Para buscar empleo y no enloquecer, después de los 40

¿Pasaste los 40, y estás en búsqueda laboral? ¡Bienvenido a la franja etaria "complicada" para ese menester! Complicada porque el mercado no está interesado en tomar personas de más de 35 años. Complicada porque los buscadores y reclutadores no revisan CV de postulantes mayores a 35 años, sencillamente los descartan. Complicada porque los puestos publicados que contemplan hasta 50 años de edad no son los mejores. Complicada porque la mayoría de los headhunters o responsables de RRHH de hoy son jóvenes millenials, con los cuales nosotros (las generaciones X, Y o centennials) no nos comunicamos muy bien que digamos. Complicada porque a esta edad, para muchos puestos estás sobrecalificado. Complicada porque rondando los 50 (y ni hablar, si los pasaste) ya te sentís parte de la "mesa de saldos" laboral.

Probablemente estés mandando CV a todas las búsquedas acordes a tu perfil, y te llamen sólo del 5 o 10% (con suerte) del total de CV enviados. Esto debe frustrarte muchísimo. Empezás entonces un camino en dos fases. La primera es la fase de "autoayuda" donde mirás dibujitos que te muestran cómo después de los 40 hubo personas que se hicieron millonarias, o armaron espectaculares negocios o desarrollaron sus empresas. También anda dando vueltas por ahí un post sobre Abraham Lincoln, que accedió a la presidencia de los Estados Unidos recién a los 51 años, luego de una larga cadena de fracasos electorales. La segunda, es el "manotazo de ahogado", cataratas de CV enviados a troche y moche, textos lacrimógenos en las redes (he visto algunos, acá en LinkedIn) donde hacés tu descargo y rogás por un trabajo. Personalmente no tengo nada con ambos comportamientos. Si te sirve para no estar deprimido, adelante. A mí personalmente, a mis 47 años, no me ayuda mucho. Por supuesto que esas etapas las pasé, como todos. Pero no he encontrado consuelo. Primero, porque no soy emprendedor (te invito a leer un artículo sobre eso que publiqué hace un par de semanas). Segundo, porque a diferencia de don Abraham, no tengo intenciones de postularme a la presidencia de nada. Tercero, porque creo fervientemente que como te ven, te tratan. Y si te mostras débil, enojado, frustrado o angustiado, nadie va a querer contratarte. Así que llorar sobre toda tu problemática personal, seguramente no va a conmover a quien está buscando un puesto a cubrir, y tiene más de un centenar de CV para revisar en menos de dos horas.

Pero te tengo buenas noticias. Hubo, en mi tortuosa búsqued, algo que sí me sirvió. Fue parte de una conversación con un amigo hace poco, y que me pareció tan real e iluminador que lo comparto hoy con vos. Vamos, pues:

Respecto de los CV después de los 40: seguí postulándote, si te parece. Pero no te sientas frustrado si no te llaman. Que el mercado laboral hoy no nos tenga en cuenta a la hora de recibir CV's no es ni bueno, ni malo: es una realidad. Realidad que, por otra parte, no vas a poder cambiar. Evitarla, negarla, hacerse el distraído, es intentar tapar el sol con el dedo. Claro que podés seguir insistiendo en postularte hasta que alguien te tome. Pero creo que es algo como probar sembrar arando en el océano. Así que lo mejor, lo más sano en estos casos, es que a esta Realidad la vayas aceptando. Retocá tu CV, revisalo, acomodalo según el puesto, ponelo más o menos bonito, adjuntale chiches que lo hagan más notorio que los demás....pero por ahí no va la cosa. A esta edad, los puestos no los vas a conseguir por un CV. Porque a esta edad tu CV no va a hablar de tu experiencia, de lo que sabes hacer, de la expertise que conseguiste acumular, independientemente del cargo, del rubro y de la empresa. En palabras del amigo que te mencioné:

"A esta edad, el CV sólo te sirve para tener la autoridad de decir 'mañana llueve', y que el resto vaya buscando paraguas. A esta edad el CV no muestra tus pergaminos, no habla de quién sos , ni de lo que hiciste para llegar a serlo."

¿Cómo vas a lograr en empleo entonces? Para eso vas a tener que tener en cuenta dos cosas. La primera: lo vas a conseguir por contactos (seguramente, los menos esperados). Yo no me había dado cuenta, hasta que mi amigo me lo hizo ver. Hace dos años que dejé un puesto excelente en la administración pública (cosas que pasan). Y hace dos años que, mal o bien, estoy con trabajo gracias a contactos. Amigos que me presentan a otras personas, me traen o me comparten clientes; conocidos eventuales que me piden una mano para ayudarlos en un emprendimiento, o en un proyecto; ex alumnos que me llaman o me escriben preguntándome o pidiéndome referencias (que pueden ser hoy potenciales clientes). Yo pensaba que no tenía contactos. Y estaba muy equivocado. Contactos tenés, SIEMPRE. Hay que verlos, reconocerlos.

Isela Constantini fue echada de Aerolíneas Argentinas hace un tiempo, ¿recordás? ¿Pensás que consiguió un nuevo trabajo enviando CV? Creeme que no. Lo mismo con Susana Malcorra, ex canciller de nuestro país. ¿Cómo logran reciclarse y conseguir empleo? pues...¡por contactos! ¿Necesitas ser Constantini o Malcorra? No. Lo que necesitas es revisar tu agenda, y empezar a ver con quiénes te tenés que tomar un café de acá en adelante. Contactos tenés. Lo que pasa es que hasta el momento no los pudiste ver como tales.

La segunda cosa: seguramente vas a tener empleo, si te permitis cambiar la forma en que ves tu propio trabajo. Pasados los 35, va a pesar la experiencia. Así que si querés tener empleo, lo que va a pesar para Vos es la experiencia acumulada. Digamos: lo que sabes que puede pasar en un trabajo, independientemente de lo que aprendiste a hacer, o lo que estudiaste. Entonces seguramente tendrás que cambiar un poco tu perfil. Orientarlo más a la consultoría, al asesoramiento, a la formación de jóvenes profesionales. Emprender (por así decirlo y con la salvedad del término) un nuevo camino, ya que el anterior está agotado. Muchos a esta edad nos volcamos a la consultoría externa en organizaciones y empresas; nos inclinamos o retomamos la docencia, nos orientamos a la formación de RRHH, a la capacitación, a la mentoría de jóvenes profesionales, como forma de transmitir un saber acumulado a fuerza de gastar suela de zapatos recorriendo organizaciones. A lo mejor pasa por ahí para Vos. Es dificil lograrlo, pero no imposible. Seguramente vas a pasar por momentos duros, pero es más gratificante que estar esperando un llamado, un correo electrónico que creeme no va a ocurrir.

Contactos, y reinventarse. En el peor de los casos, ¿qué tenés para perder?