Los Trinitarios: Mirada a una Pandilla que actualiza sus tácticas delictivas, incursionando en los delitos cibernéticos
Desde su surgimiento en las calles de Nueva York, los Trinitarios han sido una de las pandillas más temidas y conocidas en el panorama del crimen organizado. Con una historia marcada por la violencia, el control territorial y la influencia en la comunidad, dejando una estela de crímenes atroces.
Orígenes y Fundación
Su origen se remonta a Nueva York en la década de 1980 en los barrios donde residían mayormente dominicanos como Washington Heights, en Manhattan, y en el Bronx. La pandilla se formó inicialmente como una fraternidad para proteger a los jóvenes dominicanos de la violencia de otras pandillas, y para la protección de los ya confinados en la temida cárcel de Rikers en el condado de Queen, pero rápidamente se convirtió en una organización criminal con un enfoque en el narcotráfico, el tráfico de armas y otras actividades ilegales.
El nombre "Trinitarios" se deriva de la trinidad religiosa cristiana, reflejando la herencia católica de muchos de sus miembros fundadores, pero la pandilla tomó el nombre, debido al origen étnico de sus primeros integrantes.
Establecimiento en República Dominicana
En la República Dominicana, desde mediados de 1990, ya se conocían las pandillas callejeras que operaban en ciudades importantes de los Estados Unidos como Los Ángeles, San Francisco, Detroit y Nueva York, debido a la influencia de la música Rap, la cual, guarda una estrecha relación con las pandillas más antiguas como es el caso de los “Blood” en español “Los sangres”.
Pero fue para la década del 2000, cuando estas pandillas tomaron un fuerte auge en toda la geografía nacional, llegando a causar alarma en la población que veía a los jóvenes incursionar este tipo de actividad delictiva muchos reclutados desde las escuelas públicas y colegios privados. En su llegada al contexto local, estas pandillas eran llamadas “naciones”, y para esa época fueron muchos los jóvenes que se vieron involucrados en actos vandálicos y crímenes violentos influenciados por estas pandillas.
Estructura y Operaciones
Los Trinitarios operan con una jerarquía estricta, sus líderes controlan diversas actividades delictivas, en sus territorios. Esta jerarquía se encuentra organizada a través de rangos o divisiones, las cuales tienen diversas tareas dentro del grupo:
Cuentan con siete preceptos principales, los cuales son: unidad, paz y amor, respeto, códigos, decisión y coraje, dignidad y orgullo.
Su influencia se extiende a través de la intimidación y la violencia, con rituales de iniciación brutales y una lealtad ciega a la organización. Los miembros a menudo identifican su afiliación a través de tatuajes distintivos y colores específicos, como son: los de la bandera dominicana, también con señas de los dedos índice, anular y pulgar, haciendo referencia a tener un arma de fuego.
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Actividades Delictivas y Conflictos
Los Trinitarios están involucrados en una variedad de actividades criminales, incluido el tráfico de drogas, la extorsión, el robo y el asesinato. La pandilla ha estado detrás de numerosos enfrentamientos violentos con otras pandillas rivales, así como con la policía.
En 2018, los Trinitarios ganaron notoriedad nacional en Estados Unidos después de que miembros de la pandilla asesinaran brutalmente a Lesandro "Junior" Guzmán-Feliz, un adolescente de 15 años en el Bronx, en un caso que conmocionó a la ciudad y a toda la comunidad dominicana.
Como su principal rival en la lucha por el control de las calles, tienen a la pandilla Dominican Don´t Play, la cual, fue creada en Nueva York a mediados 1991, y sus miembros fundadores también tienen ascendencia dominicana. En los últimos días, estas pandillas han protagonizado varios conflictos en España y Chile, países donde operan con fuerza.
De las calles al ciberespacio
Recientemente, la Policía Nacional dio a conocer que la pandilla Los Trinitarios, tiene centros de operaciones en suelo dominicano, pero que en lo que se refiere al ámbito local, solo están involucrados en el delito cibernético o ¨chipeo¨ como es conocido.
Como organización criminal han expandido su influencia más allá de los confines de las calles participando en actividades delictivas que los han evolucionado en su estructura delictiva, adaptándose al mundo digital y entrando en el oscuro mundo de los fraudes electrónicos y la clonación de tarjetas, aprovechando las oportunidades que ofrece el ciberespacio.
Para incursionar en el fraude electrónico, han utilizado técnicas de ingeniería social y piratería informática, que les permite participar en esquemas fraudulentos que van desde la suplantación de identidad hasta la manipulación de sistemas de pago en línea. Estas actividades les han permitido obtener ganancias sustanciales mientras operan en la relativa oscuridad del mundo virtual.
Una fachada menos llamativa
Hasta hace unos años, los integrantes de esta estructura criminal operaban desde centros de internet improvisados en casas de los barros de la parte alta de la capital dominicana, así como a través de los llamados Call Center, desde donde realizaban las operaciones de fraude.
Pero esto ha cambiado y los integrantes de estos grupos se esconden en las paredes de torres de apartamento de exclusivos sectores de la periferia, los cuales rentan de manera fija o a través de la aplicación de alquiler de habitaciones Airbnb, utilizando aparatos electrónicos portátiles para realizar sus operaciones criminales.
Conclusión
Estas pandillas representan un desafío persistente para la seguridad pública y el bienestar de las comunidades urbanas donde operan. Aunque las autoridades y la sociedad están comprometidas a combatir su influencia, las pandillas siguen siendo una fuerza poderosa en el submundo criminal.
La lucha contra los Trinitarios es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las comunidades marginadas y de la necesidad de abordar las causas subyacentes de la delincuencia, como la pobreza, la falta de oportunidades y la desigualdad social. Solo a través de un esfuerzo conjunto de prevención, aplicación de la ley y apoyo comunitario, se puede esperar reducir el impacto de las pandillas como los Trinitarios en nuestras ciudades.