MÁS HUMANOS QUE NUNCA

¡Qué situación especial la que estamos viviendo! ¿Alguna vez podríamos haber imaginado más allá del guión de alguna película que esta sería nuestra realidad?

Hoy está flor de piel nuestro abanico emocional; probablemente un mismo día se tiña de color arcoíris y atravesemos múltiples y diversas emociones que pueden desconcertarnos, alertarnos, sorprendernos pero sobre todo enseñarnos.

Incertidumbre, miedo y vulnerabilidad. ¿Quién no intentó en algún momento querer borrarlas de su diccionario? Trabajar para aceptar y legitimar aquello que me permite reconocerme incompleto, imperfecto, sensible… En tanto podamos ir haciendo estos movimientos también podremos amigarnos con nuestro yo real, aprovechar la situación  que se nos impone para reunir todo ese torbellino de emociones y amigarnos con aquellas que usualmente reprimimos, disimulamos, vetamos o negamos.

Tenemos la gran oportunidad de revisarnos, pensarnos y en ese proceso encontrarnos.

Reconocernos vulnerables, dubitativos o con miedo, integrar todos los aspectos que conviven en mí puede ser el gran desafío para estos días de aislamiento. Reconocer, registrar, aceptar para poder acompañarME. Esto me hace más sensible y empático, para poder a su vez comprender y acompañar a otros, a esos seres queridos con los cuales hoy atípicamente compartimos el mismo espacio 24 x 7.

Si podemos abrazar estos aspectos que nos hacen humanos seguramente podamos SER MAS HUMANOS QUE NUNCA.