Las ciudades post covid-19
Siempre inicio cada uno artículo durante esta cuarentena deseando que todos (lectores y personas queridas) estéis bien y qué sobretodo sigáis adelante, ¡os necesitamos!. La montaña de artículos, opiniones, twitts y demás medios de comunicación sobre como va a ser el futuro después del Covid (cómo si se fuera a marchar, alerta: ¡No se va a marchar!).
Las ciudades tras el confinamiento se seguirán basando en la oferta y la demanda
¿Cómo cambiará la oferta y la demanda en las ciudades entonces?
La situación actual a nivel global son ciudades grandes ampliamente pobladas y con una migración hacia ellas, no solo del campo si no también de ciudades más pequeñas. El coste de vida y la dureza de estas grandes ciudades es compensada con la gran demanda de trabajo y el potencial de promoción profesional y también personal (sin despreciar la oferta de ocio). Encontraremos excepciones, por supuesto, pero esta es la situación general. Núcleos urbanos como Nueva York, San Francisco, Londres, París, Shanghái, ... o en España Madrid o Barcelona.
Ciudades sin coches y ecológicas
Esta opción ha cogido mucha fuerza durante la cuarentena ya que todos nos hemos visto alegremente sorprendidos como la calidad del aire, la luz y el aumento de calidad de vida tras la casi desaparición de los vehículos de las calles y carreteras.
La movilidad con vehículo propio define las posibilidades que se pueden alcanzar de toda la oferta de las ciudades, y se convertirá en pieza clave al perder atractivo el transporte público como foco de transmisión de enfermedaes. La eliminación o reducción de alcanzar dicha oferta, motivará la mudanza a otra ciudad (o incluso pueblo) que si que lo permita u obtener dicha oferta a un precio menor. Por ejemplo, si vivo en Barcelona y el coste de ir a una población con mi vehículo no es asumible (tanto económica, como en tiempo o emocional - pasar tiempo en atascos) dejaré de vivir allá o por lo menos exploraré otras opciones.
La actual calma es algo temporal que finalizará cuando volvamos a la nueva normalidad, los horarios de entrada y salida (colegios, guarderías, trabajo,...) concentran a casi toda la población en franjas de tiempo concretas. Los vehículos propios son la forma más segura de transporte para evitar los contagios y su uso se focaliza en periodos de tiempo muy cortos y concretos para casi todas las personas. Ya se han anunciado peatonalizaciones y reducción de carriles cómo muestra de la volutad de quitar vehículos y recuperar la ciudad para la persona. Para que la situación actual se mantuviera habría que reducir a la mitad o más el parque móvil motorizado de cualquier ciudad y redefinir muy claramente los horarios para evitar congestiones. Una sin la otra no funcionará.
¿Querremos vivir en ciudades congestionadas siempre que salgamos de casa?
El teletrabajo ha venido para quedarse,
esto elimina las ventajas de vivir en núcleos urbanos y su proximidad al puesto de trabajo. En contrapartida, convierte tu puesto de trabajo en algo mucho más competitivo y difícil de conseguir ya que habrá mucha más gente la que puede acceder.
¿Conseguiremos convertir otras ciudades en núcleos competitivos de trabajo-vida?
Este era el mantra que vino con internet hace más de 10 años y la tendencia ha sido la contraria. No se puede negar que iniciativas y negocios han podido prosperar (el ejemplo más claro son las casas rurales) pero la tozuda realidad nos dice que el talento y la juventud ha emigrado a ciudades más grandes y que el tejido industrial se ha ido estableciendo sobre núcleos industriales bien definidos también (encontraremos excepciones llamativas como Arteixo en España, sin embargo la tónica general es crecimiento en grandes núcleos).
Ya han habido iniciativas con éxito (link bajo) que nos dicen que ésto es posible, no obstante se debe poder replicar un entorno o estructura que emule, dinamice y asegure tanto la cantidad como la calidad del trabajo generado. La clave, las personas.
¿Cómo serán las ciudades?Honestamente, no lo sabemos.
El covid 19 ha modificado la forma en la que vamos a vivir y las grandes ciudades actualmente han perdido una gran atracción en su oferta tanto lúdica como laboral. Mi predicción va por dos conjuntos, aquellos que puedan defender y prosperar en un entorno de competitividad creciente abandonarán las grandes ciudades, por otro lado el talento joven seguirá emigrando en masa a dichas ciudades persiguiendo lo que sus anteriores consiguieron en dicha migración, más oportunidades pero dudo que con el mismo grado de realización.
¿y tú que piensas? ¿Cuál es tu situación? ¿Te ha gustado el artículo?¿Te ha ayudado a pensar en tu futuro?¿Te he quitado miedo sobre el futuro que viene ? espero tus comentarios.