¿LIDERES NARCISISTAS O LÍDERES ASERTIVOS?

La historia del narcisismo es mucho más antigua que cuando Ovidio, gran poeta griego, en su libro “Metamorfosis”, 43 años antes de Cristo, lo convirtió en el mito del Narciso, el joven enamorado de sí mismo y de la ninfa Eco, condenada a repetir lo último que oía. Cuenta que, en el bosque, Narciso preguntó: “Hay alguien aquí? Y Eco respondió: “aquí, aquí”. Luego él gritó: “Ven” y Eco salió dentro de los árboles, con los brazos abiertos, diciendo: “Ven, ven”. Narciso, entre hilarante y pretencioso, le negó su amor. Luego, ya frustrado por no poder besar ni abrazar su propia imagen reflejada en el rio, dejó de atender sus necesidades básicas y fue muriendo lentamente... De allí viene el nombre de la flor “narciso”, es bella y también maloliente.

Pareciera que el narcisismo es una metamorfosis heredada desde el gorila macho alfa, pasando por el orangután hablante, el cacique fuerte e indoloro, el siglo de los emperadores de linaje, los reyes de sangre azul, hasta los dictadores de hoy y los gerentes látigo, profesores chupeta de ajo, religiosos escogidos por los dioses, brujos poseídos por satanás y parejas brabuconas, donde la patología se hace presente.

Freud, Jung y otros muchos han concluido que el enfermo narcisista tuvo una infancia repleta de abandonos, abusos, rechazos y represalias; su discurso interior lo atiborra, lo apresa y lo tortura con los NO VALGO, NO PUEDO, NO SIRVO, NO SOY. Por eso, su inseguridad e inestabilidad psicoemocional han de ser sublimadas y recompensadas sin importar los extremos: adorado por su altruismo y sacrificios u odiado por sus maldades e impiedades. Es un niño herido que aprendió a herir y un niño despreciado que sabe despreciar. Es más, puede llegar a ser un líder que aboga por los pobres matando a los ricos o empresarios que esclavizan a los obreros con el disfraz del beneficio salarial.

El narcisismo es tan complejo que la persona pequeña y fea sublima su angustia buscando a gente alta y bonita; el rey necesita de súbditos, el loco requiere de seguidores; el gerente exige aduladores. Sus lemas: “El que no este de acuerdo conmigo está equivocado” “¡Nadie es más feo o bonito que yo!”.

Mientras el narcisista vive enfermo de rabia, envidia y venganza, el Líder asertivo disfruta de autonomía y seguridad. Son elocuentes las etimologías de ambas palabras.

Asertividad significa: Dentro de mi inconsciente yo no soy tú.

Seguridad invoca: dentro de mi inconsciente yo me gusto.

Y cuando las dos se conjuntan en saludable libertad, ese Líder (en mayúscula) asertivo y seguro esta preparado para DIRECCIONAR SU NOMBRE que es la traducción más precisa del vocablo Autonomía...

Mientras el líder narcisista regaña, ofende, humilla, frustra, discrimina y persigue a los opositores, pensando en las próximas elecciones; el Líder asertivo acompaña, estimula, respeta, motiva, aglutina y discierne las ideas contrarias, pensando en las próximas generaciones.

Claro, es obvio que estamos hablando de las diferencias sustanciales que existen entre los cerebros primitivo, límbico y prefrontal. El problema se radicaliza mucho más cuando los primeros se enferman de narcisistas y no le permiten al neo córtex focalizarse y solucionar los problemas sin atacar a las personas que es normal para el Líder asertivo.

Antes y después de Ovidio el narcisismo permanece campante; sus rabias, envidias y venganzas aprovechan la sumisión del cerebro primitivo y convencen a jóvenes incautos y hermosos para pelear por territorios, fronteras, zonas limítrofes, millas marítimas, en nombre de los mil dioses antiguos, recientes o futuros que los dirigen...

Se necesita mucha Psicolingüística para hacerlos entender que nuestro planeta Tierra es nuestro único hogar, que Dios es más grande que todas las religiones juntas y nos dio la Vida para que los narcisos mejoren sus aromas y cada terrícola es único, universal e irrepetible. Mientras no usemos el neo córtex, con su potente capacidad reflexiva, critica, rebelde y nada sumisa seguiremos sufriendo de tantas guerras “santas” diezmando a esas miles de mariposas con sus alitas oxidadas. ¿Cómo está el liderazgo de tu organización?

Siempre Amigo, Dr. Nelson Torres Jiménez.-