Liderazgo y engaño: Abordando el narcisismo y la psicopatía en el trabajo

Seguramente te estarás preguntando qué tienen que ver el narcisismo, el engaño y la psicopatía en el ámbito laboral. 

Más de lo que te imaginas y te lo cuento. 

El narcisismo y la psicopatía integrada en el ámbito laboral representan un desafío complejo, una realidad invisibilizada y muchas veces encubierta, por omisión o por desconocimiento.  

Las personas narcisistas o consideradas como psicópatas integradas suelen ser -sobre todo en el espacio de trabajo- exitosas, carismáticas, en algunos casos divertidas y dan excelentes resultados. Sus características resultan valiosas en un mundo en el que se confunde el liderazgo con la imposición y en donde la creación de equipos de trabajo y resultados positivos para la empresa u organización muchas veces encubren la manipulación de la persona que ejerce el liderazgo. (Hablaré en masculino porque los narcisistas malignos, psicópatas integrados y personas con trastorno narcisista de la personalidad son en su mayoría hombres, pero existen mujeres también.) 

¿Qué es el narcisismo? 

De acuerdo con Iñaki Piñuel, uno de los expertos en la materia, el trastorno narcisista de la personalidad es un desorden en el que las personas presentan un sentido extremadamente elevado del yo, así como una necesidad excesiva y constante de admiración o atención  y una falta de empatía hacia las necesidades y sentimientos de los demás.

Los psicópatas integrados no son, como suelen pensar muchas personas, los Hannibal Lecter del mundo. De hecho, suelen ser lo contrario y pasan completamente desapercibidos. Son absolutamente normales, inclusive pueden ser divertidos, parecer amables y no tener rasgos visiblemente preocupantes, al menos a primera vista. Su falta de empatía, respeto por los demás y carencia de sentimientos y emociones no son visibles. Por ello se les dice integrados, están integrados a la sociedad y a su entorno. 

En el ámbito laboral, el abuso narcisista o psicopático se conoce como mobbing, en donde la persona líder abusa de sus colaboradores, subordinados y colegas. El abuso es sutil y por ello es tan difícil de detectar. Es más fácil observarlo en el comportamiento y cambio de actitud de las víctimas, que sin razón aparente, empiezan a manifestar ansiedad, tristeza o depresión, cambio de ánimo, no duermen, reaccionan a todo, empiezan a tener una estima profundamente disminuida y a dudar en todo de sí mismas.  El abuso es tan paulatino y sutil que difícilmente puede reconocerse como violencia y a las víctimas se les cuestiona “por no aguantar la presión del trabajo”, por “tener la piel muy sensible” y empieza a cuestionarse su capacidad, responsabilidad, compromiso laboral, entre otras cosas. 

Los narcisistas en el trabajo suelen tener comparsas en el abuso, personas que sin saberlo actúan como sus “monos voladores” o verdugos indirectos porque son sus “amigos o amigas”, están de acuerdo en que la víctima es incapaz y no aguanta sus bromas o sarcasmo y es una persona inadecuada para el puesto o posición que tiene. Están absolutamente inconscientes de la manipulación de la que están siendo objeto y desconocen que están trabajando para la agenda encubierta del líder narcisista. Dice Piñuel que "Los psicópatas si tienen que quitar a alguien de en medio lo hacen porque no tienen conciencia moral".

Así como se ha determinado el costo emocional, social y financiero que el abuso y acoso sexual tienen en el entorno laboral, es necesario empezar a visibilizar este tipo de abuso para reconocer el costo multidimensional que tiene para las personas y para las organizaciones o espacios laborales.

¿Cómo impactan el clima laboral?

