A mí me sucedió lo mismo.
Hace casi cinco años, trabajaba como consultor de sistemas en una Línea Naviera de Carga, y mi contrato de consultaría implicaba el cumplimiento de un horario.
Todos los días me eran asignadas diferentes tareas que debía culminar y entregar al final de mi jornada laboral. Cada jornada tenía una duración de ocho horas.
Debido a que las tareas asignadas eran bastante rutinarias, mientras más las realizaba, más practicaba y cada día las terminaba más rápido.
Poco a poco me iban quedando muchas horas libres, para el medio día ya había culminado todas mis obligaciones, pero tenía que cumplir con un horario, por lo que gastaba el tiempo que me quedaba navegando en internet, viendo tutoriales en youtube, leyendo, etc.
Un día, navegando dentro de LinkedIn, leí un post que llamó mi atención. Aquel post me hablaba de desarrollar una actividad comercial que me permitiría administrar mi tiempo, aprender nuevas herramientas de crecimiento personal y profesional, acompañamiento profesional para el logro y cierres de negocios y compensación acorde a mis esfuerzos en moneda dura.
Wow, todo lo que necesitaba en ese momento resumido en un simple post.
Comencé a soñar con tiempo libre para compartir con mi familia, libertad para crear y hacer realidad nuevas ideas, y generar moneda dura a través de mi trabajo.
Luego de leer y pensar en ese post, decidí contactar a la chica que lo publicó y cuando la llamé, me contó de que se trataba la oportunidad de emprendimiento que compartió a través de ese mensaje, así que decidí intentarlo, y comencé a contarle a todos mis amigos, familiares y conocidos que estaba iniciando una nueva actividad comercial y al cabo de un mes logré cerrar mis dos primeros negocios.
Al mes siguiente recibí la recompensa por mi logro en forma de cheque. Inmediatamente mi cabeza comenzó a hacer números y equivalencias, dando como resultado que el pago recibido por el cierre de dos negocios era equivalente a siete meses de mi trabajo como consultor sentado detrás de la computadora.
La decisión que tomé a continuación fue bastante obvia.
Hoy quiero compartir contigo la misma oportunidad que leí hace casi cinco años en aquel post, y que hoy sigo desarrollando.
Si deseas saber de qué va ésta oportunidad de emprendimiento, contáctame.
Soy Freddy Villarroel