Los sindicatos tienen que cambiar

Los sindicatos tienen que cambiar

Los sindicatos son organizaciones sociales que en teoría defienden los intereses de los trabajadores; esto plantea un problema: deben defender al trabajador en los ámbitos sociales, pero a su vez, deben sobrevivir como organización, lo que implica que dependen de su capacidad de amenaza , así como de la capacidad de controlar sus bases.

Hablamos de Lógica de afiliación (procesos de agregación que aglutinen la heterogeneidad de intereses) con el objetivo de ser eficaces en la Lógica de Influencia (tener una homogeneidad necesaria para poder influir a los agentes externos).

En el mundo se observa un proceso de declive sindical que les obliga a modernizarse y con ello reestructurarse profundamente, estas organizaciones tienen una forma de organización muy rígida, su ideología tiene menos eco social que antes, y sobre todo, han perdido poder e influencia (como los estados) ante los propios estados y ante el mercado laboral, que hacen que su influencia se desvanezca por el efecto de la globalización y globalismo (no, no son no mismo), y por lo tanto, afrontan una disyuntiva entre un declive continuado, o una reestructuración completa tanto ideológica como organizativa.

“La organización es la que da origen al dominio de los elegidos sobre los electores, de los mandatarios sobre los mandantes, de los delegados sobre los delegadores. Quien dice organización dice oligarquía. Lo que es aplasta a lo que debe ser" - Robert Michels

Riders, el ejemplo perfecto de la falta de legitimidad actual de los sindicatos

Un ejemplo de su ineficacia actual lo hemos visto en un nuevo capítulo de su nefasta relación con la Gig Economy y los famosos Riders de estos negocios considerados "de última milla". Es un ejemplo fantástico, porque se explicita cómo para solucionar un teórico "conflicto", recurren la misma receta que la de hace 50 años, y se han topado con un problema que han intentado ocultar durante mucho tiempo: los trabajadores no se sienten representados por ellos. En el caso de los Riders, ha habido ya varios movimientos que han demostrado la inutilidad sindical actual:

  1. En Cataluña durante el mes de junio de 2017, los pequeños sindicatos lideraron en la sombra una revolución importante. A través de redes sociales como Twitter, Whatsapp o Facebook, los repartidores de Deliveroo, Glovo o Stuart tejieron redes de colaboración colectiva para luchar por sus derechos laborales y situación precaria que decían sufrir a diario. Dicho y hecho, la Intersindical Alternativa de Cataluña desarrolló la Plataforma Riders x derechos, 100% legal y operativa en tan sólo un mes.
  2. En febrero 2021, los grandes sindicatos volvieron a ser noticia por intentar coger un protagonismo que no les correspondía, influyendo de manera decisiva en la relación contractual que tienen los Riders con sus contratistas, los Deliveroo, Glovo, Amazon Uber, etc. y haciendo lobbie para forzar una legislación. ¿Resultado? Se manifestaron en España cientos de riders precisamente para denunciar lo injusto que resultaba aplicar esa legislación. Los medios dicen que alentados por las plataformas, pero la realidad es tozuda: no se defienden desde los sindicatos tradicionales, sino que crean sus propios movimientos como Repartidores Unidos.

Es innegable es que estos riders, tanto a favor como en contra de ser autónomos se manifiestan, y pelean por sus derechos creando sus propias iniciativas y asociaciones, no a través de los sindicatos y patronales de siempre. Que sólo tienen influencia porque el estado vía subvenciones y participación en la legislación le dan esa autoridad, que no liderazgo.

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La situación actual de los sindicatos

La realidad es que por diversos factores, el papel de los sindicatos debe reformularse. La radiografía actual representa organizaciones del siglo XX que sobreviven gracias a un estado y no a sus afiliados, y que deben revisionar su concepción de lo que es un trabajador, ya que el concepto de un trabajo para toda la vida no es la norma, sino la excepción. Y no tienen preparadas soluciones para ayudar al trabajador por proyectos, siendo claramente ineficientes para el futuro. Ésta es la radiografía de estas entidades.

Sindicatos en Europa

Hay diferencias grandes entre países y sindicatos, aunque existen tendencias de perdida de afiliación y de poder negociador a partir de los años ochenta.

