Las Bajas Ventas Inmobiliarias en Chile: Un Análisis del Mercado de Viviendas Usadas en 2023

El año 2023 marcó un hito preocupante en el sector inmobiliario chileno, con una notable disminución del 17,1% en la cantidad de viviendas usadas vendidas en comparación con el año anterior. Este descenso significativo, que se tradujo en la comercialización de 30,833 unidades, ha generado inquietud y ha puesto de relieve varios factores clave que contribuyen a esta tendencia negativa.

Uno de los principales factores que inciden en esta baja es el nivel de tasas para créditos hipotecarios, que, si bien desempeña un papel relevante, no constituye la única razón detrás de la disminución en las ventas. Más bien, las dificultades que enfrentan las personas para acceder a dichos créditos hipotecarios se han convertido en un obstáculo significativo para aquellos que buscan adquirir una vivienda usada.

Este problema se ve exacerbado por el constante aumento en el costo de la construcción, lo que inevitablemente influye en el precio de las viviendas nuevas y el reciente instaurado IVA que graba también a este tipo de viviendas. Estos precios elevados actúan como una referencia para los propietarios de viviendas usadas, creando un ciclo alcista en el mercado que distorsiona la percepción de valor y dificulta aún más la accesibilidad para los compradores potenciales.

Además, se suma a esta compleja ecuación el papel del Servicio de Impuestos Internos (SII), cuyo afán por aumentar la recaudación para cubrir las necesidades estatales ha resultado en un incremento en el avalúo fiscal de las propiedades. Este aumento no solo impacta en el monto de las contribuciones que deben pagar los propietarios, sino que también repercute en el valor de los arriendos, generando una presión adicional sobre los bolsillos de los ciudadanos.

En este contexto, es crucial que las autoridades y los actores relevantes del sector inmobiliario trabajen en conjunto para abordar estas problemáticas y encontrar soluciones efectivas que promuevan un mercado más equitativo y accesible para todos los chilenos. Esto podría implicar la implementación de políticas fiscales más equilibradas, incentivos para la construcción de viviendas asequibles y medidas que faciliten el acceso a créditos hipotecarios para aquellos que lo necesiten.

En última instancia, es fundamental reconocer la importancia de un mercado inmobiliario saludable para el bienestar económico y social del país en su conjunto. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo podremos superar los desafíos actuales y construir un futuro donde todos tengan la oportunidad de acceder a una vivienda digna y adecuada.