Objetivos SMART

“Establecer objetivos es el primer paso para convertir lo invisible en visible.” Tony Robbins.

Cuando nos planteamos objetivos es usual definirlos sin muchos detalle, sino que más bien “al tun tun”, de modo genérico:

• “Quiero ganar más dinero”
• “Quiero bajar de peso”
• “Quiero estudiar algo nuevo” 

Sin embargo, esta forma de establecer objetivos puede llevar a la frustración, ya que podríamos no alcanzar lo que deseamos. Además, el tiempo puede pasar sin que nos demos cuenta si realmente estamos progresando hacia lo que queremos.

Recordemos una frase muy típica en el ámbito empresarial pero que se puede extrapolar a cualquier ámbito: “Lo que no se mide no se mejora”

¿Qué quiere decir? Que si no llevamos algún tipo de métrica sobre lo que estamos haciendo es imposible evaluar el avance. 

El acrónimo SMART hace referencia a los cinco criterios que deberían tenerse en cuenta a la hora de establecer objetivos. Estos criterios ayudan a establecer objetivos correctamente.

Vayamos uno por uno: 

S: Specific → ESPECÍFICO

Refiere a que los objetivos deben ser precisos y deben evitarse las formulaciones vagas, como comente anteriormente. Los objetivos deben estar claramente definidos y no dejar ninguna pregunta sin respuesta. 

M: Measurable → MEDIBLE

Los objetivos deben ser medibles para poder hacer un seguimiento de los avances. Permite determinar si se ha alcanzado un objetivo y hacer una evaluación correspondiente. 

A: Achievable → ALCANZABLE

Los objetivos deben ser realistas para que puedan alcanzarse. Claro que puedes plantearte objetivos que te desafíen pero deben de estar dentro de lo posible, de lo contrario pueden provocar desmotivación.

R: Relevant → RELEVANTE 

Es importante establecer metas que contribuyan a un objetivo general y que sean coherentes con visión a largo plazo. Un objetivo relevante es aquel que está alineado con otras metas y que, por tanto, tiene sentido pensando en un “todo”

T: Time-Bound → MARCO DE TIEMPO

Por último un objetivo debe tener un marco temporal y unos plazos claros. Se debe establecer un calendario claro y una fecha fija. Esto ayuda a establecer un sentido de urgencia y prioridad, lo que impulsa a la acción y evita la procrastinación. 

Entonces, un objetivo se considera claro si cumple estos cinco criterios:

Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y con un marco de Tiempo. 

Veamos un ejemplo detallado de un objetivo SMART bien planteado:

Objetivo NO SMART: “Quiero ganar más dinero” ❌

Objetivo SMART: ✅

Específico: "Quiero aumentar mi salario mensual en $10.000 a través de un ascenso en mi trabajo o aumentando mis ingresos por proyectos freelance."

Medible: "Quiero ganar $10.000 más al mes, lo que se traducirá en un incremento del 15% en mis ingresos mensuales actuales."

Alcanzable: "Voy a mejorar mis habilidades en desarrollo web para ser considerado para un ascenso o buscar más proyectos freelance bien remunerados."

Relevante: "Este aumento de ingresos me permitirá ahorrar para mudarme de apartamento y mejorar mi estabilidad financiera."

Temporal: "Quiero lograr este aumento de $10.000 mensuales en los próximos 6 meses."

¿Notas la diferencia? 😉

Veamos dos más:

• “Quiero bajar de peso” ❌ → "Quiero perder 10 kilogramos en los próximos 5 meses mediante una combinación de dieta equilibrada y ejercicio regular, perdiendo 1 kilogramo cada dos semanas, lo que mejorará mi salud y aumentará mi confianza en mi cuerpo." ✅

• “Quiero estudiar algo nuevo” ❌ → "Quiero estudiar inglés y completar un curso de 40 horas en los próximos 3 meses, dedicando 5 horas semanales, para mejorar mis habilidades conversacionales en el idioma y hablar con más fluidez" ✅

¿Qué sigue ahora? ¡Es momento de que reformules tus objetivos utilizando el enfoque SMART! Y lo más importante: recuerda pasar a la acción. Escribir objetivos es solo el primer paso, pero de nada sirve si no los llevas a cabo.

También quiero destacar lo siguiente: es esencial ser coherente con los objetivos que te planteas. Aunque este marco de trabajo es muy útil, también es importante ser flexible y adaptarte a las circunstancias que puedan surgir. No se trata de cambiar de objetivos cada dos semanas, pero tampoco es saludable ser tan rígido que no te permitas ajustarlos si es necesario. No lo veas como una obligación, sino como una fuente de motivación.

A por ello!!! 💪🏼🚀