las Pymes, la mayoría de esta se continúa haciendo telefónicamente y en el mejor de los casos mediante el uso del correo electrónico, y aún seguimos hablando de depósitos en ventanilla o referenciados, envío de comprobante de depósito o pago, y mucho menos podemos pensar hoy en conciliaciones bancarias automáticas.
- Lo que si hemos visto cambiar, es solo el uso de mensajeros en motocicletas que dedicaban su jornada a la entrega de facturas en papel y a su consecuente recolección de los llamados contra-recibos, este concepto si ha desaparecido, y no me quejo menos vehículos en la calle tiene un resultado positivo.
En los próximos años, debemos ver un cambio sustancial en este sentido, pero para ello todos los que participamos en esta industria debemos aportar nuestra parte, apoyando a los empresarios mediante el desarrollo de nuevas plataformas y sistemas que de verdad puedan facilitar la integración de las cadenas productivas de las Pymes en Latinoamérica. Espero que todos los involucrados en la industria de TI levantemos la mano y digamos presente.