Lo aprendí en TikTok

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Uno de los mayores debates de padres y educadores siempre ha estado en qué aprenden sus hijos a través de las redes sociales. Pero mientras ellos siguen debatiendo resulta que los jóvenes, los niños incluso, están aprendiendo cosas a través de la plataforma social TikTok. Ahora, tal vez lo que están aprendiendo no necesariamente sea lo soñado y lo ideal para nuestra sociedad desde la cuarta revolución.

Aprenden cómo ser millonarios a través de negociaciones tipo bolsa, aprenden también cómo disimular el estar ausentes durante sus clases virtuales, aprenden a preparar cafés, aprenden bailes, aprenden una serie de habilidades que tal vez les sirvan en términos de relacionamiento social.  

¿Pero qué pasa con el propósito de fondo de lo que entendemos como educación? Acá una de las preguntas fundamentales es ¿para qué educamos? ¿Para qué existen las instituciones educativas de todos los niveles? 

El fondo realmente está en el desarrollo de criterio. ¿Esto qué significa? Que realmente no deberíamos estar pensando en una formación memorística o de aprendizajes de conceptos específicos o fórmulas específicas. Todo ello ya lo encontramos a través de los buscadores. 

Realmente de lo que se trata la educación es de desarrollar criterio para la toma de decisiones coherentes con los intereses personales y el desarrollo personal y profesional que se espere. Pero sobre todo coherentes, éticas y correctas en términos de la sociedad y las implicaciones que tienen nuestras decisiones frente a nuestras propias vidas y las de otros.

Tal vez lo que ha pasado en estos momentos y tal vez la alta deserción o el desinterés, la apatía que pueden mostrar muchos niños y jóvenes frente a los procesos de educación mediados por instituciones educativas “tradicionales”, esté relacionado no solo con la desactualización que se da en muchos de los programas promovidos por ellos, atado por una cadena de factores incluyendo el tema de acreditación, de validación, etc. Sino que tal vez sea un tema de comunicación.

Tal vez estamos comunicando mal el valor de la educación. Tal vez no estamos haciéndole saber a los jóvenes y a los niños para qué los queremos formar. Y al final no se trata de una decisión y un interés de los mayores y los adultos. Se trata realmente de cómo se le agrega valor a ellos.

Aprender en TikTok no está mal. Lo que sí necesitamos repensar es qué es lo que están aprendiendo y fundamentalmente cómo la educación aporta a el desarrollo de criterio de cada uno de estos muchachos.

* Analista de tendencias digitales y fundadora del Centro Latinoamericano de Digital para el Desarrollo.