Lo hacen de muchas maneras. Para empezar,  generan un clima laboral tóxico, fomentando la competencia desleal, la manipulación y la falta de reconocimiento genuino del trabajo en equipo. Solamente sus “favoritos” -léase personas útiles en el momento- serán reconocidas o formarán parte de su círculo cercano. Pueden llegar a formar equipos “ganadores” pero las personas que viven el abuso difícilmente lo darán a conocer por los resultados del grupo y el reconocimiento de quien está a la cabeza. Piensan que nadie les va a creer...y es muy probable que así sea.

Muchas veces no se les reconoce porque pueden tener rasgos encantadores, carismáticos y divertidos y suelen ser profundamente eficaces en la obtención de resultados, pero su comportamiento en realidad oculta una agenda personal egoísta y una tendencia a desvalorizar a los demás.

Como decía,  a pesar de sus logros y carisma, estos individuos suelen ser sarcásticos, evitan asumir responsabilidad por sus acciones y pueden ser críticos y despectivos en privado. Ellos jamás tienen responsabilidad de nada y encuentran los argumentos precisos para justificar cualquier error o atropello de su parte y tienen inmenso talento para desviar la atención hacia otras personas y quitarse el foco de sí mismos cuando esto les conviene. Su comportamiento puede ser difícil de identificar debido a su inteligencia, éxito superficial y habilidades sociales.

¿Cómo se puede evitar el impacto de estas personas en el ámbito laboral?

1. Observar y analizar.  Prestar atención a las inconsistencias entre el comportamiento público y privado de estos individuos. Siempre, siempre, hazle caso a lo que hacen y no a lo que dicen. Suelen ser súper hábiles hablando. Son expertos en hacer marketing de sí mismos, le venden hielo a los esquimales y se venden maravillosamente bien. Observa su comportamiento, no sus palabras.   
2. Fomenta una cultura de transparencia y respeto. Es importante impulsar entornos laborales en los que se valoricen e impulsen la honestidad y el respeto mutuo. Las áreas de Recursos Humanos pueden ser aliadas en este sentido y las personas que ejercen liderazgo integral, empático y respetuoso, también.
3. Desarrollar liderazgos emocionalmente inteligentes. Capacitar a líderes y empleados en habilidades de inteligencia emocional para mejorar la detección y el manejo de estos comportamientos. Es importante enseñar a validar la experiencia de las víctimas de abuso y evitar brindar a las personas narcisistas herramientas psicológicas de manipulación, porque es lo que hacen cuando reciben esta capacitación o llegan a ir a terapia.
4. Brindar psicoinformación. Esto puede hacer la diferencia entre la salud mental y en muchos casos, la muerte para las víctimas.  La información es poder y es también un salvavidas. 
5. Generar mecanismos intraorganizacionales de atención a las víctimas y tener herramientas legales para acotar o despedir a quien ejerce este tipo de violencia. Hay países en el mundo en los que se está abogando por llevar el abuso narcisista al terreno de lo penal. 

Si conoces a alguien que esté viviendo esto o eres tú, busca ayuda. ¡No estás sola o solo y no, repito, no estás loca! Lo que estás viviendo es real y que nadie más vea el comportamiento abusivo de quien lo ejerce no quiere decir que no exista. Habla de la capacidad manipuladora de quien lo hace. 

Lo primero que tienes que hacer es ponerte a salvo. Busca apoyo especializado en abuso narcisista y si tienes dudas, empieza por informarte. Iñaki Piñuel con sus libros Amor Zero y Liderazgo Zero son un buen punto de partida, igual que la Dra. Duvarsula Ramani. La psicoinformación puede salvarte la vida. 

Reconocer y manejar el narcisismo y la psicopatía integrada en el trabajo es esencial para mantener un ambiente laboral saludable y productivo. Aunque estos individuos pueden ser desafiantes y difíciles de detectar, con las estrategias adecuadas y un enfoque de respeto, empatía, transparencia y educación emocional en la cultura organizacional, es posible mitigar su impacto negativo.

¿Te ha pasado o conoces a alguien que lo haya vivido?

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Claudia Calvin https://linktr.ee/claudiacalvin