¡Lo malo no puede terminar, hasta que lo bueno comience!
Texto: Alvaro Izaguirre.
En contraposición semántica del titulo de este articulo, se podría afirmar también que ¡lo bueno no puede comenzar, hasta que lo malo termine!
No es que la vida sea prueba y error, sin embargo siempre existe la posibilidad de enmendar el camino, de reparar los daños causados, a veces no es fácil, y no está en las manos propias poder hacerlo, pero hay que intentarlo.
La primera opción debería ser, la actitud que tuvo María, madre de Jesús, cuando faltó el vino en las bodas de Caná de Galilea, inmediatamente recurrió al único ante quien podría encontrar "Gracia" para obtener lo sobrenatural.
Cuando las cosas no salen como pensamos, es tiempo de entender de que debe haber un propósito detrás de ello, y que a veces es necesario recomenzar las cosas, por doloroso que parezca.
Existe una promesa en la biblia en Joel 2:25. “Entonces los compensaré por los años en que devoraban la langosta, el pulgón, el saltón y la oruga, mi gran ejército, que envié contra ustedes".
¡Se dan cuenta! es DIOS mismo, prometiendo que propiciará momentos para aprovechar las oportunidades perdidas.
La desobediencia trae consecuencias graves, pero quiero recordar otra promesa situada en 2a. de Timoteo 2:15. “Fíate de Jehová de todo tu corazón; y no te apoyes en tú propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
El proceso no será de la noche a la mañana, pero nadie que confié en Dios quedará avergonzado.