Lo que no sabias de los ácaros

Estos pequeños bichos pueden ser un dolor de cabeza para agrónomos y agricultores, pero hay algunas cosas que no conoces sobre ellos y creemos pueden sorprenderte. Después de todo, el consejo de Sun Tzu es crucial: "Conoce a tu adversario y conócete a ti mismo, y saldrás victorioso en mil conflictos". Por ello, te invitamos a conocer algunos datos interesantes sobre los ácaros.

¿En qué se parece un ácaro, una araña y un escorpión?

No, no es el inicio de un chiste, en realidad tienen más en común de lo que crees: los tres son arácnidos.

Los ácaros pertenecen a la subclase Acari, que forma parte de la clase Arachnida.  En esta familia podemos encontrar arañas, escorpiones, , e incluso garrapatas. Los ácaros se distinguen de sus familiares por ser diminutos. La mayoría de los integrantes de esta subclase alcanzan unos pocos milímetros. Por lo que no es de extrañar que el nombre de su subclase, Acari, venga del griego akarés, que significa diminuto, o que no se puede cortar.

Perciben al mundo con las patas

Una de los rasgos fisiológicos de los ácaros son sus ocho patas en fase de madurez. Estos cuatro pares de patas son de suma importancia, ya que no sólo sirven para algo más que para transportarse. Debido a que los ácaros no pueden ver, a diferencia de algunos de sus parientes que tienen numerosos ojos, tienen un conjunto de receptores sensoriales sensibles al tacto en el dorso del idiosoma (similar a su cuerpo) y en las patas. Según su morfología, estos quimiorreceptores se denominan: solenidios, famulus o eupatidios.

El fósil más pequeño es de un ácaro.

El fósil más pequeño descubierto hasta ahora es un ácaro que mide 170 millonésimas de metro. Este ácaro viajaba con una araña hace unos 50 millones de años cuando quedaron atrapados en un trozo de resina cerca del Mar Báltico. El ácaro no fue detectado hasta hace poco, gracias a la tecnología de escaneo de rayos X y tomografía computarizada. Los especialistas de la Escuela de Ciencias de la Vida de Manchester pudieron reconstruir su imagen en 3D gracias a estos avances técnicos. Cabe destacar que, a pesar de ser el más pequeño hasta ahora, no es el más antiguo. En otras resinad de ámbar se han encontrado ácaros biliares de 230 y 400 millones de años aproximadamente.

Muchos y diversos.

Los ácaros forman la subclase más diversa y abundante de todos los arácnidos. Se han descrito y registrado en todo el mundo 54,617 especies (hasta el 2020), pero se estima que hay entre 500,000 y 1 millón de especies aun no descubiertas o clasificadas. Imagínate, sólo en un metro cuadrado de suelo de bosque, podrías encontrar mas de un millón de ácaros pertenecientes a doscientas especies diferentes, algunas de ellas aun no clasificadas. Y es que estos pequeñines son un ejemplo de diversidad y adaptación. Podemos encontrar ácaros de hasta 0.1 mm hasta 10mm de tamaño, adaptados a una variedad de ambientes y alimentos.

Son el ajonjolí de todos los moles.

Dado el gran número de ácaros que existen, no es de extrañar que se encuentren en la tierra, el mar y el agua. La Antártida es el único lugar donde aún no han habitado. Los ácaros te sorprenderán si buscas lugares inusuales donde vivir. Las hojas y el cáliz de las flores de los árboles, los recovecos y grietas de las ramas y troncos, las narices de los colibríes, las orejas de las polillas, el pelaje de los gatos, conejos y otros animales, incluso las sábanas de tu cama o tu cara son lugares de residencia acogedores para los ácaros. Sí, hay ácaros en tu cara, y al menos uno de los tipos descubiertos parece estar presente en todas las personas adultas.

Ácaros en México

En México tenemos 4.8% de la riqueza mundial de ácaros clasificados. Es decir, que en el país están 2,525 especies de ácaros, pertenecientes a 5 de las órdenes de ácaros. Lamentablemente algunas especies de ácaros se han convertido en una preocupación para los agricultores mexicanos, ya que muchos algunos ácaros atacan cultivos de importancia económica como los cítricos, hortalizas y maíz.

El ácaro más famoso entre agricultores.

Tetranychus es el género de ácaros que se considera causa el mayor daño a la agricultura a nivel mundial. De entre las especies de este género Tetranychus urticae es la más conocida y temida, ya que es un ácaro capaz de parasitar cientos de plantas agrícolas de importancia económica. Este diminuto ácaro prefiere esconderse en el envés de las hojas, donde produce pequeños agujeros para succionar la savia de la planta. Las células muertas vacías se vuelven amarillas, dando a toda la hoja un aspecto con puntos amarillos o amarillamiento general. Esto disminuye la capacidad fotosintética de la planta, lo que provoca una pérdida de masa foliar. Es una plaga peligrosa, ya que se reproduce rápidamente y puede acabar con toda una cosecha en grandes infestaciones. En el tomate y el pepino, por ejemplo, un daño del 30% de la superficie de la planta puede provocar la pérdida de la cosecha.