Mindfulness para las relaciones

Las relaciones humanas y las fricciones del día a día son una de las principales fuentes de estrés. Un correo electrónico o una llamada telefónica pueden ser el detonante de una crisis.

Por eso hoy invito a reflexionar acerca de lo que llamamos mindfulness interpersonal. ¿en qué consiste? En traer la atención sin juicio al momento presente en nuestras interacciones con otros.

Los seres humanos somos animales sociales y pasamos mucho tiempo interactuando, cada persona con su complejidad particular que le hace único. Muchas veces resulta fácil sentirse sólo y apartado de los compañeros de trabajo, de la familia o de amigos. Olvidamos eso que a veces llaman la "humanidad compartida". Siempre que puedas recuerda hasta que punto te estás sitiendo alejado y separado del otro y recuerda lo que te une.

A veces las personas más cercanas son aquellas con las que tenemos relaciones más difíciles, quizá ellos conocen mucho mejor que tecla tocar para que la reacción se desate. Son las relaciones que más tememos, aquellas con las que más dificultades tenemos, las que podemos aprovechar como oportunidad para descubrir y abrir la puerta al que en muchas ocasiones es un nuevo mundo. Sé que esto es un gran reto, al menos lo es para mi, pero cultivar mindfulness y unas actitudes específicas nos ayudará a que nuestras relaciones mejoren.

¿Cuáles son esas actitudes?:

1. Apertura. Similar la actitud que en mindfulness llamamos mente de principiante. Se practica estando abiertos a ver al otro y la relación que tenemos con el como nueva. No importa que creamos que sabemos qué va a decir, cual será su comentario. Estamos abiertos a entender la perspectiva del otro.
2. Empatía. Identifícate con el otro, ponte completamente en su lugar, estate atento a sus emociones, sentimientos, sensaciones, pensamientos... Escucha también los tuyos y actúa en consecuencia.
3. Compasión. Esta actitud combina la empatía con el deseo de aliviar el dolor de la otra persona. La compasión además incluye la comprensión de la situación en la que está inmersa la otra persona. Todos hemos sufrido a lo largo de nuestra vida, desengaños, fracasos y pérdidas que pueden haber dejado huellas difíciles de olvidar y que a veces ni queremos comentar o compartir. Cuando miramos con compasión miramos desde el corazón.
4. Bondad. Aunque pueda sonar cursi, no es ni más ni menos que desearles el bien. Sostener esa actitud con algunas personas puede resultarnos muy fácil mientras que con otras, a causa de conflictos latentes o evidentes que puedan existir, puede resultarnos más complicado. Para estimular la bondad hacia personas con las que no nos resulta fácil, se puede comenzar poniendo en práctica las tres cualidades anteriores (apertura, empatía y compasión). Poco a poco lograremos vencer nuestras propias barreras mentales.
5. Alegría por el bien ajeno. En mindfulness interpersonal lo llamamos regocijo y es algo tan fácil de entender como que es opuesta a los celos y la envidia. Con los retos que tiene vida cuando se pasa por un buen momento tenemos la oportunidad de alegrarnos por el otro.
6. Ecuanimidad. Darnos cuenta de la naturaleza cambiante de la vida y poder permanecer en equilibrio con lo que se despliega a cada momento. Surge de la sabiduría, serenidad y estabilidad mental. Consiste en tratar a todas las personas consideradamente, con independencia de la experiencia que tengamos con cada una de ellas.

Cultivar estas 6 actitudes para relacionarnos con el otro, es una aspiración que todos podemos tener presente para mejorar nuestras relaciones. No hay que ser perfecto, se trata de intentar hacer y ser cada vez mejor. ¿Te atreves a intentarlo?

Estela Quesada Zuheros

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