Mi amigo famoso.

La primera vez que lo conocí personalmente fue cuando la agencia Quorum Nazca Saatchi&Saatchi nos convocó para participar en el lanzamiento de la cerveza Brahma. Los guiones hablaban de un presentador anónimo muy divertido. Entonces, mi propuesta para esta marca extranjera giró alrededor de la necesidad de convertir a ese presentador en un peruano muy representativo para sentir a la cerveza un poco más local. En esa época Cachín, aunque yo todavía le decía Carlos, presentaba su unipersonal Asu Mare en el Satchmo. Fui a ver su show y me impresionó muchísimo. Puede que él no supiera lo que era un insight pero su standup estaba plagado de ellos. Sus anécdotas de purita peruanidad me convencieron inmediatamente que él era el personaje ideal para la campaña.

Felizmente todos estuvieron de acuerdo y así comenzó una etapa de colaboración en muchos comerciales de Brahma. Fue muy fácil trabajar con él. Su capacidad para la improvisación, su resiliencia para probar diferentes opciones, y sobretodo su perfecto sentido del timing para la comedia me llamaron la atención desde el primer spot en el que trabajamos juntos.

Por eso empujamos tanto para que, unos años más tarde, Cachín fuera incluido como parte de la delegación de peruanos célebres que participarían en el lanzamiento de la Marca Perú. Así, nos reencontramos en un pueblito llamado Peru, Nebraska para filmar la primera escena del proyecto entre él y el Sheriff John McNorman. Siempre tratamos de iniciar los rodajes grandes con una escena que sabemos que será sólida y, felizmente, no nos equivocamos. Cachín estuvo brillante intercambiando los donuts del sheriff por picarones y esa tarde, otra vez, sentí que se nos hacía muy fácil trabajar juntos. Esa escena no solo fue una de las más divertidas de rodar sino que estudios posteriores revelaron que fue la escena más memorable de todo el documental.

Aunque recién terminábamos el primer día de rodaje en Peru, Nebraska y aún no sabíamos el éxito que tendría ese proyecto, ya presentíamos que estábamos haciendo algo especial. Imagino que eso motivó a Cachín a contarme que estaba pensando hacer una película de su espectáculo y que le gustaría que yo la dirija. ¡Vaya sorpresa!

Era imposible imaginar que esa invitación desembocaría en una de las experiencias más grandes de mi vida. Asu Mare me llevó de la publicidad al cine, de los 30 segundos a los 90 minutos y de proyectos de dos días de rodaje a maratones de 40 días consecutivos. Pero Asu Mare me llevó, sobretodo, a convertirme en amigo de Carlos y pasar a decirle Cachín.

A partir de ese momento hemos vivido muchísimas cosas memorables. Hemos viajado por Chile, Colombia, Estados Unidos, España e Italia y en ninguno de esos lugares ha faltado gente que le pida fotos, autógrafos, selfies y hasta un saludo grabado para la promoción, para el sobrino, para la comadre, para el hijito y así sucesivamente.

Es raro tener un amigo como él. Porque es un pata normal, pero al mismo tiempo es un fenómeno social. Para pedir auspicios durante la pre producción de la película, por ejemplo, se hicieron estudios de mercado con Arellano para medir los niveles de aprobación de Cachín. Así descubrimos que sus puntajes de Top 2 Box pasaban 90% en todos los estudios. "Le Gusta" o "Le Gusta Mucho" a todos los peruanos sin importar la edad, el género ni el nivel socio económico. En un país con brechas sociales y económicas tan pronunciadas como las nuestras, es casi imposible encontrar a alguien que nos una tanto.

Después de dirigir tres películas con él como protagonista creo que puedo hablar también de su profesionalismo. Todos hemos oído hablar del dilema del payaso, verdad? Pues es real. La vida de todos avanza en paralelo mientras ruedas una comedia durante un mes y medio. Y a veces hay días malos, hay enfermedades o gripes, hay muertes en la familia o entre los amigos, y el show, lamentablemente, debe continuar. No solo he visto a Cachín sobreponerse a las situaciones más adversas y seguir trabajando en momentos duros donde cualquiera sería incapaz de continuar sino que lo he visto entregar algunas de sus escenas más divertidas y memorables.

Y aunque hicimos varias películas, comerciales y viajes pasándola siempre bien, nos vemos poco. A ver, no es que nos veamos poco. ¡No nos vemos nunca! Pero hace unas semanas me llamó para invitarme a un viaje por Massachusetts para proyectar la última película que hicimos juntos. Así que esta vez nos reencontramos en el pueblo de Great Barrington en Nueva Inglaterra. Una noche maravillosa en el teatro Mahaiwe compartiendo con el grupo más entusiasta y agradecido de latinos y los organizadores más amables que uno pueda imaginar. Es decir, una experiencia inolvidable más para agregar a todas las que ya me ha regalado.

Generoso, entusiasta, divertido, muy neurótico, un campeón como papá, talentoso, inquieto, curioso, y gracioso - así es mi amigo famoso. Espero que ustedes también tengan a un amigo que les regale tantas anécdotas divertidas y experiencias tan memorables como Cachín me ha regalado a mi.