Mi jefe es un borde rollo Ninja
No podía parar de reírme con esta expresión de una de mis clientes. Por lo gráfico, por el salero con el que lo expresó y por la metáfora en sí misma. Ella también reía, después de varias sesiones, cuando del miedo a poner límites pasó a ser un logro y un hábito que tardaría tiempo en conseguir.
Cuando somos "líderes bordes rollo Ninja", probablemente no nos demos cuenta. O algunos incluso, pueden hasta estar orgullosos de sus habilidades como maestros de la guerra. Les gusta discutir, atacar, y ante todo ganar cueste lo que cueste.
Igual que la leyenda de los Ninjas, este tipo de líderes sí existe en nuestras organizaciones, usando la voz como katana, su rol como disfraz, y sus estrategias de mando como argot. Muchos equipos y talento los sufren con creces. Tanto que, aun siendo valiosísimos profesionales, pueden llegar a ver su autoestima lastimada, y sus habilidades mermadas sintiéndose prisioneros o rehenes de sus propios jefes.
A veces te engañan y seducen con su labia, su sonrisa y sus halagos, pero en el día a día, esa vanidad les delata en los detalles más pequeños, en su despotismo más sutil y en una mirada entre soberbia y embaucadora que puede confundir a su segundo más astuto.
Así que ojo a estos "líderes bordes rollo Ninja" que esconden su rostro bajo la apariencia de la grandeza, recorrido y destreza. A la larga pueden conseguir resultados de negocio a corto plazo, mientras destruyen una red de talento extraordinario bajo su mando consiguiendo que plantilla, proyectos y las propias organizaciones se conviertan en entidades tan oscuras como sus trajes.
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Con razón “los jefes” son la razón más habitualmente declarada de todos aquellos que se van de una empresa.
No te enfrentes a un shinobi con sus mismas reglas ni "bordería". Pero sí ponle límites en su mismo idioma. Si te muestras vulnerable se aprovechará. Tu mejor arma es saber decir que NO con contundencia, serenidad y absoluta convicción. Vete preparado, no le des respuestas vagas, no vaciles, y mantente firme. Mantenle a raya. Habla claro, sin saltar y ten paciencia. Aunque parezca imposible, ellos no siempre ganan todas las batallas.
Esperemos que en estas fechas navideñas, a más de un Ninja se le endulce el corazón. Los milagros sí existen.
¡Qué humanos somos los humanos! #OROPURO #GRACIASCLIENTES
Profesora
1 añoGrande, Loreto.
Gerente del Ateneo de Madrid
2 añosMaravilla Loreto Laguna. Adicta a tu #oropuro
due en Ayuntamiento de Madrid
2 añosDonde está el motivo para ser así? Podemos separarnos para ver q esconde este comportamiento ,? Nos ayudará a q nos árabe menos? Me viene esto a la cabeza pensando en tu interesante reflexión.Gracias Loreto