Debemos destacar en su composición:

  • Creciente afiliación de empleados públicos, así como de mujeres, jubilados y parados.
  • Pérdida de afiliación de jóvenes y minorías étnicas.

Las grandes diferencias entre los sindicatos de los diferentes países se deben a factores institucionales (políticos…) y culturales (tradiciones, estilos de gestión), y limitan el potencial sindical de cada uno de ellos.

  1. Los sindicatos escandinavos, y de los países bajos, mantienen tasas de paro muy bajas, y fomentan el gasto público en políticas activas de empleo (primeras del ránking en ambas tasas en la UE), en economías de altos salarios e impuestos; básicamente se basan en políticas de 'Flexiguridad' que consisten en cambiar la protección de un determinado empleo (de los de para toda la vida) a la protección durante el ciclo vital, generando las condiciones adecuadas para que las personas transiten en el mercado de trabajo sin problemas; con ello se adaptan a los mercados de trabajo moderno (mercados trasnacionales).
  2. Los sindicatos anglosajones, (EEUU, UK), conocidos como Gante, están marginados, con mercados desregulados donde la empresa tiene el poder negociador, sin embargo, aquí debido a su carácter local, han practicado con bastante eficacia políticas de Organizing.
  3. Los sindicatos latinos (España, Francia, Portugal, Italia, Grecia) que se caracterizan por altas movilizaciones, conflicto y tasas de afiliación bajas respecto al total de masa laboral (irónicamente tienen poder pese a no tener legitimación por afiliación), y un Plurisindicalismo marcado. Aquí se están iniciando políticas para incentivar la afiliación, como pueden ser un Sindicalismo de servicios Básico o profesional.

Sin embargo, en España, el sindicalismo tiene “más audiencia que presencia” (es decir, por el criterio de audiencia, los sindicatos representan a más personas que por su afiliación efectiva) y el plurisindicalismo (marcado por CCOO y UGT, y algunos minoritarios) ha adoptado la forma de duopolio estatal que con su amplia actuación institucional ha conseguido acercar al sindicalismo español a modelos centro-norte europeos, al menos en la forma de actuar conjuntamente. Algo positivo como organización y lobbie, pero perverso en cuanto a incentivos, convirtiéndose en entidades con amplios conflictos de interés, ya que dependen del estado, y no de sus afiliados.

Recuerden lo que decía Robert Michel sobre las organizaciones... “La organización es la que da origen al dominio de los elegidos sobre los electores, de los mandatarios sobre los mandantes, de los delegados sobre los delegadores. Quien dice organización dice oligarquía. Lo que es aplasta a lo que debe ser"

Sindicatos en España

Este es el perfil de los sindicatos en España:

Afiliación

Voluntaria, y baja (aunque creciente, explicada por la representación electoral y la eficacia automática de los convenios, así como por el descontento de los trabajadores hacia los sindicatos al verles más como partidos políticos que como defensores, o la escasa información y presencia sindical en los centros de trabajo); es por ello que están buscando formas de legitimidad complementarias (elecciones sindicales, participación institucional, capacidad de movilización).

Los afiliados son en su mayoría parados, jubilados, y trabajadores de servicios e industria, con una mayoría del sector público (lógicamente en estas empresas, que no pueden marcharse del país, los sindicatos pueden ejercer sus instrumentos de forma más efectiva), y con cada vez menos presencia entre los trabajadores más jóvenes,

Presencia en los centros de trabajo

El sistema de elecciones sindicales aporta un gran poder de intervención, y de representatividad (apoyada por los fondos públicos en los resultados de los centros de trabajo), que junto con la eficacia automática de los convenios, cubren a una gran parte de trabajadores, por contra, genera una actitud pasota ante la militancia (Free Rider) y el compromiso activo colectivo, pasando a una actitud de delegación.

Por regla general, el grado de cobertura (nº trabajadores representados sindicalmente) es más alto en aquellos sectores con empleo a tiempo completo y no precario.

