Las seis claves del activismo corporativo
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Las seis claves del activismo corporativo

El activismo, como herramienta para el equilibrio de poderes e intereses, o como la vía que ciudadanos y organizaciones puedan hacer valer su posición para aportar soluciones a los problemas del entorno, se encuentra viviendo una transformación. Antes, los únicos con la capacidad de ser activistas eran los movimientos globales bien organizados que, entre otras cosas, alcanzaron lograron adquirir algunos de los derechos con los que vivimos actualmente.

Lo anterior, sumado a la globalización, al avance de la internet y al surgimiento de las redes sociales, ha significado desafíos sobre el dimensionamiento de las nuevas formas de movilización a favor de una causa: la dicotomía entre la participación de la conversación digital y la toma de acción para generar cambios, la confluencia y sobreposición de opiniones sobre temáticas afines, y respecto al impacto o no que este tipo de movimientos pueden tener en la licencia social para operar, según se explica en el informe “Transformación del Activismo”, elaborado por LLYC .

Estamos en un contexto en el que casi que cualquier actividad humana y/o empresarial puede ser llevada al escrutinio público, de allí que la gestión de estos movimientos desde la visión corporativa esté dando un paso adelante para entender qué es lo que pasa afuera, encontrar formas para conectar mejor con la sociedad y poner en marcha acciones que dinamicen conductas sociales, abran espacios de diálogo e inviten a otros a sumarse a sus causas.

Esta nueva visión implica la apertura a una actitud más activista por parte de las marcas y las organizaciones, pero también el uso de herramientas como el Deep Learning (Big Data) para extraer, analizar y accionar elementos estratégicos para la gestión del activismo corporativo y la movilización, a través de las siguientes claves: 

  1. Ejercer el liderazgo y huir del protagonismo, reconociendo a los líderes de algunos movimientos, las comunidades que inspiran y entender qué es lo que les ‘duele’ para encontrar puntos en común.
  2. Trabajar una narrativa amplia que permita afrontar el objeto de la campaña desde múltiples enfoques, sumando esfuerzos con puntos de vista que impacten en las comunidades.
  3. Contribuir al debate social en momentos de cambios.
  4. Analizar si la conversación ha trascendido ampliamente o si está concentrada únicamente en comunidades activistas que se retroalimentan, esto podría ayudar a comprender la relevancia de un tema desde la colectividad.
  5. Descifrar cuáles son los mensajes y cómo se reciben para tomar decisiones de gestión que aporten a esas macro preocupaciones o incluso, que den sustento de evaluación para saber si ese es un tema a impulsar.

Sin duda, el activismo cambió y seguirá transformándose, la clave para entenderlo, sumarse y construir es el uso de las nuevas tecnologías. El momento lo es todo, tener claro cuándo resulta oportuno poner en marcha un plan, cuándo no hacerlo, qué riesgos implica o qué oportunidades, marca la diferencia.

El informe completo puede consultarse aquí.

Sobre LLYC

LLYC es una firma global de consultoría de comunicación, marketing digital y asuntos públicos que ayuda a sus clientes a la toma de decisiones estratégicas de forma proactiva, con la creatividad, innovación y experiencia necesarias, y a su ejecución, minimizando los riesgos, aprovechando las oportunidades y siempre considerando el impacto reputacional. En el actual contexto disruptivo e incierto, LLYC contribuye a que sus clientes alcancen sus metas de negocio a corto plazo y a fijar una ruta, con una visión a largo plazo, para defender su licencia social para operar y aumentar su prestigio.

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