Maquinaria engrasada.
Buscar la fluidez y el compromiso entre los colaboradores de una empresa en la cadena de valor, sustituyendo el concepto de recursos por el de valores personales para conseguir mejores resultados. Versión Español.
Tradicionalmente, muchas empresas han considerado a los empleados como "recursos humanos", un término que, aunque ampliamente aceptado, tiende a reducir a las personas a simples piezas dentro de una maquinaria corporativa. Sin embargo, este enfoque puede llevar a la deshumanización del trabajo, creando brechas en la comunicación, bajos niveles de motivación y altas tasas de rotación.
En este contexto, una visión alternativa cobra relevancia: transformar la gestión de los colaboradores enfocándose no en sus capacidades como recursos, sino en sus valores personales. Al poner en el centro los valores humanos—como la ética, el compromiso y la empatía—las empresas pueden fomentar una mayor fluidez en la interacción entre los miembros de la organización y un compromiso más profundo hacia los objetivos empresariales. Este cambio de paradigma puede no solo mejorar el clima laboral, sino también potenciar los resultados dentro de la cadena de valor.
Este artículo explora cómo sustituir el concepto tradicional de "recursos" por el de "valores personales" puede transformar las relaciones laborales y llevar a las organizaciones a obtener mejores resultados, tanto en términos de productividad como de satisfacción laboral.
La cadena de valor tradicional.
En muchas organizaciones, los empleados se consideran "recursos humanos", es decir, piezas dentro de un engranaje que se gestionan de forma operativa y utilitaria. Este enfoque reduce la identidad de las personas a sus capacidades laborales, y las ve principalmente en función de la productividad que pueden generar, sin tomar en cuenta su humanidad y sus valores personales. Como resultado, las empresas a menudo enfrentan una desconexión entre los colaboradores y los objetivos organizacionales, lo que se traduce en desmotivación, baja satisfacción laboral y, en muchos casos, alta rotación de personal.
Además, este enfoque tiende a restar importancia a los aspectos más cualitativos del trabajo, como el bienestar emocional y el desarrollo personal. El énfasis en las tareas mecánicas y en los resultados inmediatos puede crear un ambiente donde los empleados no se sienten comprometidos con la visión de la empresa ni motivados para contribuir más allá de lo estrictamente necesario.
Beneficios de sustituir "recursos" por "valores personales".
La integración de los valores personales dentro de la cadena de valor no solo mejora el ambiente laboral, sino que también tiene un impacto directo en el rendimiento de la organización. Al alinear los intereses y principios de los colaboradores con los objetivos empresariales, las empresas pueden lograr resultados más sólidos y sostenibles. Algunos de los beneficios más relevantes de este enfoque son:
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1. Mejora en la comunicación y colaboración.
Cuando los valores personales de los empleados se alinean con los de la empresa, la comunicación dentro de los equipos se vuelve más fluida, abierta y efectiva. El respeto mutuo, la empatía y la confianza, al ser parte fundamental de la cultura organizacional, facilitan el intercambio de ideas y la resolución de problemas de manera colaborativa. La transparencia y el diálogo abierto fomentan una mayor comprensión entre los miembros del equipo y entre distintos departamentos, lo que mejora la coordinación y la eficiencia en la ejecución de proyectos.
2. Aumento en la motivación y satisfacción laboral.
El trabajo basado en valores personales genera un sentido de propósito y pertenencia en los empleados. Cuando los colaboradores sienten que su trabajo tiene un impacto significativo en la empresa y que sus valores coinciden con los de la organización, experimentan una mayor motivación intrínseca. La sensación de estar contribuyendo a algo más grande que ellos mismos aumenta la satisfacción laboral y reduce el estrés asociado con tareas puramente funcionales o sin sentido. Esta motivación se traduce en un desempeño más comprometido y entusiasta.
3. Reducción de la rotación de personal.
Una de las consecuencias más positivas de tratar a los empleados como individuos con valores personales es la reducción de la rotación de personal. Los empleados que se sienten valorados no solo por su capacidad para desempeñar tareas específicas, sino también por su humanidad y principios, tienen menos probabilidades de buscar otras oportunidades laborales. La alta rotación es un problema costoso para las empresas, no solo en términos financieros, sino también por el impacto negativo que tiene sobre la moral y la cohesión de los equipos.
4. Incremento en la productividad y el desempeño organizacional.
Los empleados que están comprometidos con los valores de la empresa y se sienten parte integral de ella son más propensos a esforzarse al máximo por alcanzar los objetivos organizacionales. Este compromiso se traduce en un aumento de la productividad, ya que los colaboradores se sienten motivados a ir más allá de lo básico, a innovar y a encontrar soluciones creativas a los desafíos que se presenten. Un equipo altamente comprometido no solo produce más, sino más importante lo hace con una mayor calidad y eficiencia.
5. Mejora en la reputación y la cultura organizacional.
Las empresas que promueven una cultura basada en los valores personales son vistas de manera más positiva tanto por sus empleados como por la sociedad. La reputación organizacional se fortalece cuando los empleados hablan con orgullo de su lugar de trabajo, lo que a su vez atrae a nuevos talentos alineados con los principios de la empresa. Además, una cultura de valores personales mejora la responsabilidad social empresarial.
OTC Sales Specialist at Mackay
1 mesMuy bueno y muy cierto Óscar😘