Cuanto mayor es la empresa, más variedad de sindicatos está representada (USO mantiene una fuerte presencia en la enseñanza concertada)

Negociación Colectiva y Conflicto Laboral

Los sindicatos (de forma dualista) y la patronal, por efecto de la globalización, y las nuevas prácticas flexibilizadoras de las empresas, tienen que negociar entre estabilidad en el empleo (objetivo sindical) y la flexibilización de las condiciones laborales (objetivo patronal).

El problema clave es que la Negociación colectiva (convenio estatal, provincial, por sectores, y de empresa) está Centralizada y con implicación estatal, lo que genera un aumento de cobertura y condiciones mínimas para los débiles, por contra se ve ineficaz donde una acción colectiva puede alcanzar resultados óptimos; además crear a los sindicatos una imagen pública de despilfarro y de organismos políticos, y no defensores del trabajador.

En la actualidad, por la heterogeneidad existente, y la presión a las condiciones bajistas para mantener el empleo, la negociación centralizada no ayuda a muchos colectivos, por lo que los sindicatos nacionalistas con políticas locales, obtienen afiliación de estos colectivos gracias a su mejor gestión y capacidad de adecuarse a sus necesidades.

Pese a ser un país de alta conflictividad, hay tendencia a la moderación y al diálogo social, usando solo como ultimo recurso las movilizaciones (no se sabe bien si por pérdida de capacidad movilizadora, o por una pérdida de la conciencia obrera de los trabajadores).

Acción Sindical

Si antes la acción sindical era homogénea, ahora por la heterogeneidad del colectivo sindical, los sindicatos deben tener en cuenta necesidades diversas de ciertos colectivos; en particular mujeres, jóvenes, discapacitados, personas mayores, inmigrantes, parados, empleados precarios y el trabajador autónomo (ya no tan asociado al concepto de la patronal). Y no es un concepto de minorías étnicas o demográficas, sino, y sobre todo, una heterogeneidad de trabajadores con intereses muy diversos.

Difícil tarea agravada por el problema de las cadenas de producción transfronterizas (segmentan aún más si cabe a los colectivos) de las empresas. Por ejemplo, una empresa matriz puede imponer condiciones a sus proveedores y subcontratados, que derivan en sus trabajadores, los cuáles no estaban presentes en la negociación colectiva.

La acción sindical se centra en atacar al Just in Time internacionalmente; esto es cooperar con otros agentes globalmente, con activismo empresarial, desprestigio público, conciencia social, (Sindicalismo de organización internacional), así como en cooperar activamente en las empresas (participando en comités de empresa, los planes de formación…).

Retos y soluciones de los sindicatos en el futuro

Los principales problemas a los que se enfrentan los sindicatos son:

  1. El marco económico actual es global, no estatal, sin embargo la acción sindical actúa en un plano local, con lo que las empresas multinacionales, tienen el poder de la negociación al jugar “la carta de salida”.
  2. Organizaciones empresariales reducidas, muy heterogéneas, externalizadas, que escapan a un sindicalismo basado en colectivos grandes y estables; además hay que tener en cuenta que el carácter temporal e instrumental del trabajo, la movilidad, así como la flexibilización de los mercados de trabajo hace que los sindicatos no puedan adaptarse adecuadamente a las necesidades del trabajador, por la dificultad para organizar bases tan heterogéneas e inestables.
  3. La perdida de la Sociedad colectiva, para muchos el trabajo es una lucha individual en un entorno competitivo sin protección colectiva (individualización) que deja a los sindicatos sin su base; la solidaridad, y sin su arma, la acción colectiva. La acción colectiva debe reconfigurarse, las casuísticas son mucho más complejas.

¿Qué alternativas tienen para sobrevivir?

  1. Cambiar las estructuras sindicales, sus formas de gestión y su modelo de ingresos mediante un proceso de aprendizaje. No es sostenible un modelo que no sea 100% autofinanciado.
  2. Internacionalizarse, esto es, buscar alianzas con otros agentes internacionales, con el objetivo de crear redes trasnacionales comunicativas con y nuevas formas de acción sindical como el Sindicalismo de internet (acciones sindicales sin limites organizativos, y sin control empresarial), con el fin de ser eficaces contra la globalización.
  3. Modificar las formas tradicionales de acción sindical local; como pueden ser:
  • El sindicalismo de organización (organizing) pretende aprovechar los medios de comunicación y la opinión pública locales para reclutar, asi como para presionar a todos los agentes que intervienen en la actividad empresarial (clientes, proveedores, comunidades, la propia empresa…); esto es, convertir un conflicto laboral en un problema de la política local fomentando la solidaridad local.
  • El sindicalismo de servicios (managerial) pretende atender los riesgos del empleo así como las necesidades de los trabajadores, ofreciendo servicios muy personalizados y adaptados.

