Liam Echavarría Molloy

Liam Echavarría Molloy

FENOMENOLOGÍA DEL MATRIARCADO, EL LADO IZQUIERDO DE LA VIDA



FENOMENOLOGÍA DEL MATRIARCADO. EL LADO IZQUIERDO DE LA VIDA.

FENOMENOLOGÍA DEL MATRIARCADO.

Que nos gobierne una mujer, como presidente o como reina no quiere decir que hallamos desarrollado una línea del matriarcado. El matriarcado es mucho más que el poder de un gobierno. El matriarcado es una forma de vida, una forma de concebir la herencia y una forma de organizar la vida misma, la civilización misma.

" Un primer dato en el que se verifica el universo mental ginecocrático es el privilegio de la parte izquierda sobre la derecha" nos declara J. J. Bachofen. El hemisferio izquierdo del cerebro rige el desarrollo del lenguaje y del habla, las ideas matemáticas, de la lógica y de la memoria.

Luego Bachofen nos ofrece " el primado de la noche sobre el día, nacido de su regazo", de la luna sobre el sol, el calendario lunar como parámetro para medir el tiempo, la oscuridad y la preservación del misterio en los cultos. " El mayor culto ofrecido a la luna más que al sol, la preferencia mostrada por la tierra concipiente más que por el mar fecundante, por el oscuro lado de la muerte en la naturaleza más que por el luminoso del ser, por los muertos más que por los vivos, por la tristeza, el duelo o luto, más que por la alegría, son otros tantos rasgos de esa concepción que se reconocen sobradamente como facciones distintivas del período matriarcal".

"En el cuidado de los frutos de su cuerpo aprende la mujer, antes que el hombre, a desplegar su amor y cuidados más allá de los límites de su propia persona y a dirigir todo el talento creador que colme su espíritu al sustento y embellecimiento de otros seres" Estos cuidados son la base del desarrollo de la cultura, de ellos procede toda buena obra en la vida, toda entrega, todo cuidado y todo duelo final" suma Bachofen al espíritu femenino.

Por otro lado, constata la arqueología un periodo sin armas y sin murallas, aproximadamente hasta el 3000 años AC, lo que abona la tesis de Bachofen que en el matriarcado prolifera de pacifismo: " En los estados matriarcales ese aspecto del principio materno alcanzó multitud de expresiones variadas y obtuvo incluso un reconocimiento formulado jurídicamente. En él se funda el principio de libertad e igualdad universales, que a menudo, encontramos como rasgos esenciales de la vida de los pueblos ginecocráticos, y a él se debe también la Philoxenia u hospitalidad, el visceral rechazo de limitaciones opresoras del cualquier tipo y el significado.... sympatheia o simpatía ilimitada que abraza sin distinción a todos los miembros del pueblo". No es poco hablar de libertad, igualdad, hospitalidad, simpatía, el rechazo de la discordia.

" Hay que sumar también a sus características propias, la imposición de castigos a los causantes de ocasionar daños corporales a los demás, incluso a los animales.

"Plenitud que la vida agrícola ofrece al amparo de la madre, estas imágenes corresponden a una felicidad perdida, sustentada siempre por el dominio del matriarcado y remiten a aquellas archeia phyla gunaikon ( generaciones primitivas de mujeres) con las que desapareció la paz sobre la tierra." agrega Bachofen.

Por otro lado nos dice que " La mujer dada la orientación de su espíritu hacia lo sobrenatural y divino, hacia todo aquello que se resiste a la mera legalidad positiva y hacia lo prodigioso, ha ejercido siempre un enorme influjo sobre el sexo masculino y sobre la formación y texturas de pueblos" y se apoya en Estrabón para decir que siempre ha sido la mujer la que ha transmitido la Deisidaimonia, o "temor a los dioses". " Al amor fuerza física del hombre, la mujer opone el poderoso influjo de su sacralidad religiosa, al principio de fuerza opone el de la paz, al de enemistad cruenta el del perdón, al odio opone el amor, y sabe así conducir al hombre salvaje sin ley de los primeros tiempos, por la ruta de un mundo de costumbres apacibles y amables, en cuyo centro ella reina como portadora del principio supremo como revelación del dictado de la divinidad". Resumiendo las propias palabras de un hombre amante de la espada y del poder de la misma, don Leopoldo Lugones que declara que " es la mujer quien civiliza". El complejo del matriarcado congrega, la tierra, la luna y el toro, será reemplazado y quizás hasta vengativamente reemplazado por el complejo del patriarcado, vendrán entonces el cielo, el sol y el león.

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