Micro didáctico # 122: Aferrarse a un objetivo desfasado

Micro didáctico # 122: Aferrarse a un objetivo desfasado

El mundo sigue atestiguando una serie de cambios importantes, entre ellos noticas que comunican despidos a granel,  los cuales vemos con preocupación; por ello la motivación de escribir las presentes líneas.

Revisando algunas conversaciones con el chat de open AI, vi que oportunamente le pregunte ¿cuál es la gestión más importante para los objetivos y resultados claves?, siendo su respuesta lo siguiente “… la gestión más importante para alcanzarlos dependerá del contexto específico de cada empresa o situación, sin embargo, en general se puede decir que una efectiva gestión requiere un conjunto de habilidades y prácticas que incluyen: objetivos claros y medibles, planificación estratégica, asignación de recursos, supervisión y seguimiento, comunicación y toma de decisiones…”

Con esto en mente, rememoro las palabras de Stephen Covey “… si la escalera no se encuentra apoyada en la pared adecuada, cada peldaño que subimos solo nos sirve para llegar antes al sitio equivocado…”

Entrando de lleno, deseo compartir una analogía con la moda de los Fitbit, en el sentido que buscamos incansablemente conocer cómo estamos progresando y verlo ya sea en gráficos, porcentajes o una combinación de ambas. En este punto,¿ por qué se dificulta aplicarlo en el ámbito empresarial? 

Conforme dicha tesitura, he palpado como los seres humanos encuentran mayor motivación al lograr medidores de avance, causando mayores sensaciones positivas por encima que el reconocimiento público, alicientes económicos o inclusive el logro de una meta; es decir, cuando se tienen mayores avances en el trabajo, las personas se sentirán más motivadas e implicadas para la organización.

Ahora bien, no podemos descuidar la importancia de un plan de acción, ya que al carecer del mismo, cualquiera es prisionero de los acontecimientos que ocurren día con día; de la mano de seguimiento y control (lo que denomino comúnmente ¡pastoreo!) que permita diferenciar lo importante con el ruido organizacional.

Acá es donde resulta necesario tener objetivos y resultados claves, con sus indicadores, que nos permitan tener siempre en el horizonte lo que verdaderamente requiere de atención, evitando que la organización se dirija al precipicio de las equivocaciones; como dice el refrán “… el sol no puede taparse con un dedo…”, sucediendo lo mismo con las noticias buenas o malas, la realidad siempre se impone.

Concedido lo expuesto, al momento de guiar a la organización por medio de objetivos y resultados claves, es probable que con tanta incertidumbre alguno(s) se vuelvan obsoletos o inclusive poco prácticos, siendo libre de darlos por finalizados a pesar que se encuentre a medio camino.

Para concluir, no hay que aferrarse tercamente a una proyección, objetivo o resultado desfazado, recuerde éstos elementos sirven a un propósito y no hay que caer en la esclavitud de los mismos.

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