Mireya Rodríguez Alvarez
LA POLÍTICA COMO CAMPO MINADO O COMO ESPACIO DE TRANSFORMACIÓN
Desde siempre, la Política ha sido un espacio donde converge una multiplicidad de intereses encontrados que alimentan la clásica lucha entre el bien y el mal. Por supuesto, ello es así gracias al predominio de un tipo de pensamiento polarizado, donde las ideologías han servido para hacer ver a la gente que sus propuestas eran “las buenas” mientras que las de sus adversarios eran “las malas”.
Afortunadamente, este Siglo 21 ha llegado para mostrarnos lo infructuoso e ineficaz que resulta seguir manejándose de manera binaria, blanco o negro, amigos y enemigos. Además, las propuestas doctrinarias-bien sea las derivadas del capitalismo como las del socialismo han mostrado sus luces y sus sombras, por lo que es cada día más difícil ilusionar a la gente con una verdadera propuesta de transformación.
En términos de resultados de desarrollo, equidad y bienestar, hoy en día se destacan aquellas naciones que han logrado acordar una visión compartida de mediano plazo, con mecanismos institucionales para procesar las diferencias y políticas inclusivas que alimentan un comportamiento ciudadano responsable.
Es cierto, que son pocos los países que se acercan a esa descripción y muchos preferirán no creer que es posible conquistar esa realidad. Pero, la fea oruga nunca creería si le dijéramos que se convertirá en una linda mariposa.
Moraleja: usemos la Politica como un Espacio para la Transformación en vez de un Espacio para la Destrucción.