Mujer ejecutiva: 5 reflexiones que me hubiera gustado hacer temprano en mi carrera.

Cuando en PepsiCo me buscaron para compartir algún consejo enfocado a la mujer que desea hacer una carrera profesional en el mundo corporativo, lo primero que pensé fue en cómo he tenido diferentes momentos de vida y carrera, cómo mi mentalidad y prioridades han ido evolucionando y en cómo el trabajo se ha convertido en una plataforma para alcanzar mi desarrollo personal.

Reflexionando sobre todo esto, he logrado sintetizar 5 aprendizajes que han cambiado mi vida y que espero puedan ser de utilidad para quien lea este artículo.

1-Entendí que todos tenemos dos vidas y que la segunda empieza cuando te das cuenta que sólo tenemos una. 

El éxito profesional no puede esperar pero tampoco mi familia, compartir momentos con mis amigos o disfrutar de todo lo que para mí es importante.

El embarcarte en una carrera corporativa significa navegar a 1,000 km/hr. donde muchas veces no te das el tiempo para reflexionar sobre lo que verdaderamente importa y poner tu vida en el centro de todo. Una vez que entendí que ambas partes son igual de relevantes, comenzó mí segunda vida, y comprendí que vivirla con calidad significa enfocarme en pequeñas metas diarias en ambos mundos, que en el camino me ayudan a concretar los grandes logros. Con ese nuevo enfoque, cada acción y cada decisión comenzaron a darle un nuevo propósito a mí día a día.

2- Comprendí que es más difícil tener y mantener una familia que hacer una carrera profesional. 

Las grandes oportunidades se presentan una vez en la vida, de ahí la difícil tarea de combinar mi vida personal con las demandas de un trabajo ejecutivo. En el trabajo muchas de las interacciones se hacen de forma virtual. Cada vez es más fácil tomar decisiones y avanzar agendas por Facetime, WhatsApp o videoconferencias. Sin embargo, no siempre sucede igual en el plano familiar. El secreto está en mover la balanza hacia el lado que más nos da tranquilidad, el que nos motiva todos los días y el que más requiere de nosotras. Para todo lo demás siempre hay un “cómo sí”, sólo es cuestión de enfocar todos los esfuerzos a nuestro favor.

3- Aprendí que en cada etapa de la vida hay cambios personales que deben y sugieren ajustes en la parte laboral y no al revés. 

Es importante ajustar mis objetivos laborales a las circunstancias, e implementar estrategias que me permitan seguir en la carrera sin necesidad de sacrificar el disfrute de la familia, los hijos, la pareja, los viajes o proyectos personales que complementan mi desarrollo. ¡No hay prisas, todo toma su tiempo!

4- Descubrí que como mujer y profesional puedo mantener mi esencia en toda la extensión de la palabra.

Ser exitosa en el mundo corporativo, muchas veces significa ser asertiva, decidida, enfocada en resultados y hacer que las cosas sucedan.

Romper los estereotipos de género y rol para el mundo corporativo ha sido uno de los focos en la búsqueda de mi realización profesional. Ser mujer, tal cual como soy, en un mundo liderado principalmente por el género masculino y llevar una trayectoria con enfoque en mis propios objetivos es algo que descubrí se puede combinar a la perfección. Lo más importante es que conservo la libertad y la tranquilidad de seguir mis ideales y convicciones para lograr cada meta que me propongo.

5- Asumí que todo va evolucionando; la fórmula de la plenitud, éxito personal y el verdadero balance se va ajustando y cambia significativamente con el tiempo.

La búsqueda del balance al que me he referido todo este tiempo, ha sido una constante lucha del género femenino y hoy en día se torna aún más necesaria. Las nuevas generaciones nos inspiran a buscar mayor libertad y al mismo tiempo nuevos retos, a crear un panorama distinto al que nuestras madres y nosotras mismas estamos desafiando. Esta forma de pensamiento se mantiene en constante cambio y así seguirá, para adaptarnos a donde nos tengan que llevar los nuevos tiempos.

Tomando en cuenta estas reflexiones y considerando el rol que tengo actualmente, siento una gran responsabilidad por el desarrollo de talento, y sobre todo por crear las condiciones para que las mujeres puedan tener una carrera exitosa sin sacrificar aspectos importantes en lo personal y familiar.

Todos estos aprendizajes, a su vez, han dado paso a programas y espacios en PepsiCo que impulsan el empoderamiento de las mujeres y fomentan la calidad de vida al facilitar el cumplimiento de las responsabilidades tanto en trabajo como en casa.

Un ejemplo es el recién implementado programa 2B (To Be) que consiste en brindar una plataforma integral a nuestras colaboradoras proveyéndolas de las herramientas, conocimiento y experiencias para alcanzar su máximo potencial y acelerar su crecimiento en la organización. 

Por otro lado e intentando que esa dinámica vida-trabajo sea más sencilla, hemos implementando varias políticas enfocadas en otorgar más flexibilidad a nuestras colaboradoras empoderándolas con políticas como: Horario flexible, trabajo desde casa, programas de maternidad y paternidad más extensos a los de la ley, entre otros.  

Si bien, para lograr una plena integración de la mujer en el mundo laboral aún hay mucho por hacer. Hoy puedo decir que me siento muy orgullosa por lo que hemos podido lograr en PepsiCo pero sobretodo con una enorme responsabilidad de seguir evolucionando.  

Sobre el balance entre la vida personal y profesional de la mujer de hoy, ¿qué has aprendido tú? Me gustaría saber tus impresiones y vivencias, comparte tu opinión e ideas en los comentarios y hagamos de éste un esfuerzo colectivo.