Manipula tu mente para quitarte presión
Cada día podemos encontrar nuevas sutilezas en esto de liberarte del miedo.
Hoy hablaba con un cliente que llegó a algo revelador.
Todos las tardes se obligaba a salir «para probarse que no tenía estrés». O que podía hacerlo a pesar de sentir estrés.
Comenzaba el día con el reto ya en mente.
Y por lo tanto, con estrés ya en mente.
Un buen día se hartó y pensó que no salía por, para, en contra o a favor del estrés, sino porque le daba la real gana.
Porque salir le venía bien para despejarse y para hacer ejercicio.
Quitó la variable «estrés» de la ecuación y eso hizo que todo fluyera mejor.
Cambió el «tengo que» por el «quiero».
Se motivó con el beneficio de salir, más allá del estrés.
Nuevo foco, nueva actitud.
El esrtés le había limitado en muchas ocasiones y no quería que siguiera pasando.
Pero empezó a fijarse en sus motivaciones, en lugar de frustrarse y centrarse en «el estrés», como si «el estrés» fuera una especie de sombra o prima que viene a verte. No, es sólo tu sistema nervioso confundido creando sensaciones que no necesita.
Tuvo un concierto y ya no lo enfocó desde «voy a ir para superar el estrés en espacios cerrados», sino como «voy a disfrutar de música con mi mujer». Que esté nervioso o no, es secundario. Que mi sistema nervioso haga lo que tenga que hacer.
Pasó de tener que eliminar el estrés a querer ser libre para disfrutar.
Tener que genera sensación de presión.
Querer genera sensación de libertad.
Cuando llevas tiempo con los síntomas es normal que tuvieran mucho protagonismo. Es hora de ir quitándoselo y dándoselo a la inmensidad de oportunidades que tenemos ahí fuera.
Encuentra la calma y la confianza, no la falta de estrés.
Te cuento este y otros impulsores estratégicos de tu recuperación.