¡Mas dudas que certezas!
“Las medidas estatales que apoyan la igualdad personal o de oportunidades aumentan la libertad; en cambio las medidas estatales que pretenden lograr “partes equitativas para todos” reducen la libertad. Si las personas han de estar determinadas por la “equidad”, ¿a quién le toca decidir qué es lo equitativo?, ¿quién dará los premios? La equidad, como las necesidades dependen del espectador que debe decidir que partes son equitativas y debe imponer decisiones quitando a los que tienen más de lo equitativo y dando a los que tienen menos. ¿Los que toman las decisiones son iguales a aquellos para los que deciden? Además, si lo que las personas tienen está determinado por la equidad y no por lo que producen, ¿de dónde vendrán las recompensas y que incentivo tendrán para trabajar y producir?” (Milton y Rose Friedman, “Libertad para elegir” 1979)
Desde hace más de 80 años, Argentina se ha esforzado por convertirse en un país socialista. Excepto por algunas interrupciones,la política mayoritariamente (casi siempre) ha pensado que un país se puede desarrollar con políticas distribucionistas sin preocuparse por quienes o como deben producirse los bienes a distribuir. Para peor, el pensamiento mayoritario esta aún hoy convencido que el Estado es capaz de generar riqueza y además se debe ocupar de distribuirla equitativamente de acuerdo con el pensamiento de los funcionarios de turno.
La realidad nos hace notar que las economías que más se desarrollaron en el siglo 20, y porque no en los últimos 30 años, son las economías que han abrazado políticas capitalistas adonde el mérito empuja el desarrollo sin olvidarse de los que no tienen las oportunidades necesarias para desenvolverse positivamente.
El principal desafío que tiene la Argentina por delante no es el nivel de inflación ni el nivel de empleo. El principal desafío en nuestra opinión es la decisión que deben tomar los políticos y los ciudadanos de hacia dónde queremos avanzar en lo político y lo social. Muy posiblemente si tomamos la ruta correcta, el desarrollo bajará la inflación y generará muchísimo más empleo.
“La Ley Bases”:
La incertidumbre sobre la aprobación de la ley permanece inalterada. Quizás si pensamos un poco, para la visión del mercado local e internacional el problema ahora no es si se aprueba o no (super importante) sino el tristísimo derrotero que está teniendo el proyecto de ley. Si combinamos este proceso con la presentación de la oposición peronista, radical y otros diputados supuestamente independientes, de una ley para subir las jubilaciones, observamos también que la voluntad de cambio en la Argentina está considerada solo por un 30/35% de la sociedad. Mas del 40% de la sociedad, votó en la primera vuelta electoral de 2023 por unión por la patria y otros partidos no afines al actual gobierno. Fue allí donde se formaron las mayorías y minorías del congreso. Por esta razón ese fue el resultado que formó las cámaras y hará muy difícil producir cambios de fondo.
Por otro lado, la firma del dictamen en la Cámara de Senadores no asegura su aprobación final por parte del Congreso. El dictamen es solo un paso adelante pero no definitivo. De todas maneras, la dilución o eliminación que sufrieron muchísimas partes lógicas de su articulado, demuestran que los consensos sobre la dirección a seguir para la desregulación y apertura económica son escasos. Este tema lo demuestra la evolución de índice de riesgo país, que luego de descender desde casi 2000 puntos en diciembre 2023 hasta 1300 en mayo 2024, se ha estancado esperando ver el resultado de los apoyos al proyecto.
Si bien la ley sigue manteniendo el capítulo de incentivos para las inversiones mayores, tampoco pensemos que esto va a modificar inmediatamente el pensamiento de los inversores. Bastantes pruebas hay de como las leyes se cambian para adaptarse a lo que los políticos creen que es necesario en cada momento diferente. El impuesto país, el impuesto a las “grandes fortunas” o la ley sobre intangibilidad de los depósitos son solo algunos ejemplos que demuestran que, en nuestro país, la seguridad jurídica no está garantizada si no hay un cambio en el pensamiento general.
El capítulo de financiamiento de los sindicatos fue retirado y el decreto que imponía modificaciones está judicializado. Tampoco se atacan privilegios como los políticos o económicos de subsidios para regímenes de promoción escandalosos que no se verán afectados con la aprobación de la ley. Los cambios llevaran mucho más tiempo del esperado por el gobierno y seguramente por la sociedad.
El “plan económico”:
Pocos podrán negar la necesidad y capacidad que tuvo el gobierno de disminuir la inflación y estabilizar la economía. Como hemos dicho en Newsletter anteriores, era una condición necesaria pero no suficiente.
La reducción del déficit se ha logrado en base a disminuciones de gastos muchas de ellas no perdurables en el tiempo y a prorrogar vencimientos. La positiva acumulación de reservas que comenzó en enero es un signo muy positivo pero su volumen aún no alcanzaría para levantar el cepo. Creemos que la ayuda del FMI podría ser clave, aunque no va a ser sencillo que nos la aprueben. Argentina sigue siendo el mayor deudor individual por lejos y eso complicará la obtención de nuevo financiamiento.
