Lo que “King the Land” le enseña a tu empresa

Lo que “King the Land” le enseña a tu empresa

¿Qué tienen en común las series The Crown, Club de Cuervos,  King the Land y la película la casa Gucci? 

¡Todas son empresas familiares, incluyendo la monarquía británica! Comparten dinámicas parecidas, aunque con soluciones y destinos distintos. ¿Has visto alguna de ellas? Tienen mucho que enseñarnos en el tema. 

Porque para voltear a ver a la empresa, hay que voltear a ver a la familia y a sus conflictos.

En algunas de esas series vemos cómo algunos continúan con el legado. Otros pierden sus empresas por la falta de valor para enfrentar el conflicto. Están los que llegan al poder a los 74 años. Los que despilfarran herencias. Y los que están a la mitad, en el plan de sucesión. Sin olvidar a aquellos fundadores, que confían tanto en sus parientes, que prefieren dejarlo a la suerte cuando ellos ya no estén, heredando problemas… 

Hoy me enfocaré en la serie “King the Land”,  cuya historia se desarrolla en Seúl, en un hotel de lujo llamado “Hotel King”, una empresa familiar compuesta por el padre y dos medios hermanos. La hija mayor está al frente del grupo, cuando el menor regresa de Inglaterra, donde estudió por años. 

Lo primero a resaltar es el conflicto entre hermanos por no ser hijos de la misma madre, lo que los lleva a una lucha interna por el negocio, sumada a la competencia que genera el padre entre ellos, por su deseo de controlar sus vidas. Y ambos hijos, queriendo el amor del padre, y pensando que solo lo van a obtener a través de la “presidencia del grupo”. ¿Te suena conocido?

Alerta de spoiler: al final de la historia, cada integrante de la familia busca recuperar y reconstruir su relación, dejando atrás las rivalidades, hablando y sanando aquello que molesta. 

Esta serie refleja lo complicado que puede ser la relación entre una familia, muestra que las relaciones son complejas y que si no se resuelven dentro del círculo familiar, saldrán en el trabajo. Parece chiste, pero es anécdota, porque lo he visto constantemente en los negocios familiares. Justo para esto existe el Consejo de familia, para llevar a la mesa esos conflictos familiares que no son resueltos y dejar en el Consejo de administración lo que sí es de la empresa, como los planes de crecimiento y hacer que sucedan las cosas.  

El “ideal” de familia ha cambiado a lo largo de los años, ha evolucionado. Antes, en la foto de familia se podía ver al padre, la madre y dos hijos o hijas sonriendo. Ahora pueden ser dos padres e hijos de parejas anteriores y los propios, tener dos madres o dos padres (LGTBIQ+ ), o una abuela y una nieta o una tía y su sobrina. Simplemente, pueden ser un grupo de amigos que se ha acompañado durante toda la vida y se han vuelto familia. ¡Las posibilidades son infinitas! Ahora hay diversidad en las familias. 

Entonces, ¿por qué siguen apareciendo en las familias, fundadores o sucesores que quieren que todos sus hijos/primos/parientes se lleven bien? Desde mi punto de vista, historias como las series que te mencioné al principio, se repiten en la vida real porque aún falta la cultura de aceptar la diversidad familiar aplicada a los negocios. Seguimos en evolución, sobre todo en México y América Latina; aún falta camino por recorrer, pero es importante tomarlo en cuenta. 

Te hago algunas recomendaciones para empieces a explorar estos temas: 

  • Específicamente, en el punto de las relaciones humanas, Imanol Belausteguigoitia Rius, en su libro “Empresas familiares, dinámica, equilibrio y consolidación”, nos habla de las relaciones y cómo afectan a las empresas y a las familias. Es un libro que debes tener de cabecera. 
  • El Dr. Alberto Gimeno, del ESADE, decía en un foro de familias empresarias, que los hijos de empresarios son los más infelices porque no pueden elegir, solo se impone el deber y los deseos de los padres. Y confirmaba que es importante encontrar la felicidad y lo que un sucesor quiere realmente. 
  • También están los “órdenes del amor”, de Bert Hellinger, creador de las constelaciones familiares. Él habla acerca de pertenencia, jerarquía y compensación. Todos los miembros de la familia pertenecen. La jerarquía, que se refiere a que los que llegaron antes tienen prioridad sobre los que llegaron después, y así es como han de ser reconocidos. Se crea desequilibrio cuando los que llegaron después, intentan ocupar el lugar de algún miembro que llegó antes,Y la compensación entre el dar y el tomar. Nos dejamos cuidar por los que nos recibieron y cuidamos y atendemos a los nuevos del sistema. Sólo así se mantiene el equilibrio. 

La primera vez que lo escuché fue de Ángel Contreras, presidente del Instituto Mexicano de Mejores Prácticas Corporativas, al escucharlo me hizo mucho sentido, ahondaré en otro artículo sobre este tema. 

No se me hace coincidencia que las empresas familiares representan entre el 85% y 90% de las empresas en México. La familia es un círculo de confianza y sostén. Y buscamos confianza en los socios. Me parece normal querer a nuestros seres queridos para crear un negocio, pero hay que superar los retos, poner límites y capacitarnos en inteligencia emocional para enfrentar los conflictos que se presentan.

Recordemos que una empresa familiar es el negocio donde participan al menos dos familiares, reciban remuneración o no, y pueden ser de cualquier tamaño: desde la tiendita de la esquina o el puesto de mixiotes de los domingos, hasta empresas como Bimbo o Televisa, por mencionar algunas. 

¿Te has preguntado qué es lo te hace estar en la empresa familiar? ¿Cuáles son las cargas? ¿Cuál es tu rol? Hoy te invito a reflexionar sobre esto: tu lugar en la empresa y cómo te sientes en ella. Compárteme tu experiencia en los comentarios.

Si no sabes por dónde empezar, yo puedo acompañarte en sesiones de coaching privado.

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