La Web3, ¿entretiene?

Por Guillermo Wald - CTO

Si bien está claro que la Web2 ya pasó de moda, hablar de la #Web3 suena a cosa nerd, aburrida, complicada. #Criptomonedas, #blockchain, #descentralización y #tokens son, para muchos, sinónimo de un mundo fintech en el que la diversión y el entretenimiento tienen poco espacio, incluso nulo. Pero eso no es verdad. 

¿Acaso todo lo que tiene que ver con blockchain está sí o sí asociado al mundo de las billeteras virtuales y los pagos? Cien por ciento no, hay casos más lúdicos: el mundo del entretenimiento, las películas, las series y los contenidos audiovisuales en general. Somos Flixxo, ¡obvio que íbamos a ir por este lado! 

En el mundo mainstream, el de las grandes plataformas, encontramos producciones realizadas con altísimos presupuestos, equipos súper tecnológicos, estrategias de marketing millonarias y un público cautivo por estos contenidos que siguen estrictas reglas de guión, de secuencia, de sonido. Hollywood y todo lo que ya sabemos. Un modelo de negocio que la #Web2 puso en jaque: apareció el contenido generado por los propios usuarios y quedó demostrado que no eran necesarias superproducciones para contar una historia, dar una opinión o compartir con miles de personas un unboxing de un control remoto pro. 

De la mano de YouTube, entre otras, cualquiera pudo subir su contenido y compartirlo con miles de millones. Eso sí, viralizar se volvió el objetivo, pues parece ser lo único relevante para el algoritmo que busca maximizar el tiempo que pasamos frente a la pantalla, creando espacios publicitarios, y aumentando el click-through rate.

¿Hay otras cosas para ver? ¿Otra dinámica posible de consumo? Por supuesto. Hay cantidad de contenido, de todo tipo de géneros, de muy buena calidad, pero que no respeta los patrones mainstream ni nació para la viralización: es el resultado de un creador que tuvo ganas de contar una historia por la historia misma. Y ese contenido tiene su público y también tiene su lugar: en Flixxo hemos aprovechado lo que la Web3 ofrece para darlo a conocer. 

El Flixx es una criptomoneda. La usamos para que los espectadores paguen a los creadores por su contenido de manera transparente e inmediata. Los espectadores la obtienen viendo anuncios, o la pueden comprar. Creamos una #comunidad, con una economía circular. En Flixxo, cuando ves un contenido, estás bancando a quien lo hizo. La Web3 nos da esta oportunidad. Una oportunidad para que los creadores sigan creando, los anunciantes lleguen a su público, y los usuarios accedan a más entretenimiento, más diversión.

Definitivamente, ¡la Web3 también es entretenimiento!