Necesitas un hobby
Lo afirmo, lo reafirmo y lo confirmo.
Necesitas un hobby, pero de los de verdad, de esos con los que vuela el tiempo y vacían tu mente de todo lo demás. De esos que no te da pereza, de los que harías lo que sea por poder disfrutar de él aunque sea de mucho en mucho tiempo (mejor si es de poco en poco) y de los que estás contando los minutos para hacerlo otra vez.
Ese tipo de hobby que disfrutas como un niño y que te ilusiona porque te hace conectar con la parte más auténtica de ti mismo, pero que está tapada con capas y capas de obligaciones, rutinas, expectativas...
Ese hobby que lo haces porque tu realmente quieres y no porque debes o te han dicho que tienes que.
¿Y para qué quieres un hobby?
Para evadirte de lo que hay de lunes a viernes (o sábado), de lo que no te deja dormir, de aquello a lo que no dejas de darle vueltas, para tomar algo de distancia aunque solo sea por un rato.
Si consigues hacer esto cuando vuelvas a tu caos:
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Si tu trabajo es mecánico, habrás hecho una cosa diferente y habrás descansado del aburrimiento de hacer siempre lo mismo.
Si tu trabajo es creativo, puede que te hayas sentido inspirado al cambiar de actividad y te surjan ideas nuevas.
Si tu trabajo es analítico, el haber haberte sentido libre de estar calculando cada detalle podrá ayudarte a ver todo en una perspectiva algo más genérica y encontrar lecturas diferentes.
En cualquier caso, con un hobby podrás desarrollar ese lado de ti que normalmente está más escondido y que poca gente (o nadie) haya podido descubrir. Quizás incluso sorprendas y se de lugar a otro tipo de relaciones o situaciones u oportunidades, quién sabe, por soñar...
Soñar y tener ilusión por algo sin otra intención que disfrutar. Porque somo más que nuestro trabajo o nuestro rol familiar, y eso es algo que a veces se nos olvida.
Por eso te digo: necesitas un hobby.