Otro Mundo es posible
Si te preguntara en este instante ¿a qué estarías dispuesto a renunciar para cambiar tu vida y el mundo? y llevar la respuesta no solo al terreno personal, sino a tu trabajo ó a tu empresa, ¿qué responderías?
Esta es la pregunta que me he hecho a mí mismo y que te traslado a tí, mi colega y amigo de Linkedin, un día de pasión y reflexión (Viernes Santo), 29º día de confinamiento en casa para mí y para otros tantos millones de personas en el mundo, en silencio y con la música de fondo que te acabo de recomendar mientras lees este post.
Sin duda, no es fácil la respuesta. Hay mucho en juego, y tanto! Nos estamos jugando con esta crisis del Covid19 nuestra supervivencia como especie y nuestro propio sistema de organización social y económico. Más allá de cómo ha llegado este virus al planeta, de todas las teorías conspiranoicas, y de cómo están gestionando los distintos gobiernos y organizaciones mundiales la lucha contra esta pandemia, es hora de preguntarnos, ¿qué puedo cambiar en mi vida para mejorar, y en consecuencia cambiar el Mundo? porque si de algo estoy seguro es que "Otro Mundo es posible".
Estoy viviendo estos días de confinamiento una gran preocupación como sociólogo, profesional, padre, ciudadano, español, pero sobre todo como ser humano, de cómo esta crisis está afectando a las personas, especialmente a los ancianos y a los colectivos más vulnerables, pero que si se agrava en el tiempo (y todo indica que lo hará), nos acabará afectando a todos en general.
Así que, si me lo permitís, me gustaría ayudar en la medida de lo posible, aportando mi granito de arena, con mi visión y espíritu constructivo de lo que ésta epidemia del Coronavirus puede traer de positivo a la humanidad.
En primer lugar, y retomando la pregunta ¿qué estaría dispuesto a renunciar para cambiar mi vida y el mundo? te diría que en el terreno personal hicieras una reflexión de las siguientes dualidades que marcan tus valores y sistema de creencias. Por ejemplo si tuvieras que elegir entre:
¿YO ó LOS DEMÁS? ¿ESTAR SOLTERO ó CREAR UNA FAMILIA? ¿BELLEZA FÍSICA ó INTERIOR? ¿FAMA ó ANONIMATO? ¿AMOR ó DINERO? ¿AMBICIÓN ó HUMILDAD? ¿VIDA MATERIAL ó ESPIRITUAL? ¿VIDA DIGITAL ó TRADICIONAL?
En algún momento de tu vida te habrás planteado estas preguntas que han marcado tu personalidad desde niño y habrás tenido que elegir. Unas veces condicionado por la propia familia, amigos, educación y entorno en el que te desarrollaste como persona adulta que toma decisiones, en un proceso de imitación y absorción de conductas de forma inconsciente, y otras veces siendo protagonista de tus propias decisiones, a pesar de los numerosos intentos y errores cometidos.
Evidentemente hay cosas a las que no se puede renunciar después de tanto sacrificio y esfuerzo, y construidas desde el amor y la bondad; ¿quien podría renunciar a sus hijos ó a su familia? ¿a sus amigos? ¿a su titulo universitario? ¿a su profesión? ¿a esas cosas materiales que te han aportado estabilidad? Quizás podrías replantearte por necesidad tu trabajo ó profesión si vieras que este ya no es útil, ó incluso ciertas cosas materiales que seguro desaparecerán antes de lo que imaginas, como el dinero físico, las casas en que vivimos, la ropa con la que nos vestimos, ó ciertos alimentos que tomamos y que son producidos de forma poco sostenible y en algunos casos hasta perjudicial para nuestra salud.
Tampoco se puede renunciar a un mundo digital, es inevitable para nuestro desarrollo y supervivencia como especie. Pero si podemos renunciar a creencias y valores tradicionales que promueven la competición, la violencia, el racismo, la indiferencia, el sufrimiento, el egoísmo, la injusticia ó la intolerancia.
