Marcación publicitaria: Serigrafía, Tampografía y Grabado Láser

Muchas son las ocasiones en las que requerimos de material promocional: para mantener la presencia de nuestra marca frente a la competencia o dentro del mismo sitio de trabajo, en eventos o fechas importantes, como obsequio para nuestros clientes por su fidelidad, cualquier razón es válida.

Dependiendo del tipo de producto que escojamos, estos tres métodos son los más comunes a la hora de plasmar nuestra marca, pero, ¿cuál es la diferencia? Aquí verás lo básico de cada uno:

Serigrafia

Es una técnica de bajo costo y fácil acceso. Funciona de la siguiente manera: primero se crea una plantilla sobre una malla, que contiene una emulsión que bloquea todas las aberturas excepto el área a imprimir. A través de esta, se transfiere la tinta al soporte con una herramienta de goma. Para cada color de impresión, hay que crear una plantilla distinta.

La serigrafía es un método muy popular, y puede imprimirse sobre casi todo tipo de material con las tintas adecuadas en cada caso: plástico, metal, textiles, etc. Esta impresión tiende a ser rápida, nítida y limpia. Sin embargo, no es óptima cuando se trabaja con detalles muy finos o con muchos colores.

Tampografía

La tampografíca es una máquina que puede sostener una o varias almohadillas de silicona. Se presionan sobre una placa que contiene la tinta con la forma del diseño, y luego estas almohadillas se presionan contra el producto a marcar. A diferencia de la serigrafía, es un método más moderno y automatizado. Hoy en día se utilizan guías láser para todo, y la variedad de los sustratos a imprimir es mucho mayor. Incluso se puede imprimir con tinta comestible sobre ciertos tipos de dulces.

Este método es bastante confiable y muy delicado con los detalles. Sin embargo es más lento y un poco más caro, pero óptimo para casi todo tipo de promocionales.

Grabado láser

La tecnología láser es totalmente digital. No es necesario fabricar utensilios como moldes o pantallas para poder marcar el diseño que queremos. Toda la información se introduce a través del computador, esto permite una gran flexibilidad a la hora de realizar cambios o personalización del diseño. Tampoco requiere de tintas ni es necesario secar el marcado, con lo cual todo el proceso se acelera.

El grabado láser luce especialmente bien sobre metal, pero se puede hacer sobre varios soportes. La única desventaja es que está limitado en cuanto a colores, pero la calidad y velocidad de impresión son excelentes.

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