Lo que no imaginé al viajar

Es impresionante ver cómo hasta que no vivimos las cosas, no las creemos ni entendemos completamente. Más de un año tenía sin viajar, sin tomar un “descanso”, la rutina era la misma de lunes a sábado; siempre ocupado, siempre haciendo algo. Por mi cabeza no pasaba el tomar unos días donde pudiera relajarme y aquietarme…

Lo curioso del caso es que lo que aprendí surgió de un viaje inesperado; debía cumplir con ciertos compromisos laborales en otro país, y lo que nunca imaginé fue que el estar unos días alejado de la rutina constante me iba hacer tanto bien, tanto a mí como a mi empresa. Me explico…

El estar una semana fuera de casa y de mi rutina laboral (por cuestiones de horario también), me dio tiempo de pensar. Pensar en muchas cosas tanto personales como profesionales y reorganizar mis actividades, mis planes y mis compromisos de una manera efectiva. Este tiempo me permitió meditar en aquello que debo hacer para alcanzar los objetivos, en definir mis prioridades y por supuesto, evaluar aquellas cosas que debo cambiar o desechar sí estan siendo obstáculo en el camino.

 Sinceramente, antes pensaba que el tomar unos días diferentes y cambiar de ambiente iba afectar negativamente mis proyectos y planes. Sentía que estaba perdiendo tiempo y dinero. Ahora, puedo ver ese dinero que puede emplearse en un viaje como una inversión, una inversión a la “mente maestra” de la empresa, pues comprendí que antes de hacer es necesario pensar y crear, y eso sucede precisamente en la mente.

Es importantísimo dar paso a la creatividad y para ello necesitamos una mente descansada y renovada, así como una maquina necesita carga para funcionar correctamente, así también he comprendido que nuestro cuerpo necesita tiempo para recargar energías. Definitivamente una mente agotada no logrará ver el panorama completo para así reorganizarse y trabajar en función del objetivo.

Generar ideas, las cuales son la base de todo proyecto es algo que solo una mente recargada y descansada podrá lograr. Así lo aprendí y así lo comparto. ¡Éxito!