Los 4 pilares del marketing y el quinto elemento.
De todos es sabido que el concepto y definición de marketing es una materia sumamente esquiva. Prácticamente hay una definición por persona. Pero nos podemos aproximar a ella identificando cuáles son sus elementos fundamentales, los 4 pilares del marketing:
(1) El objeto del marketing (el "Qué" o misión) es el satisfacer necesidades, que pueden ser individuales o grupales.
(2) Los medios, o "Con qué" se realiza la satisfacción de necesidades, son los productos y servicios (también llamados satisfactores).
(3) La manera o el "Cómo" se llevan a cabo las transmisiones de productos son los intercambios.
(4) Finalmente, los lugares (el "Dónde") en los que se producen los intercambios son los mercados.
Tenemos pues cuatro elementos (necesidades, satisfactores, intercambios y mercados) que están en la base de cualquier proceso de marketing, sea visto desde el punto de vista de la demanda como de la oferta, sea en mercados B2C o B2B, industriales o agrarios, políticos o religiosos, etc.
Entender muy bien cómo funcionan estos cuatro elementos en una situación dada es una excelente base para realizar cualquier análisis.
Finalmente, tenemos un último pilar, que representa "el quinto elemento" del marketing: los sujetos ("A quién") o targets. Este factor es el que añade la complejidad a la materia ya que presenta multiplicidad de facetas. Tenemos consumidores, decisores, prescriptores, compradores, usuarios,... Y, en un sentido amplio, podemos añadir más grupos: vendedores, transportistas, productores, gestores, etc. Cualquier individuo o grupo que esté dentro del proceso puede influir en el mismo y, por tanto, es una variable que se puede tomar en consideración.
En esencia, el marketing es el arte del tratamiento de los targets para cada conjunto dado de necesidad/satisfactor/intercambio/mercado.