Recuerda que la esencia del ser humano además de su increíble cerebro e imaginación reside en su fortaleza interior y su capacidad de amar. Por lo que es momento de desarrollar esas actitudes que están tan desvirtualizadas en nuestra sociedad; la sinergia y la colaboración entre los seres humanos.
Lo cierto es que muchas de estas dualidades que han ayudado a construir nuestra especie se hacen en base a los tres aspectos fundamentales de nuestro desarrollo; emocional, racional y espiritual. La historia y nuestros antepasados nos han mostrado como el ser humano es capaz de adaptarse y sobrevivir a todo lo que ha acontecido en el planeta; desastres naturales, guerras, hambrunas y epidemias. Siempre de una manera inteligente pero tambien emocional, e incluso mística y espiritual para afrontar todos esos desafíos.
Hoy tambien debemos hacer esa transformación como sociedad si queremos seguir sobreviviendo y desarrollándonos como seres humanos, porque si la historia nos ha enseñado algo es que cuando nos unimos, cooperamos y entregamos lo mejor de cada uno, nuestra sociedad sale fortalecida y avanzamos más rápido.
En segundo lugar, desde la perspectiva laboral y profesional, y a raíz de esta crisis también tendremos que plantearnos nuevos retos que saldrán de estas otras dualidades que están en boca de todos:
¿ECONOMÍA GLOBAL ó LOCAL? ¿PRODUCTO NACIONAL Ó DEL EXTERIOR?¿TRABAJO PÚBLICO ó PRIVADO? ¿TRABAJO PRESENCIAL ó TELETRABAJO? ¿MÁQUINAS ó MANO DE OBRA? ¿TRABAJAR PARA UN EMPRESARIO ó SER AUTÓNOMO? ¿TRABAJO TRADICIONAL ó DIGITALIZACIÓN?
Parece claro que el mundo avanza de forma inescrutable hacia una transformación digital y una automatización de la economía y los procesos productivos, por lo que estamos aceptando con resignación estos cambios, aunque no seamos conscientes todavia de las consecuencias que traerán consigo.
La inteligencia artificial, el Big Data, los sistemas Blockchain, la robotización, la transformación digital y la tecnología 5G estarán cambiando nuestro estilo de vida en apenas una década, eso sumado a la actual crisis del Covid19 que ya está afectando a nuestra manera de relacionarnos y trabajar, reduciendo los contactos entre personas y los desplazamientos. Si realmente como dicen los expertos, este virus ha venido para quedarse, entonces tendremos que replantearnos TODO.
Atrás quedarán cuestiones como la subida del salario mínimo, la brecha salarial, los subsidios por desempleo, las jubilaciones, los impuestos a las empresas, a los autónomos, las cotizaciones a la seguridad social, los nuevos funcionarios de la administración pública. Todos estos debates han quedado eclipsados (y otros tantos que nos preocupaban en España como los inmigrantes, el independentismo catalán, el feminismo ó el debate de las pensiones) por un virus que se ha cebado especialmente con nuestros mayores.
Y si nos vamos un poco más lejos de nuestras fronteras ¿que ha sido de todas esas noticias que tanto nos preocupaban? La guerra? comercial USA-China, la guerra de Siria, la crisis de los refugiados, Venezuela, el cambio climático, el conflicto bélico USA-Irán-Corea del Norte, el Brexit, el Yihadismo islámico y tantos otros conflictos internacionales.
Ahora no hay más remedio que centramos en solucionar nuestros problemas, como país y en el plano económico, porque está claro que nadie vendrá a rescatarnos. Y esta recesión que según los expertos tendrá diferentes formas, que si "V" , "W" ó "L" según las medidas que se establezcan por parte de nuestros gobiernos, lo cierto es que supondrá un cambio de sistema, una nueva normalización, un nuevo orden mundial.
Tal vez, caigamos en la tentación de resolver esta crisis con viejas recetas y medidas económicas, y me refiero a esto a endeudar a familias y empresas por medio de créditos bancarios, con un Plan B, C ó D, una estrategia infalible para vender (que ahora sin remedio pasa por el marketing digital y de contenidos en redes sociales), reajustando el personal de nuestras empresas, sustituyendo el trabajo no esencial por teletrabajo, ó las reuniones de negocio y asistencia a Ferias y Congresos por videoconferencias online.
