Mediocridad y liderazgo
La mediocridad se ha instalado en la sociedad, en las películas, en la música, en el arte, en la política -basta con ver el inicio de la crisis de la DANA en Valencia - y también en la empresa.
Y además es aún más ahora es más preocupante, porque como dice Alain Deneault, es que, en algunos ámbitos, han de dejado de ser minoría.
La definición de mediocre tiene dos acepciones en el diccionario, de calidad media y la segunda … que es más moderna de poco mérito tirando a malo.
Pero antes de iniciar un artículo de derribo sobre el peligro que supone para toda organización llenar todos los niveles, y especialmente los más relevantes, de mediocres en la función (atención al matiz) es importante destacar que:
Es evidente que la razón fundamental de ser de una empresa es ganar dinero al mismo tiempo que procura los medios para seguir ganándolo en el futuro (de no ser así hablaríamos de ONG, lo siento …).
Y que, para ello, debe procurar la excelencia – en los procesos, en la gestión, en las personas. La excelencia es avanzar, el antónimo de avanzar es estancarse, y la mediocridad repetida es el mayor catalizador en la formula del estancamiento.
No es una mediocridad cualquiera – la de aquel que procura su trabajo y no lo consigue – es una mediocridad “Gold” que se da determinadas personas, que les habilita para ser candidatos a ocupar posiciones importantes en las organizaciones, y que se caracteriza por:
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De forma que, al tener estas habilidades, la excelencia en la función que desempeña o debe desempeñar deja de ser necesaria y basta con un conocimiento general para poder ocuparla.
En el nivel de empresa, como consecuencia de esto, se produce algunos cambios, lentos pero inexorables:
De forma que la innovación queda sustituida por la eficiencia a toda costa, y los planes de desarrollo de negocio pasan a ser planes de reducción de costes.
Son los lideres y los niveles altos en las organizaciones – si aún no están contaminados - los que acaban definiendo como será la organización, de su éxito, fracaso o estancamiento. Son ese colectivo el que debe definir y canalizar la energía del conjunto de la organización – y esto no es solo una cuestión de carisma, de corrección o de comunicación -
Por tanto, parafraseando a Xavier Marcet: “el manejo de la mediocridad está en su tejado” Porque una empresa no nace mediocre, decide serlo cuando deja de buscar la excelencia y se conforma con quejarse o tener miedo a la competencia o buscar culpables.
Esto no es fácil, porque los mediocres (Gold) cada vez son más… y es que el propio sistema educativo (que busca su supervivencia en lugar de buscar la excelencia como fin principal) se encarga de que sea así.
Pero aún en este entorno, propongo, como punto final, tres reflexiones:
Technical area Director / Head of Pricing / Underwriting, Pricing and Portfolio Management / Insurance industry
3 mesesHola Jordi Garcia Codina, más que la mediocridad, yo creo que se ha instalado la cultura de la mediocricracia
Especialista siniestros daños personales.Mediadora multidisciplinar
3 mesesQue buena reflexión Jordi
Senior Manager
3 mesesMuy bueno Jordi !!! Gracias por compartir tus reflexiones.
Voluntario Consultor en Asencat
3 mesesQuanta raó..! A ASENCAT lluitem per evitar-ho…