Pantalla Vertical: cambio de perspectiva.

En el mundo audiovisual siempre hemos presumido de ser innovadores. Nuevas técnicas, cámaras, procesos de producción, postproducción... Pero hemos sido muy reticentes a cambiar nuestra forma de mirar la pantalla: siempre en horizontal, con los famosos 4:3 de antaño y los estandarizados 16:9 del HD. Sobre ese concepto (siempre horizontal y panorámico) hemos trabajado otros formatos. Pero… ¿Dar la vuelta a la pantalla? ¿Girarla? ¿Mirarla en vertical? “¡Noooooo, es horrible!”, “¡No funcionará!”, “¡Es anti-natural!”

Hay que cambiar la perspectiva.

Un estudio de eMarketer de abril de 2015 deja claro que los smartphones están modificando los hábitos de los potenciales espectadores de nuestros contenidos y, cada vez más, la pantalla vertical se convierte en protagonista.

Pero no sólo los smartphones empujan esta tendencia, también muchos de los circuitos de digital signage. Como ocupan menos espacio de ancho, los totems verticales se han popularizado en tiendas, centros comerciales, empresas y otros espacios. Algo que obliga a los productores a adaptarse al formato.

Incluso la hija de Rupert Murdoch, Elisabeth, ha creado una empresa especializada en la producción de contenidos verticales: Vertical Networks.

Es cierto que nuestros ojos están dispuestos de forma horizontal y no vertical pero, ¿y si la evolución hace que nuestra cara se transforme? ;) 

No lo descarto, porque redes sociales como Snapchat están creciendo muy rápido y consiguiendo que sus usuarios se sientan cómodos con el formato de vídeo vertical. Desde Snapchat hablan de 100 millones de snapchaters activos, y creciendo. Algo que saben los creadores de contenidos, que buscan como locos más audiencia para sus business y ya se están casando con la nueva red social.

La llegada de las marcas.

Y si hay audiencia, hay dinero, y con él llegarán los presupuestos de los nuevos creadores de contenidos (antes llamados anunciantes). Algunos ya lo están haciendo y, para gustar, tienen que adaptarse al formato y ser lo más atractivo posible. Como bien hacen Coca-Cola o Nike.

Pero, en general, a las marcas les cuesta mucho ser sexys, incluso teniendo en sus filas al mismísimo George Clooney.  Quizá por eso Nespresso se ha lanzado a crear un concurso de vídeos verticales en los que la creatividad de los artistas es muy sugerente. Mírate alguno, merece la pena, pero siempre desde una pantalla vertical ;)

¿Cómo producir en vertical y no morir en el intento?

A priori, la pregunta parece sencilla: con girar la cámara basta. Invierte ese 16:9 y graba en 9:16. Pero... ¿Qué ocurre con otros soportes que son panorámicos? ¿Tengo que producir diferentes piezas para cada tipo de red social? La respuesta sería sí, si tu presupuesto fuera infinito, pero como no lo es me quedo con el mejor ejemplo que he visto sobre el tema: Tastemade.

Tastemade es una empresa que produce material audiovisual sobre gastronomía. Está presente en muchas plataformas y tiene sus medios propios: web, canal de YouTube y aplicación móvil.

La gente de Tastemade pensó desde el inicio en vertical. Si gran parte de su tráfico provenía del mundo mobile debían convertir su formato, y así hicieron. Pero no girando la cámara, no. Han construido el primer set para grabar vídeos verticales del mundo (al menos eso dicen) y continúan grabando en 16:9, pero sin olvidarse de la pantalla vertical. El diseño del plató tiene en cuenta ciertos aspectos de perspectiva, líneas no cortadas y elementos posicionados a favor de la vista vertical. Es decir, hay un desarrollo de I+D. Aquí un vídeo explicativo.

Pero lo mejor de todo es que de la grabación sacan una pieza con dos usos: horizontal y vertical y es a través de su app donde, en función de cómo esté el dispositivo orientado, muestran una versión u otra. Por lo que le sacan el mayor partido a la producción (ahorro de costes y experiencia de usuario perfecta, use como use su smartphone). Aquí una demostración.

Está claro que es momento de dar un paso al frente y cambiar nuestra forma de ver el mundo. Explotar creativamente los nuevos formatos, aprender a aprovechar los ya existentes y adaptarnos (sin arruinarnos) tratando de llegar a toda nuestra audiencia que va de un sitio a otro sin un estándar preestablecido.

No hay vuelta a atrás, o comenzamos a pensar en vertical o nos quedaremos fuera de las vidas de muchos espectadores.