Lo primero a tener en cuenta al emprender mientras somos empleados

¿Emprender o "dejar de trabajar"?

Lo primero que tenemos que comprender es si realmente se quiere emprender, o bien, lo que está sucediendo es que no queremos trabajar más de eso que estamos trabajando. Esto es clave. Puede pasar que estemos agotados del empleo actual, de las mismas reuniones, las mismas tareas, el mismo salario, etc. Podríamos estar teniendo conflictos como viajes y tiempos, clima laboral o que simplemente, un ciclo haya llegado a su fin. Entonces, la primera pregunta que tenemos que plantear es ¿realmente quiero emprender, o lo que me está molestando es mi situación actual, en este contexto?

¿realmente quiero emprender, o lo que me está molestando es mi situación actual, en este contexto?

Esta pregunta, desde el autoanálisis, será muy beneficiosa para no caer en la clásica frase "no quiero trabajar más". Ese no es el disparador de una persona emprendedora. Si alguien no quisiera trabajar más, renuncia y su problema está resuelto. Ahora bien, esa persona dirá "no puedo renunciar, porque no podría subsistir". Entonces, el problema no es el trabajo en general, es en lo que actualmente se está trabajando. El impulso a emprender no debería venir desde lo negativo, desde la emoción de odio, resentimiento o cansancio.

Lo primero a tener en cuenta

La clave es determinar el motivo principal de emprender. ¿Qué es lo que realmente se quiere, por lo que emprender es una opción superadora a tener un empleo? Observemos que de esta pregunta surgirá una frase en positivo, es decir, lo que sí se quiere. Esto es fundamental, y al mismo tiempo, lo más desafiante para la mayoría de las personas. Este deseo profundo de lo que se quiere emergerá de una Misión personal, de lo que se quiere hacer en el mundo, de la razón de ser de esa persona.

Teniendo este deseo y una Visión de lo que se quiere comenzaremos a mover todo lo que haga falta para comenzar en el mundo del emprendimiento. Muchas veces esto es potenciador si es acompañado desde un acompañamiento profesional, como por ejemplo, un proceso de coaching, que permita a la persona descubrir, o redescubrir los valores sobre los cuales quiere edificar ese nuevo futuro, y de allí en adelante, aplicar las acciones consecuentes con ello.

No emprender luego de renunciar

Un error puede darse es renunciar para emprender, cuando no se tiene absolutamente ni idea del negocio que se quiere construir. Emprender lleva un tiempo y dedicación, disciplina, paciencia, resiliencia y otras características distintivas pertenecientes a ese ámbito particular. La idea es tener esta claridad antes de dejar el empleo. No es necesario (aunque muy aconsejable) tener el 100% del emprendimiento ya funcionando mientras se está en el empleo actual. Lo que sí es fundamental es entender algunas cuestiones básicas mucho antes de renunciar. ¿Qué es emprender? ¿A qué emprendedores conozco que me puedan dar su mirada, contarme su experiencia? ¿Mi emprendimiento será rentable? ¿Mi idea es válida? ¿Qué habilidades requiero? ¿Qué nuevos hábitos tendré que incorporar? Son solamente algunas pocas preguntas que es apropiado comenzar a preguntarnos, antes de renunciar.

Un error puede darse es renunciar para emprender, cuando no se tiene absolutamente ni idea del negocio que se quiere construir.

Abordando estas preguntas podremos diseñar, en el tiempo que nos queda hasta renunciar, el camino a adquirir esta nueva "forma de ser" que deberemos adoptar. Se trata de "vivir" como si fueses una persona emprendedora desde antes de serlo al 100%. Hay una frase en inglés que dice "Fake it till make it" (haz como si fuera cierto, hasta que lo sea). Además, hay muchas habilidades que se pueden aprender mientras se está todavía en el empleo actual y pueden ser practicadas en el mismo. Por ejemplo: para ser emprendedor, por lo general, se debe desarrollar habilidades de comunicación, ventas, presentaciones, habilidades tecnológicas, oratoria, negociación, administración, entre otras. El empleo en el que estés actualmente puede ser tu "campo de pruebas". Imagina que hay que hacer una presentación de algún proyecto, puedes ofrecerte para hacerlo, aún cuando no es lo que haces habitualmente. De esa manera irás probando las nuevas habilidades en vivo. Esto además, aumentará tu autoconfianza y motivación.

El camino hacia la renuncia

La importancia de ir confeccionando una "forma de ser" específica, la de una persona emprendedora, tiene como objetivo desprenderse en algún momento del empleo actual y dedicarse al nuevo negocio. Y aquí hay algo fundamental a destacar: todo hábito no cultivado que se tenga durante el empleo, se mantendrá en el emprendimiento. Por eso es clave ir "fabricando" de antemano a esa persona que necesitamos ser. Por ejemplo, en las finanzas, si no tenemos un orden cuando las finanzas son "estables", es decir, ingresa un flujo constante todos los meses, ¿cómo podríamos esperar que podamos ser organizados con flujos mucho más complejos o incluso inexistentes, si así fuera el caso? En este punto, contar con un Fondo de Emergencia puede ser clave para un emprendedor.

Cuando tengamos que vivir de un negocio, se estará librado a muchas variables, y una gran cantidad de estrés, y ahí es donde tenemos que tener la mente clara, con el objetivo pensado, con la misión y visión establecida. Te invito a leer mi artículo ¿Por qué es importante definir tu Visión Personal?

...si no tenemos un orden cuando las finanzas son "estables", es decir, ingresa un flujo constante todos los meses, ¿cómo podríamos esperar que podamos ser organizados con flujos mucho más complejos o incluso inexistentes, si así fuera el caso?

Mientras nos dirigimos hacia el día de la renuncia, tendremos que ser muy buenos administradores del tiempo. En primer lugar, porque no tenemos mucho tiempo disponible, ya que seguimos trabajando en relación de dependencia. Por otro lado, sirve de entrenamiento cuando seamos emprendedores, ya que saber administrarlo será clave. Si comenzamos a practicar antes, podremos saber cuán productivos podríamos llegar a ser por ejemplo en una hora, en dos horas. Mientras estemos en el empleo todavía, esos espacios tienen que ser productivos. De esta manera, cuando llegue el momento de emprender, estaremos entrenados para ser productivos en espacios de foco. Y esto no es un dato menor, porque al final de cuentas, uno de los objetivos de emprender es contar con espacios de tiempo que hagan a una nueva y mejor calidad de vida.

Conclusiones

Emprender viene siendo para muchos una expresión de deseo, para otros, una realidad. Hay personas que no lo ven posible, otras no lo ven necesario. Todas las visiones son válidas. Si estás pensando en hacerlo, es al menos interesante detenerte un momento a tener estos puntos en cuenta y tomar mayor impulso para lograr ese sueño de ser emprendedor/a.

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