Manual para vivir a lo salvaje (y con estilo) en 7 puntos.

Manual para vivir a lo salvaje (y con estilo) en 7 puntos.

Esto no es un curso de mindfulness  ni un tutorial de "cómo alcanzar el éxito en 5 pasos".

Este artículo está pensado para quienes no queremos seguir utilizando los “deberías” y “se supone que…” y queremos tomar las riendas de nuestra vida.

Para dejar de disculparnos por todo.

Y de paso, hacerlo con estilo, que eso es una máxima y muy top.


  1. Hazte un poco la tonta y el tonto  

No te tomes tan en serio y deja que la vida te sorprenda. Haz algo que te haga que te rías de ti:  canta en la ducha como si estuvieras en un concierto, ríe hasta que duela, o equivócate sin miedo (algo parecido a caerte en mitad de la calle y que te partas de risa desde el suelo en lugar de que te mueras de la vergüenza. Ese es el nivel top de lo que te cuento).

Esto no solo te hará reír, también estimulará la liberación de dopamina.

Cuando sucede esto, tu cerebro crea nuevas conexiones, reduce el estrés y mejora tu bienestar general. ¡Una locura hoy es un regalo para tu mente.

2. Atrevimiento con amor

Haz lo que amas y no pidas perdón, pide amor.

Cambia los planes, baila donde no corresponde y disfruta la vida a tu manera. Al final, los momentos "improvisados" son los que más recordamos.

Hacer lo que amas y añadir improvisación activa la liberación de dopamina, generando felicidad y fortaleciendo la memoria emocional. Los momentos inesperados dejan huellas más profundas en el cerebro, haciéndolos inolvidables.

3. Naturaleza: tu maestra silenciosa

La tierra bajo tus pies tiene respuestas que el ruido de la rutina no deja escuchar. Escápate a un bosque, camina sin zapatos o en el mismo césped del parque (aquí, además, activas los dos puntos anteriores y te aseguro yo que llamarás la atención en el parque :) ).

Pasar tiempo en la naturaleza reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y estimula la producción de serotonina, que mejora el estado de ánimo.

Además, caminar sin zapatos, conocido como “grounding”, puede equilibrar el sistema nervioso al conectar tu cuerpo con los electrones de la tierra, ayudando a reducir la inflamación y a mejorar el sueño.

4. Rompe las reglas, alma de mis amores (¡de vez en cuando!)

La felicidad vive en pequeños actos rebeldes: come helado antes del almuerzo, apaga el despertador un martes o duerme con la ventana abierta aunque haga frío. Vive como si fueras cómplice de tu infancia interior.

Romper las reglas de vez en cuando activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, lo que genera una sensación de alegría y motivación. Además, estos actos inesperados estimulan la creatividad y fortalecen la flexibilidad mental, ayudándote a ver la vida con más optimismo y apertura.

Resumiendo: sé malilla y malillo de vez en cuando.

5. Practica el egoísmo positivo

Haz algo por ti cada día. Desde un paseo solitario hasta un pequeño regalo, recuerda que cuidarte no es egoísmo: es autoestima.

Que cuando te acuestes por la noche sepas que no solamente te has dedicado a las demás personas, sino a ti también

Practicar el autocuidado activa áreas del cerebro relacionadas con la recompensa y el bienestar y disminuye la actividad en las zonas asociadas al estrés.

Este equilibrio reduce los niveles de cortisol y favorece la liberación de serotonina, mejorando el estado de ánimo.

Además, cuidar de ti fortalece la autoestima y ayuda a construir una relación más sana contigo.

6. Limpia tu círculo (con estropajo si hace falta)

Rodéate de personas que sumen, no que resten. Las que te inspiran, que te dicen la verdad sin adornos, pero siempre desde el cariño. Elige bien a tu tribu.

Esto es muy difícil, pero te aseguro que es brutalmente beneficioso.

Rodearte de personas positivas refuerza tu salud mental al estimular la liberación de oxitocina, conocida como la "hormona de la conexión".

Esta sustancia reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y fortalece los vínculos sociales. Además, contar con relaciones sinceras y de apoyo mutuo reduce el riesgo de ansiedad y depresión, ayudándote a mantener un equilibrio emocional más estable.

7. Agradece, brinda, vive

Haz de cada día una celebración. Como decía mi abuela, “si no bailas ahora, ¿cuándo lo harás?”. Porque la felicidad no espera, la felicidad eres tú (igual que no existe, que son momentos que tú fabricas diarios, con lo que si te ocupas de fabricar mucho, ea, pues ya la tienes...).

Elige tu momento del día para este acto grandioso de comunión contigo y con la vida (el mío es a las 20h. en la cocina, brindando con un vinito y agradeciendo todo lo bueno que me ha sucedido). Aunque pienses que no hay nada, te aseguro que siempre lo hay,

La gratitud activa áreas del cerebro como la corteza prefrontal y el sistema de recompensa, fomentando la liberación de dopamina y serotonina, las hormonas asociadas al bienestar.

Celebrar los pequeños momentos refuerza un ciclo positivo en el cerebro, ayudándote a enfocarte en lo bueno de la vida y a desarrollar resiliencia emocional frente a los desafíos.


Te aseguro que me aplico cada uno de estos 7 puntos y, por supuesto, los trabajo con mi clientela y alumnado.

Digamos que activo la "fábrica de la alegría", porque para tu marca personal es uno de los ingredientes básicos.


www.yolandasaenzdetejada.com

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