En definitiva, estamos abocados a un nuevo cambio de paradigma tanto en lo social como en lo económico. Y me refiero a un cambio de hábitos y costumbres, de valores y creencias, de nuevas formas de organizarse, de trabajar, con nuevas reglas de juego, anteponiendo a las personas más que al dinero y el beneficio empresarial. A una sociedad más justa, humana y solidaria, donde los primeros que tienen que dar ejemplo son nuestros políticos, medios de comunicación, empresarios del IBEX, famosos, deportistas de élite, grandes fortunas de este país (incluyo a la Corona y los Reyes de España) y todas aquellas personas que ostentan poder y riqueza como para liderar este nuevo proyecto de país.
Quiero creer que el ser humano despertará de esta pesadilla para decir BASTA! para decir NO a tantas imposiciones, a tantas mentiras y "Fakes", a tanta hipocresia, a tantos profetas de la felicidad y gurús de los negocios millonarios, a tantos populismos y extremismos, a tanta violencia verbal y física, y a tanta ignorancia, estupidez e indiferencia.
Y tú, compañero/a, amigo/a, profesional, empresario/a, emprendedor/a ó trabajador/a que me acompañas y sigues en Linkedin, tambien tienes/tenemos una responsabilidad en la construcción de este nuevo paradigma y orden económico y social. Tu tienes que ofrecer al mundo lo que mejor sepas hacer y esté en tus manos. Ahora es el momento de ser servicial, de entregar sin esperar nada a cambio, de ayudar, de aprender de los errores, de tomar decisiones desde el corazón, de ser mejor persona, mujer, hombre, padre, madre, esposo/a, hijo/a, profesional ó empresario/a.
Y por último te lo vuelvo a preguntar.. cuando salgamos de este confinamiento ¿a que estás dispuesto a renunciar en tu vida para cambiar el mundo?
Gracias por tu tiempo!
#OtroMundoEsPosible
Un abrazo
David Cánovas
CEO Une Spain LATAM Consulting
www.uneSpain.com | www.uneAmericas.com
CEO & Fundador de UneSpain | UneAmericas | Negocios y Networking B2B | Soluciones B2B digitales en España y LATAM
4 añosTremenda la respuesta ciudadana, y más tremenda la crisis que se nos viene encima. Totalmente de acuerdo Luz Marina Tapia Venegas igual no solo debemos renunciar a algo en particular, sino a todo, y comenzar de cero pero con más fuerza e inteligencia. Gracias por compartir tu opinión. Un abrazo
CEO en Santa Carmen s p a / CEO en Logem s p a /Presidenta Santa Carmen Corp USA
4 añosMi respuesta inmediata , es que ya renuncie a muchas cosas materiales, para poder sostener mis empresas, no existe el futuro aún , el futuro empieza cuando termine la pandemia, y me temo según mi experiencia que nos veremos queramos o no , forzados a tener que renunciar a mucho más cosas que , hoy . Yo ya comprendí , y acepte que quizás deba renunciar a todo , y empezar de nuevo , que quizás en ese nuevo mundo las necesidades serán otras , y otros los negocios que serán exitosos . Que todo , cambiará . Acá , se pondrán de nuevo , nuestras capacidades y fortalezas a prueba , y triunfarán los que tengan temple de acero y se atrevan a emprender de nuevo el vuelo y ahora hacia nuevos ,destinos . Es probable , que algunos , aunque hoy nuestras naves estén muy dañadas pero la tripulación viva y sana , podamos reconstruir y seguir adelante . Lo único que me preocupa, es que las grandes corporaciones, los paises como China , que ya están prácticamente libres de la pandemia, están dedicadas a comprar empresas en Europa, y Latino America aprovechando esta crisis económica que nos tiene en cuarentena y a muchos parados , y a precio de huevo .