¿Para qué sirve el depósito de una renta?
El depósito de seguridad es una cantidad que se entrega al dueño del inmueble en renta como presupuesto de reparación en caso de que, al finalizar el contrato, existan deudas del inquilino o deterioros causados por maltrato en las instalaciones.
El monto del depósito se estipula en el cierre del contrato de arrendamiento y se entregará al momento de la devolución del inmueble. El depósito en garantía es parte de los requisitos forzosos que se deben cumplir para poder rentar una propiedad.
Todos los contratos de arrendamiento deben indicar el estado de conservación del inmueble al momento de su entrega, para garantizar que se encuentra en óptimas condiciones para ser habitado y dejar un registro de su estado. En este documento debe incluirse la descripción de la condición actual de los pisos, pintura y techos, así como la cantidad de piezas de mobiliario en el caso de que existan.
Al concluir el contrato, el inquilino deberá entregar el inmueble sin daños extras. En caso contrario, el arrendador tiene derecho a ejercer el cobro del depósito de renta. A continuación, te detallamos algunos de los casos en los que no se devuelve el depósito de alquiler.
¿En qué casos no se devuelve el depósito de alquiler?
Cuando hay daños provocados por el uso del inmueble, que el propietario no puede cobrar
Como se mencionó anteriormente, el depósito de renta sirve para hacer las reparaciones necesarias al inmueble una vez terminado el contrato de arrendamiento.
Aunque es inevitable que durante tu estancia en la vivienda el uso normal del inmueble cause cierto desgaste, es importante procurar que este sea mínimo a la hora de desocupar la propiedad.
Algunos de los daños que se consideran normales por el uso son:
· Piso, duela o alfombra dañados por el desgaste del uso o rayados.
· Pintura con manchas, desprendida o desgastada.
· Fisuras en techos, pisos y paredes provocadas por acontecimientos ajenos e inevitables (sismos, huracanes y cualquier otro fenómeno natural).
· Daños en las instalaciones de luz, agua o gas por el uso normal.
Si hay desperfectos provocados por el inquilino de manera imprudente
Este es uno de los principales casos en los que no se devuelve el depósito de alquiler, ya que los daños fueron ocasionados por el inquilino de forma intencional o imprudente. Este tipo de daños puede incluir:
· Ventanas, puertas y pisos rotos.
· Fracturas en las paredes hechas por golpes.
· Quemaduras en la estructura del inmueble o en el mobiliario.
· Suciedad en gran cantidad.
· Mal uso del inmueble
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Si se realizaron modificaciones al inmueble sin autorización
En el caso de realizar remodelaciones sin consentimiento del dueño, por más pequeñas que sean, este podría pedir una indemnización por daños y perjuicios. En la mayoría de los casos, se usará el monto del depósito para llevar a cabo las reparaciones, pero puede también exigirle al inquilino que se encargue de regresar el inmueble a su estado previo.
Si durante el periodo del contrato deseas hacer modificaciones a la propiedad, debes asegurarte de contar con el consentimiento del dueño para no crear conflictos que terminan en el cobro del depósito.
Al llegar la fecha límite del contrato de arrendamiento, el dueño tiene un plazo de hasta 60 días para verificar el estado del inmueble y usar el dinero del depósito para realizar las reparaciones necesarias. En el caso de no ser necesario, deberá proceder con la devolución del depósito en su totalidad.
Al ser una garantía, tu propósito como inquilino es recuperar el depósito de renta una vez que concluya el contrato y no desees renovarlo.
¿Cómo puedo recuperar el depósito de una renta?
Lee con atención el contrato de arrendamiento antes de firmarlo
Tener en cuenta este punto desde antes de habitar el inmueble puede ahorrarte tiempo y dinero, ya que, enterado de todas las condiciones, podrás poner más atención en el cuidado del inmueble o evitar conflictos posteriores con el arrendador.
De igual manera, te permitirá conocer las cláusulas de cancelación del contrato de arrendamiento en caso de que desees desocupar el inmueble antes del tiempo acordado en un principio.
Realiza tus pagos en tiempo y forma o liquida tus adeudos
Para poder recuperar tu depósito de renta, al momento de desocupar el inmueble deberás haber pagado en su totalidad cualquier adeudo existente. De lo contrario, el propietario puede cobrar el saldo pendiente del monto del depósito inicial.
Puedes solicitar un comprobante de no adeudo al arrendador como respaldo de que cumpliste con tus obligaciones de pago.
Asegúrate de que no tengas pagos pendientes del mantenimiento
Al ser una cuota extra a la renta, es posible que hayas olvidado cubrirla y cuentes con adeudos. Si no es así, presenta tus recibos de pago en caso de que se necesite hacer algún tipo de aclaración y no proceda el cobro del depósito.
Limpia el inmueble y realiza las reparaciones que sean necesarias
Si bien la limpieza del inmueble se debe hacer constantemente, es necesario que realices una limpieza profunda de techos, ventanas y cualquier otro rincón que su aseo no haya sido tan frecuente para dejar la propiedad en las mismas condiciones posibles.
Puedes diseñar una lista de cotejo para revisar que el mobiliario y las estructuras no tengan daños adicionales o bien, realizar las reparaciones de los deterioros existentes y así, garantizar que la totalidad del depósito te sea entregada.
Haz entrega del inmueble según se marca en el contrato de arrendamiento
Investigar sobre las leyes de arrendamiento vigentes en tu ciudad podría marcar una diferencia en caso de que el arrendador quiera cobrar el depósito en una situación que no aplique. Conocer tus derechos como arrendatario será de gran ayuda si esta situación se presenta. Recuerda que el periodo máximo es de 30 días para que se te devuelva el depósito si cumpliste con las condiciones del contrato.
Conocer tus responsabilidades y derechos como inquilino sobre el depósito de renta, sin duda, es un factor clave en la gestión de un contrato de arrendamiento.