La transnacionalización sindical es a largo plazo la una buena respuesta ante la globalización; combinada con el uso de nuevas tecnologías, formas de gestión, y de cooperación activa dentro de las empresas, a la vez que la utilización de nuevas formas de actuación sindical como son el Organizing, o el Managerial, y el uso de campañas de conciencia Social (en colaboración con ONG y otras).

Aparte en España, las organizaciones sindicales tienen que limpiar su imagen social, flexibilizar la negociación colectiva, adaptarse a las necesidades de los diversos grupos de trabajadores existentes en la sociedad, y reestructurar sus organizaciones rígidas.

Mencionar además el papel del estado como facilitador de un sindicalismo moderno, flexible y transnacional, justo lo contrario de su papel actual como facilitador de una estructura clientelar. Al estado le interesa tener sindicatos potentes y sostenibles por sí mismo para pelear contra la volatilidad del empleo, y de la situación empresarial, y para ello se requiere que los sindicatos puedan ampliar su función más allá de meros defensores, implicándose en el diseño e implementación de las políticas públicas (por ejemplo, una política pública diseñada por un sindicato, podría ser la financiación por parte de fondos públicos de encuentros entre los distintos sindicatos de los diversos países fomentando acuerdos transnacionales en materias de empleo, sanidad, higiene…). Para ello es imprescindible que sean independientes, y mientras eso no ocurra, como pasa con los medios, tendrán autoridad, pero no legitimidad.

Fundación Ergon

Fundación para el Análisis y el Desarrollo del Empleo (ERGON).

3 años

Buenos días.... Un debate totalmente necesario. Pensamos que como en otros muchos aspectos lo que estamos viviendo (transformación, robotización, nuevos formatos laborales) más el impacto de la covid-19 no van a replantearse muchas de las realidades laborales que hemos vivido en los últimos 100/50/20 años es absurdo. Y esto afecta también al rol y la función de las organizaciones sindicales. No todo puede ni debe seguir igual. En todo caso pensamos que es necesario abordarlo y no dejarlo para más adelante. Los temas que plantea Miguel son "realidades" que no pueden dejarse atrás y Carlos sabe que no cabe formular objeciones "tacticas" a cuestiones "estratégicas". En cualquier caso desde la Fundación Ergon queremos participar en este debate.

Carlos Del Barrio

Secretari Acció Sindical Federació de Construcció i Serveis at CCOO de Catalunya (Comissió Obrera Nacional de Catalunya)

