A Nuestras Bellas Madres
Este año he tenido la desgracia de despedir tres grandes madres, si es que hay alguna pequeña, dos procrearon, una no lo hizo, pero cuando Dios no te da hijos, te da sobrin@s, para que te entregues como una madre sin igual. Las madres en el ejercicio de su maternidad ya sea biológica o adoptiva, tienen todas las profesiones dentro de sí, educadoras, médicos, financieras, orientadora sexual, mediadoras, trabajadora social, económicas, ama de casa, lavandera, etc, etc, etc.
Las he conocido que me impresionan sin parangón, desde aquella señora de ojos negros y facciones peruanas del altiplano, que me decía en medio de sus rituales sincréticos, avanza que yo te estaré ayudando y después le devolví su encanto en el hospital de Santa Clara, con las visitas que desde la universidad le hacía, y pasando por la madre de un amigo que también en Santa Clara me regalaba su gracia y me invitó sin apenas conocerme a saborear un rico Té en una tarde de visita y luego la vi más de cerca para poder apreciar la sabia conducción de aquella pléyade de hijos con fuerza ancestral, logrando que todos llegaran bien lejos como profesionales, de ahí proviene el presidente y amigo mio de Dag Consultores.
Es muy difícil en un tema donde se combinan tantas virtudes en esa categoría distinguir nombres, cuando los de uno presionan para tomar la delantera del resto y todas de una u otra manera son como quien dice: leonas para defender sus hijos y tiernas como terciopelo para acariciarlos.
Una mamita que se me marchó en abril, una vez me dijo: Carlos para que veas lo que es el amor de una Madre oye este cuento:
Había un joven enamorado que galanteaba una doncella y esta lo rechazaba continuamente, tal era su insistencia que le llegó a suplicar que le pidiera cualquier sacrificio para demostrarle su amor, cansó tanto a la dama, que en locura por su acoso esta le dijo: _Si de verdad tú me quisieras, me traerías el corazón de tu mamita como muestra de amor. El muchacho ebrio de amor y llorando, corrió donde su madre y le arrancó el corazón para traerlo a la pretendida, mientras corría, el caballo se resbaló y muchacho, corazón y corcel fueron a dar a un barranco, cuando volvió el mozo a recoger el corazón, este cobró vida y sudando sangre le preguntó ¿Te has dañado hijo?.
A tod@s mis contactos Madres un beso de amor y agradecimiento por existir en todos. Y perdonen lo desgarrante del cuento.