La recuperación de los puestos de trabajo y de los salarios solo será posible si se producen crecimiento y productividad mayor. Creemos que la principal contra a la que nos enfrentamos para lograr estabilizar la economía está dada por el nivel de tarifas de los servicios. La herencia recibida del kirchnerismo es pesadísima, tan pesada es que, el aumento del porcentaje que se debe atribuir a pagar servicios publico pasó de menos del 9% de los ingresos a más del 15%. Estabilizar y hacer crecer el nivel de los salarios y jubilaciones con tarifas públicas, de servicios, transporte y energía tan atrasadas será muy difícil. Las familias y las pymes se empezarán a sentir más agobiadas en la segunda mitad del año.
Así las cosas, creemos que muchas más cosas están bien encaminadas de lo que estaban anteriormente. La parte macroeconómica está mucho mejor pero ahora hay que mejorar la microeconomía. La primera etapa parecería estar llegando a su fin y empieza a ser necesario desregular, desenmarañar y achicar el estado. No sabemos si el ministro Caputo tiene el conocimiento económico para llevar a cabo estos cambios. Tal vez su ministerio tenga fecha de vencimiento luego de levantar el cepo. La incorporación de Federico Stuzenegger al gabinete ayudará a realizar los cambios necesarios si hay vocación política y se superan los “egos” de los funcionarios. Hace falta un plan económico que reactive la oferta de bienes, reduzca los precios, y promueva la demanda y la exportación.
Por otro lado, si el objetivo de implementar la dolarización de la economía es solo evitar que futuros gobiernos comiencen a emitir pesos sin contrapartida, pensamos que se podría logar por otros medios sin hacer pasar al país por complejidades estructurales y reglamentarias complejísimas. Es mucho más importante levantar el cepo que dolarizar. Los cañones del gobierno deben apuntar a ello. Por otro lado, creemos que el tipo de cambio aún es relativamente bueno. Mayo cerró el mes con un tipo de cambio oficial de 914 pesos (10,8% de suba en el año) por dólar mientras el CCL cerró el mes a $1.249,6 por dólar (suba del 28,8% en los 5 meses) esa situación no se podrá mantener por mucho tiempo porque la brecha está aumentando. A pesar de los nubarrones, el riesgo país cayó 31% en el año llegando a 1312 puntos muy lejos de los 600 puntos que había hace 25 años. El ruido político podría hacer caer el valor de los bonos en dólares que se recuperaron un 83% en el año y aumentar el riesgo país y la brecha. Pensamos que el BCRA tal vez se apuró demasiado en bajar las tasas.
Esperemos que la política esté a la altura de las necesidades de salir del círculo vicioso de la pobreza.
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Internacional
Como hemos dicho otras veces, parece increíble que un país rico y super desarrollado tenga como candidatos a las elecciones de fin de año a Biden y Trump. La política parece ser un animal indomable. Si Demócratas y Republicanos no lograron en 8 años encontrar candidatos acordes a su liderazgo, ya sea por la edad o el extremismo político, no parecería que USA esté llamada a liderar el mundo como lo hacía hace un par de décadas.
Pero bueno, la política económica norteamericana de corto plazo está un poco al margen de las vicisitudes de los candidatos. La evolución en mayo de los principales indicadores bursátiles del mudo parecen demostrarlo. En occidente, la gran mayoría de los índices bursátiles superaron el 2% de aumento y las acciones de las empresas tecnológicas subieron más del 6% impulsadas principalmente por Nvidia, el fabricante de chips que ha logrado batir récords en su cotización.
Creemos que el principal riesgo de los mercados es el manejo de las tasas de interés por parte de EE. UU.
La inflación no termina de consolidar la baja y muchos economistas especializados piensan que la Fed se demorará hasta fin de año para comenzar a reducir las tasas de interés. Esto les daría tiempo a los inversores para continuar usufructuando de los altos rendimientos de los bonos.
Las perspectivas de crecimiento en USA parecerían estar más pesimistas y se estima que el año podría terminar con un crecimiento menor al 1,5% mientras que Europa podría superar esa cifra llegando al 2,5% anual. Sin embargo, los índices de inflación anual superarían el 3% en el mundo occidental.
Esperemos que los conflictos bélicos comiencen a disminuir sobre todo en medio oriente. Eso ayudaría a crear mejores perspectivas para el mundo. La guerra en Ucrania parecería más complicada de solucionar.
Veremos.
Evolución de los principales índices financieros internacionales
Nota 3: Los retornos de Oro, Plata y Petróleo están basados en ETFs y su rendimiento puede variar respecto a la variación real de los precios de los commodities
Nota 4: Índices Bonos IAMC son elaborados por el Instituto Argentino de Mercado de Capitales y están compuestos por activos de diversos plazos de vencimiento