3 años

Estimado Miguel, No puedo perder la oportunidad de comentar tu artículo, obviamente con respeto, pero indicándote que en tu análisis hay varios errores que, o bien por desconocimiento, o bien por posición ideológica, hacen que tu artículo acabe muy posicionado en el liberalismo y desde un visión profundamente individualista. En primer lugar, a lo largo de todo el artículo asumes que los sindicatos sobrevivimos de las subvenciones de las AAPP. Pues bien, en el caso de las CCOO, esa afirmación está bien lejos de la realidad. De hecho, la independencia económica del sindicato es algo que nos tomamos muy enserio, pero la realidad es que al menos en el caso de CCOO de Catalunya y tal como refleja nuestra memoria económica presentada a la Sindicatura de Cuentas, el 85% de los fondos provienen de ingresos propios y de nuestra propia actividad. Y de ese 85%, más del 60%, son correspondientes a los cerca de 150.000 afiliados y afiliadas que también, a diferencia de lo que indicas en tu publicación, no son parados y gente pensionista. Las CCOO de España tenemos aproximadamente 1.000.000 de afiliadas en total. Te dejo informe de cuentas. https://www.ccoo.cat/aspnet/financament.aspx En el artículo también mencionas la situación del sindicalismo a nivel Europeo y, aunque reconoces que hay diferencias importantes, luego pasas a mezclarlo todo, obviando los países en los que los sindicatos gestionan cuestiones no menores como las pensiones públicas, o países donde la negociación colectiva no es de eficacia automática (Alemania tiene ese modelo y tiene una afiliación del 17%, frente a casi el 14 de España). Además, decirte que el modelo de negociación colectiva erga omnes, que como ves, no fomenta la afiliación, es el que genera menos capas de pobreza y precariedad. De hecho, si partimos de esta premisa y viendo que % reales de nuestras cuotas sustentan al mayor sindicato de este país, podríamos decir que gracias a las cuotas de las personas sindicadas se sostienen las condiciones de trabajo de la mayor parte de los trabajadores y trabajadoras, especialmente las de aquellas que tienen menos dificultad de organizarse. Es decir, que funcionamos de forma solidaria. En cuanto a la legitimación, en primer lugar asumes que nosotros no representamos a ninguna persona que reparta para las plataformas y, por contra, asumes que las organizaciones "pro autónomos" o las compañeras de RXD representan a quienes defienden la laboralidad. Pero lo que es más llamativo es que entiendes el trabajo en plataforma como si fuese independiente del resto del mundo del trabajo. Como si el debilitamiento de las condiciones de trabajo en el reparto no tuviesen ningún efecto sobre las condiciones del trabajo en general. CCOO y UGT representamos a casi el 80% de los trabajadores y trabajadoras elegidos en las elecciones sindicales, en el caso de CCOO tenemos casí 100.000 delegados y delegadas que se presentan en las listas de nuestro sindicato y que no las vota alguien que no las conoce de nada, les votan las personas con las que están cada día, con las que toman café, a las que tienen que asesorar constantemente etc. En relación con esta legitimación que tienen los colectivos de repartidores, a los que en muchos casos la empresa anima a asociarse, o que directamente son creados por la empresa, me gustaría presentar algunas dudas con respecto a si lo que quieren es trabajo o trabajar como autónomo, y te digo esto, por varias cuestiones. La primera, el trabajo autónomo ha sido históricamente de tendencia inversa al crecimiento económico, es decir, cuando hay más oferta de empleo, bajan los autónomos. Cosa que indica que la gente se auto-ocupa o a veces auto-explota, como única medida de acceso a un empleo. Por otro lado, decirte que, para ser autónomo, no basta con decir: - Me doy de alta en el RETA y, ale, autónomo. En relación con la "modernidad" de las organizaciones, sólo decirte que decir que el sindicalismo de clase y confederal es infinitamente más moderno que los que tú planteas como modernos, que son sindicatos gremiales o de empresa, los cuales son modelos sindicales del SXIX. Pasa como en sus empresas, se disfraza de modernidad, prácticas del SXIX. CCOO trabaja con personas migradas desde hace unos 35 años, de hecho, tenemos una asociación que se llama CITE, que es un centro de información a trabajadoras extranjeras y que en el caso de Catalunya atiende a unas 17.000 personas al año. Por último, planteas como una de las soluciones la organización internacional o trasnacional de los sindicatos, decirte que CCOO es miembro de la Confederación Europea de Sindicatos y de la Confederación Sindical Internacional y que trabajamos a nivel internacional desde hace décadas. La verdad, creo que tienes una visión un pelín sesgada de como son los sindicatos en España. Un saludo. PD. Te dejo algunas noticias de actividadesque hacemos con las personas que trabajan explotadas por las geniales empresas de reparto. O en algún otro sector invisibilizado que además tiene una fuerte presencia de trabajadoras mujeres y migrantes, colectivos, que según tu análisis tampoco tienen referencialidad en los sindicatos. https://www.ccoo.cat/noticia/235084/formacio-per-a-riders-programa-sindical-numero-275-de-ccoo-a-televisio-de-catalunya#.YFjWrO2YU5k https://www.ccoo.cat/noticia/233244/la-federacio-de-construccio-i-serveis-de-ccoo-de-catalunya-constitueix-lambit-de-treballadores-de-la-llar-i-les-cures#.YFjW3e2YU5k Un saludo

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